EE.UU. urge a sus ciudadanos a salir de Rusia
El misterio sobre la autoría del sabotaje de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 continúa pero, responsables aparte, a la OTAN y a la Unión Europea no les cabe ninguna duda sobre la naturaleza del acto en sí: un ataque deliberado contra la seguridad del continente que, aseguran, no quedará sin respuesta.
El mar Báltico ha entrado en alerta máxima. “Debemos prepararnos para escenarios que eran inconcebibles hasta hace poco tiempo”, avisa el Ministerio de Justicia de Alemania, país que al igual que Suecia, Dinamarca, Noruega, Letonia y Lituania ayer anunciaron que están en contacto con la Alianza Atlántica y han reforzado la vigilancia de sus infraestructuras críticas, desde gasoductos a oleoductos y plantas generadoras de electricidad.
“Los daños al Nord Stream 1 y 2 no son ninguna casualidad”, recalcó en un comunicado Josep Borrell, jefe de la diplomacia comunitaria. “Toda la información disponible indica que las fugas son consecuencia de un acto deliberado”, añadió sin señalar a posibles autores del sabotaje pero subrayando que cualquier ataque a las infraestructuras energéticas europeas recibirá “una respuesta fuerte y unida”.
El Gobierno de Noruega –el país más beneficiado por la decisión de la UE de dar la espalda al gas ruso además de punto de origen de un nuevo gasoducto impulsado junto con Dinamarca y Polonia e inaugurado este mismo martes– ha reaccionado haciendo “más visible” la presencia militar en sus instalaciones de gas y petróleo. Tras entrevistarse con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre
■ La embajada de Washington en Moscú urgió ayer a los estadounidenses residentes o de tránsito allí que se vayan “de inmediato” de Rusia. La legación diplomática subrayó en un comunicado que “las opciones de vuelos comerciales son extremadamente limitadas en la actualidad y, a menudo, no están disponibles con poca antelación”. Las rutas terrestres, en coche y autobús, “siguen abiertas”, la protección de infraestructuras críticas, el ministro de Defensa de Dinamarca, Morten Bodskov, admitió que hay motivos para estar preocupados. “Rusia tiene una presencia militar significante en la región del mar Báltico y esperamos que continúen con su ruido de sables”, dijo.
Moscú ha calificado de “absurdas” las sospechas de que puede ser responsable de las explosiones que dañaron las tuberías, actos que califica de “provocaciones”. A instancias del Kremlin, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá mañana pero si un estadounidense desea salir de Rusia debe planificar el viaje o “hacer arreglos independientes lo antes posible”, sobre todo porque la embajada “tiene severas limitaciones en su capacidad para ayudar a sus ciudadanos y las condiciones, incluidas las opciones de transporte, pueden volverse aún más limitadas de repente”. El mensaje coincide con un agravamiento de la tensión para abordar la situación. El tema también está en el orden del día de la reunión de ministros de Energía europeos que ese mismo día tendrá lugar en Bruselas.
Oficialmente, ni la UE ni los gobiernos de Suecia o Dinamarca, los países en cuyas zonas marítimas de exclusión económica se han detectado las fugas, han señalado a ningún país como autor del sabotaje. La Comisión Europea aboga por llegar “al fondo” del asunto y esperar a que terminen las investigaciones abiertas en ambos países antes de pronunciarse. El Servicio de Seguriy con la decisión del Kremlin de llamar a filas a 300.000 reservistas para contener los avances de Ucrania en la guerra. La policía de Putin ya “ha detenido a estadounidenses que han participado en manifestaciones” y Moscú “puede negarse a reconocer la ciudadanía estadounidense de personas con doble nacionalidad” y hasta “reclutarlas para el servicio militar”, avisa la embajada. / Fernando García embargo a Washington como autor del sabotaje contra una infraestructura de la que todas las administraciones americanas recientes recelaban ya que reforzaba la dependencia europea del gas ruso. “Gracias, Estados Unidos”, escribió sin más explicaciones en un tuit junto a la foto de la enorme mancha que el escape de gas ha dejado en el mar Báltico.
Aunque el flamante Nord Stream 2 no llegó a entrar en funcionamiento por decisión del Gobierno alemán a los pocos días del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, sí contenía gas. Allí fue donde el lunes por la tarde las autoridades danesas detectaron una extraña caída de la presión. En la mañana del martes, técnicos suecos señalizaron una fuga en la tubería del Nord Stream 1, la tubería más antigua, que a finales del verano había dejado de bombear por decisión de Moscú por supuestos problemas técnicos.
El hecho de que siga saliendo gas de los conductos ha impedido hasta ahora un acercamiento a la zona, por lo que las investigaciones avanzan lentamente. El Gobierno danés calcula que se tardará entre una y dos semanas en poder acceder al lugar. El tiempo juega en su contra. Fuentes del Gobierno alemán citadas por el diario Der Tagesspiegel consideran por su parte que las explosiones han dejado inutilizado para siempre la infraestructura ya que su reparación no será rápida ni sencilla y el agua salada corroerá las tuberías.