Una treintañera llamada Rosalía
La catalana cumple hoy 30 años convertida en un espectáculo universal
La rosalía, como ella se llama a sí misma, cumple hoy 30 años. Convertida en estrella planetaria y en plena gira internacional con su Motomami, rosalía Vila tobella entra con paso firme en la treintena. esta semana triunfaba en nueva York llenando dos días consecutivos el radio City music Hall, en el corazón de manhattan. Y un regalo adelantado le llegaba con las nueve nominaciones en los grammy Latinos, un hecho sin precedentes en estos premios, puesto que ninguna mujer había conseguido nunca tantas candidaturas en una misma edición.
Con su Despechá se ha colado entre las canciones del verano y ha conseguido que su coreografía inundara las redes con vídeos caseros que levantaban de la tumbona hasta al más apalancado. el título de Motomami, último trabajo en el que ha combinado reguetón, bolero, jazz, bachata y flamenco, es un homenaje a su madre, pilar tobella, que siempre se ha desplazado en motocicleta, incluso cuando iba al colegio a recoger a rosalía y a su hermana mayor, pilar.
Hoy rosalía, como todos los 25 de septiembre, soplará las velas con su hermana, pues ella los cumple tres días después, aunque en su caso le caen dos más. La pili, como ella la llama, pasó de ser limpiadora en un hotel a ser la responsable de los extravagantes estilismos de la artista, que la han convertido en un icono de moda dentro y fuera del escenario. Como curiosidad, ambas comparten el mismo tatuaje en el muslo: la liga de Valie export, una artista feminista austriaca que se la tatuó en los setenta como un símbolo crítico con la cosificación de la mujer.
nacida en el municipio de Sant esteve Sesrovires (baix Llobregat), rosalía comenzó a estudiar flamenco siendo muy joven. Su mayor obsesión era convertirse
Motomami en Nueva York
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