Quartararo amplía el liderato con los errores de Bagnaia y Aleix Espargaró
No hay octavo malo, y menos cuando los rivales directos fallan. Es la lectura positiva que extrajo de Japón un Fabio Quartararo que, sin buscarlo, sale más reforzado en el liderato, pese a su discretísima actuación. “Después de todo lo que ha ocurrido, es mejor ganar ocho puntos que perderlos”, comentó el francés, el otro triunfador del día: su liderato se ha ampliado en 8 puntos más, 18 sobre Pecco Bagnaia y 25 sobre Aleix Espargaró, que fallaron con sendos ceros.
El pulso a tres por la corona de MotoGP se ha convertido en este tramo final –solo quedan cuatro carreras, 100 puntos en liza– en un ejercicio de supervivencia tipo El juego del calamar: el que falla no muere pero se queda muy tocado. Ayer en Motegi, las víctimas fueron los jugadores número 63 y 41. No siempre las motos que más corren llegan delante.
Bagnaia vivió un GP de Japón nefasto, 12.º de salida, encogido en agua, e incapaz de remontar posiciones en seco en la carrera.
Se las tuvo tiesas una vez más con su paisano Bastianini, al que derrotó, y se fue al suelo en la última vuelta cuando intentó arrebatar el octavo puesto a Quartararo. “He sido un coglione (un capullo, un idiota), la he cagado. No me encontraba como por la mañana, no podía empujar y no podía adelantar, la moto no traccionaba, estaba atrás y era muy difícil; he hecho un error que no me puedo permitir. Mi ambición ha sido demasiado grande”, admitía Bagnaia.
Por su parte, Aleix Espargaró protagonizaba la acción tragicómica del día al tener que cambiar la moto antes de la salida porque le habían dejado instalado un limitador de potencia. “No me consuelan los otros. Me jode aún más porque hoy yo era más rápido que ellos. Y bastante más”, lamentaba el de Aprilia, que fue 16.º, su primer cero del año. “Podría haber luchado por la victoria o por el podio y recortar muchos puntos. De estas ocasiones hay tres en todo el año y hoy he desaprovechado una. No me han sacado muchos puntos, pero me jode por la ocasión tan buena que he perdido”.c