Barcelona restringirá la venta de alcohol para frenar el incivismo
Los distritos preparan limitaciones muy acotadas en calles con problemas de convivencia
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau está resuelto a frenar el ruido, el incivismo y tantas molestias que perturban el descanso de muchos vecinos de Barcelona. Y para ello una de las principales medidas que baraja el ejecutivo municipal consiste en restringir en la medida de lo posible la venta de alcohol en aquellos lugares donde la convivencia se encuentre amenazada, donde los botellones y el gamberrismo secuestren de algún modo el espacio público y el sueño de la gente. El problema es que la normativa de horarios comerciales catalana limita mucho el margen de maniobra al respecto del Consistorio.
Hace ya unos cuantos meses que los técnicos de los diferentes distritos de la ciudad tratan de señalar en sus mapas todas las perturbaciones cotidianas. Y la verdad es que los incidentes registrados durante las últimas celebraciones de la Mercè no están haciendo otra cosa que celerar estos trabajos. Hablamos principalmente de medidas muy acotadas, de iniciativas de carácter quirúrgico a llevar a cabo en una calle, en una plaza, en una simple esquina... y según las circustancias durante un periodo de tiempo muy concreto, de modo puntual. Una suerte de ley seca un tanto de andar por casa.
De esta manera el Ayuntamiento de Barcelona ya ordenó mediante un decreto firmado por la propia alcaldesa Colau que todos los colmados del barrio de Sarrià permanezcan cerrados entre las diez de la noche y las siete de la mañana durante las inminentes fiestas mayores del barrio, entre los días 30 de este mes y 9 del que viene. La medida apenas supone un recorte de un par de horas en la venta de alcohol por parte de estos establecimientos. La ley catalana de comercio establece de manera general que colmados, badulaques, supermercados y demás tiendas de conveniencia no pueden dispensar bebidas alcohólicas entre las once de la noche y las ocho de la mañana.
Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad y también concejal responsable del distrito de Sarrià-Sant Gervasí, detalla que ya en las fiestas del barrio de Sarrià del año pasado ya detectaron un consumo de alcohol preocupante entre muchos adolescentes y preadolescentes. “Aquí en el distrito tenemos muchos centros escolares –abunda el responsable municipal en materia de Seguridad–, y el año pasado nos encontramos con unos cuantos comas etílicos entre muchachos de apenas trece y catorce años. Y lo cierto es que los lugares donde se consume alcohol de manera excesiva son también un polo de atracción de delincuentes. No queremos que se repitan los robos al despiste y también otros con violencia registrados en otras ediciones de estas fiestas mayores”.
Este edicto municipal indica que se implanta con la intención de que las limitaciones se repitan en las próximas ediciones de estas fiestas. El teniente de alcalde Batlle, sin embargo, y refiriéndose ya al conjunto de Barcelona, reconoce que el Ayuntamiento apuesta por llevar a cabo restricciones mucho más seve
Los incidentes registrados en la Mercè aceleran los planes del ejecutivo de la alcaldesa Colau
La ley de la Generalitat solo permite al Ayuntamiento dictar restricciones puntuales