La joven asesinada en Campdevànol fue violada y torturada hasta morir
El presunto asesino de la joven de 21 años que murió el pasado miércoles en Campdevànol (Girona) ingresó ayer en prisión por orden judicial, después de una autopsia del cadáver que ha revelado que la mujer sufrió torturas y múltiples golpes y hede ridas mortales de arma blanca.
El hombre, de 36 años, había permanecido hasta este sábado en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Ripoll y, al pasar a disposición judicial, el juez ha decretado cárcel provisional, comunicada y sin fianza. La causa, según informó el Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC), permanece abierta por asesinato, agresión sexual y maltrato habitual, a la vez que se ha confirmado que no existían denuncias previas de la mujer contra su pareja, que sí tenía antecedentes por violencia machista de relaciones anteriores.
Según fuentes próximas al caso, la autopsia al cadáver de la víctima practicada en el Institut Medicina Legal de Girona ha determinado que la muerte se produjo por múltiples traumatismos y la pérdida de sangre causada por numerosas heridas de arma blanca que provocó un choque hipovolémico. La joven presentaba puñaladas en la zona vaginal de tal profundidad que llegaron a afectar a los huesos de la cadera, y también se ha confirmado un desgarro anal.
En total, los forenses han contabilizado más de sesenta heridas por todo el cuerpo, además de quemaduras, dientes rotos y huellas en el cuello que apuntan a intentos de asfixia.
Unos cortes en los dedos de las manos muestran supuestamente que la víctima, que también sufrió golpes en la cabeza, intentó defenderse de algún objeto cortante. La autopsia se presentaba clave para determinar los detalles del caso, que se conoció el pasado miércoles después de que el detenido, que residía en Campdevànol con su madre y la joven asesinada, avisase al Servicio de Emergencias Médicas. Su versión fue que la fallecida se había caído de una bicicleta el día antes.c