Las obras de posguerra que desarrolló el grupo ZERO llegan a las salas del IVAM
lo que querían era publicar”, y además a menudo pensaban que los originales pertenecían a las editoriales, que a menudo los mutilaban para reutilizar partes o los reenviaban para hacer las versiones correspondientes en otras lenguas. Y a la vez que el interés por el cómic aumenta, también lo hace el precio de estas obras, y con los estrenos cinematográficos relacionados todavía más. El dibujo de Hergé que se muestra en esta página, por ejemplo, está valorado entre 1 y 3 millones de euros, y es que a duras penas hay diez originales en manos privadas, de los que en el CaixaForum se pueden ver dos.
Entre las ilustraciones que se podrán ver, las hay de todo tipo, aparte de los ya nombrados, páginas de Flash Gordon, de Alex Raymond; The Spirit, de Will Eisner; Sin City, de Frank Miller; Watchmen, de Dave Gibbons y Alan Moore; Arzach, de Moebius o Astérix de René Goscinny y Albert Uderzo. Astérix protagoniza con su amigo Obélix dos esculturas gigantes con las cuales los visitantes se podrán retratar. Entre los originales también se incluyen tres tiras de la Mafalda de Quino que por primera vez han salido de Argentina.
El cómic español también tiene un espacio destacado, en este caso con la colaboración de Vicent Sanchis. En esta sala destaca, en medio, una réplica de 13, Rue del Percebe de Francisco Ibáñez, o una pieza diseñada por Paco Roca, en la que salen representados a su lado algunos compañeros como Purita Campos, Ibáñez, Escobar, Nazario, Max, Gallardo, o Canales y Guarnido. También se puede admirar un Almanaque del TBO de Opisso de 1918, junto a clásicos como el Capitán Trueno o El Jabato, pero también Ibáñez o Manuel Vázquez, y autores que publican a partir de los sesenta, como Enric Sió o Carlos Giménez, y los que se incorporan desde el underground, como Max, Miguel Gallardo, Nazario o Jordi Bernet, sin olvidar a las mujeres, como Pili Blanco, que primero entraron dedicándose a revistas para niñas y progresivamente fueron ganando terreno, hasta situarse hoy en paridad con los hombres, según explicó Sanchis.
Es una exposición contextualizada –y a raíz de la cual también se hará un ciclo de charlas y talleres– que llega hasta nuestros días, con una parte final que destaca una selección de autores españoles como Marta Altieri, María Medem, Santiago Sequeiros, Kim o Ana Galvañ. Toda una oportunidad para explorar la literatura gráfica.c
La muestra Lejos del vacío. ZERO y el arte de posguerra en Europa, que desde hoy se podrá visitar en el IVAM, revisa algunos movimientos que tuvieron lugar en Europa entre 1957 y 1966 tomando como referente el grupo ZERO, conformado por Heinz Mack, Otto Piene y Gunter Uecker, cuyas ideas difundieron a través de la revista del mismo nombre. Como reacción a la gestualidad del arte de
Más de 300 originales de cómic de todas las épocas con una espectacular escenografía inmersiva
posguerra a finales de los años 50, estos artistas plantearon la necesidad de empezar “desde cero” después de los horrores humanos, materiales y morales de la II Guerra Mundial.
Se trata de la primera exposición en España que revisa ampliamente una serie de grupos y propuestas bajo la órbita del grupo ZERO, incluyendo obras de sus componentes Mack, Piene y Uecker, junto a piezas de Yves Klein, Lucio Fontana, Jean Tinguely, Piero Manzoni, Dadamaino, Daniel Spoerri o Equipo 57, entre muchos otros.
La muestra es una inmersión en el contexto creado por la primera generación de artistas que se superponen a la crisis humana de la II Guerra Mundial.
Reúne un total de 175 obras, entre pinturas, esculturas, documentos y películas, procedentes de la colección del IVAM, de la Fundación Zero y de numerosos museos y galerías. La directora del IVAM, Nuria Enguita, señaló ayer que la exposición permite entender la posición de bisagra que estos grupos ejercieron entre las vanguardias históricas y el posterior arte relacional.c