El Parlament evidencia la soledad de ERC como único apoyo del Govern
PSC, comunes y la CUP se unen a Junts para constatar la pérdida de confianza de Aragonès
El divorcio entre ERC y Junts en el Govern se certificó ayer, una vez más, en el Parlament, que evidenció la soledad de un Ejecutivo que cuenta con el único apoyo de los 33 diputados republicanos desde la abrupta salida de los posconvergentes.
Los antiguos socios son ya adversarios declarados y Junts sometió a votación una moción cuyo único punto constataba “la pérdida de confianza de la mayoría” que permitió la investidura de Pere Aragonès.
Socialistas, comunes y la CUP se sumaron a la iniciativa, que fue aprobada por 78 votos a favor, mientras que ERC se abstenía, junto a Ciudadanos y PP, con la intención de mostrar que la mengua de apoyos del president es el resultado del abandono de Junts, en función del criterio de su militancia, y no de la gestión del Govern, en el que los consellers posconvergentes hubieran deseado seguir.
El portavoz de Junts, Josep Rius, fue el encargado de defender la moción, ideada para señalar a Aragonès como el presidente del Govern “más débil de la historia reciente” y reprochar a ERC que se haya quedado “sola” por “no cumplir los acuerdos” y “no ser de fiar”.
Descartada la cuestión de confianza que le reclamaban sus exsocios con el argumento de que generaría inestabilidad, los republicanos trataron de defenderse con la introducción de enmiendas destinadas a achacar a Junts la precaria minoría en la que se halla el Govern. “Ni se les ha echado ni se les ha expulsado. Se han inventado una consulta interna para justificar su salida”, replicó la portavoz de ERC, Marta Vilalta.
Los socialistas pusieron el dedo en la llaga del Govern, cuya debilidad se ha visto recientemente reflejada en el rechazo de algunas leyes y la retirada de iniciativas parlamentarias para no perderlas. “Aragonès tiene que decidir qué quiere hacer”, advirtió la portavoz del PSC,
Alícia Romero, que instó al president a buscar nuevos aliados para aprobar los presupuestos.
Los comunes también se preguntaron qué propone ERC para Catalunya tras la ruptura con Junts y se ofrecieron para negociar las cuentas. “Ante sus peleas, nuestras esperanzas y nues
tras realidades”, dijo David Cid.
La CUP secundó la moción sin dejar de marcar distancias con sus promotores por cuanto se “doblegan a los intereses oligárquicos de Madrid” en proyectos como la ampliación del aeropuerto, según afeó Dolors Sabater a la bancada de Junts.
Por su parte, Ciudadanos instó a presentar una moción de censura en lugar de la “ridícula”, así la calificó Anna Grau, debatida ayer. Y la portavoz del PP, Lorena Roldán, manifestó sentir la misma desconfianza hacia el Govern en solitario de ERC que hacia el anterior, de coalición con Junts.c
Junts acusa al Govern de “no cumplir” y “no ser de fiar”, y pide que Aragonès plantee una cuestión de confianza