El catalán Lluc Crusellas se corona como mejor chocolatero del mundo
Victoria del joven talento de Santa Eulàlia de Riuprimer en el World Chocolate Masters de París
El catalán Lluc Crusellas, de 26 años, se coronó ayer en París como mejor chocolatero del mundo. El joven de Santa Eulàlia de Riuprimer, cerca de Vic, se impuso en el World Chocolate Masters, por delante de los representantes de Francia y Grecia, que ocuparon, respectivamente, el segundo y tercer lugar.
La competición, muy exigente, se prolongó durante tres días en el recinto ferial de la capital francesa e incluyó diversas pruebas para demostrar el talento, la versatilidad y, sobre todo, la ambición innovadora. Los aspirantes, que se entrenaron durante dos años, debieron preparar una escultura de gran tamaño y otra pequeña, un capricho de fin de comida, un petit four, un postre y un bombón.
El torneo de París, celebrado durante el Salón del Chocolate y bajo el patrocinio principal de un fabricante legendario del sector, Cacao Barry, reunió a especialis
tas de 18 países, todos hombres excepto la italiana Anna Gerasi.
“Creo que entendiste perfectamente el espíritu de la competición mundial –dijo el presidente del jurado, el suizo Amaury Guichon–. Buscamos una técnica innovadora, que aportéis algo
a la nueva generación de pasteleros y maestros chocolateros que vendrá después de vosotros”. Guichon elogió el hecho de que el vencedor prescindiera por completo de azúcar –mediante la utilización de enzimas, y que introdujera métodos para reciclar
productos muy comunes en cualquier cocina, como los bollos. “Tienes una gran visión –concluyó Guichon–. Lo que haces es lo que a mí me encanta. Es directo, es limpio, habla por sí mismo”.
El chocolatero catalán también obtuvo el premio del público al mejor escaparate. Su espectacular elefante fue la estatua de gran tamaño que más puntuó en el primer día de la competición. Quiso ser un mensaje ecologista.
La trayectoria de Crusellas comenzó cuando tenía 17 años y estudiaba todavía el bachillerato. Su pasión por los postres nació mientras trabajaba, en verano, en el restaurante de Nandu Jubany. Su formación posterior como pastelero se desarrolló en las escuelas Espai Sucre y Hoffmann, sucesivamente, y luego, ya como profesional, en La Pastisseria Barcelona de esta ciudad, y El Carme Pastisseria y Pa Vic, de la capital de Osona. Entre
El jurado valoró su técnica innovadora, su renuncia al azúcar y el reciclado de productos
sus maestros destacan, entre otros, Eric Ortuño y Josep Maria Rodríguez.
Para llegar a la cima en el arte del chocolate no solo es necesaria el virtuosismo, innato y aprendido, sino dominar los métodos de producción y de organización. En su caso, Crusellas trabaja con un equipo de arquitectos, diseñadores y expertos en impresión 3D.
Muy emocionado, tras una gala que parecía propia de Hollywood o de Eurovision, Crusellas se dirigió en catalán a la familia y amigos que lo acompañaban, y a todos los que siguieron la ceremonia vía internet.c