La Vanguardia (1ª edición)

ENTREVISTA

- Anaïs martí

En el año 2003 Joan Laporta bautizó a Rafael Márquez (Michoacán, 1979), como el Kaiser de Michoacán. Jugó con Ronaldinho y con Messi y lo ganó todo con el mejor Barça de la historia. Ahora el presidente le ha dado la oportunida­d de debutar en el banquillo dirigiendo al filial. De momento le va muy bien: su Barça Atlètic no conoce la derrota.

¿La Masia debe ser la base del primer equipo ?

Creo que sí. Por valores, por historia y por principios. Y también porque creo que es fundamenta­l que exista una misma manera de proceder.

¿Controla todas las promesas?

Hasta los juveniles, sí. El resto me cuesta más por falta de tiempo. Pero tengo informante­s. Esta filosofía, esta manera de trabajar, es muy importante para todos.

¿Con qué frecuencia habla con Xavi?

Tenemos una gran amistad y trabajamos muy bien. Hablamos entre una y dos veces por semana.

Y hablan de casos como el de Pablo Torre...

Sí. Tiene mucho talento. Apenas tuvimos que corregirle cosas o explicarle cómo funcionamo­s porque nuestra rutina es la misma que la del primer equipo.

El primer equipo “El Barça está volviendo. Con Laporta se consiguen cosas importante­s”

¿Cómo es esa rutina?

Vienen a desayunar dos horas antes del entrenamie­nto, se les controla el peso, entrenan, trabajan en el gimnasio y hay mucha prevención.

Hubo algunas críticas sobre su poca experienci­a en un banquillo. Y sigo sin tener experienci­a. Pero al final uno sigue su instinto. Mi objetivo es ayudar a que los chicos puedan jugar un día en Primera División.

¿Usted se ve en el Camp Nou?

Yo creo que en la vida hay que tener objetivos. Acabo de empezar y ya veremos si se me da bien. Y si no, pues seguiré trabajando.

¿Tenía claro que quería ser entrenador?

Cuando era jugador se me daba bien ayudar al compañero a ubicarse. Era una extensión del entrenador dentro del campo así que decidí aprovechar esta faceta.

¿Qué técnicos son sus referentes?

He tenido a grandes entrenador­es como La Volpe, Guardiola, Rijkaard, Deschamps o Hugo Sánchez. Intento aplicar lo bueno y ahorrarme lo malo.

¿Lo malo?

Unos trabajaban más los aspectos futbolísti­cos y otros los mentales. Yo intento ser equilibrad­o.

Hábleme de Laporta.

Su directiva me brindó la oportunida­d de venir en el 2003. Ahora lo ha vuelto a hacer. Con Laporta se consiguen cosas importante­s.

¿Entonces el Barça ha vuelto?

Está en ello. Han hecho un esfuerzo muy grande para crear una plantilla muy competitiv­a. Ahora hay que ir partido a partido.

Usted costó 5 millones de euros. Ahora es impensable.

Todo sube de precio, igual que la vida. Seguro que los jugadores en una época anterior a la mía eran más baratos.

La vocación “Cuando era futbolista yo ya era una extensión del entrenador dentro del campo”

¿Cómo recuerda su salida?

Sentí mucha satisfacci­ón. Me quedaba un año de contrato pero no quería quedarme a cobrar. Me fui

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