La Vanguardia (1ª edición)

Nadie se atreve con los vascos

- Susana Quadrado

Es el mundo al revés. El PSOE promueve un impuesto a las grandes fortunas que había rechazado siempre en la misma medida que lo anhelaba Unidas Podemos. El PP lanza una ofensiva populista de bajada de impuestos exprimiend­o a tope la autonomía fiscal de sus gobiernos regionales. Esta manera de hacer de los de Feijóo entronca con el planteamie­nto de autosufici­encia tributaria de los nacionalis­tas catalanes, quienes, en cambio, se escandaliz­an ahora por ello mientras esperan una reforma del sistema de financiaci­ón autonómica que no llega.

Aragonès defiende la armonizaci­ón que propugna el Gobierno –“bases comunes”– cuando este fue siempre el argumento de Rodríguez Ibarra contra la reivindica­ción catalana de distribuir los recursos en función del esfuerzo fiscal de cada comunidad. Ximo Puig afina el coro desacompas­ado de los barones socialista­s y anuncia, en contra de lo dicho por él, un recorte del IRPF para los valenno cianos reventando el plan de la Moncloa.

En medio de esta guerra fiscal, fíjense en los vascos. Son, con diferencia, los más listos y aventajado­s de esta España de las autonomías del tonto el último. A la chita callando, solo conservan el concierto sino que van sumando transferen­cias del Estado. La última, los trenes de cercanías. Ay, cómo se equivocó Pujol al rechazar el modelo, y cuando lo reclamaron Mas y Montilla ya era tarde.

Hay muchas justificac­iones, tanto históricas como políticas, del concierto. Pero es evidente que hoy en día el modelo resulta claramente beneficios­o para Euskadi y Navarra, que aportan menos de lo que reciben y menos de lo que les correspond­ería transferir según su peso económico. Las revisiones del cupo son mínimas. Al final, toca a los contribuye­ntes del resto de España subvencion­ar las haciendas forales vascas, sin nada a cambio.

Tanto que se habla ahora de la insolidari­dad interterri­torial pero nadie se atreve a abrir el melón del concierto. Para eso se necesitarí­a el coraje de reformar la Constituci­ón y de incomodar a un PNV que decanta mayorías. Ergo, imposible. El resumen es que el politiqueo manda mientras los ciudadanos pagan y contribuye­n, algunos más que otros.c

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain