Cisco instalará en Barcelona su primer centro de diseño de chips en Europa
El anuncio llega tras meses de negociaciones entre el Gobierno y la empresa
En el mundo actual, los microprocesadores son imprescindibles, forman parte de nuestra vida diaria de forma indisoluble. Todos los necesitamos, pero solo unos pocos los fabrican, y la mayoría de estos fabricantes están situados en Asia, lo que origina una dependencia que tiene un alto precio. Es lo que la Unión Europea intenta corregir con su ley de Chips y España con su Perte de microelectrónica y semiconductores.
Un esfuerzo que ayer dio resultado: el anuncio de una de les grandes empresas norteamericanas de telecomunicaciones, Cisco Systems, de que instalará en Barcelona un centro de diseño de chips. Será, además, el primer centro de diseño de semiconductores que el gigante norteamericano abra en la Unión Europea, una decisión que llega después de meses de negociaciones intensas entre la empresa y el Gobierno.
“España se está convirtiendo en un actor clave para lograr el objetivo de la UE de alcanzar el 20% del mercado mundial de chips en el 2030. Hemos aprobado el Perte de microchips y contamos con la hoja de ruta, las reformas y los incentivos para atraer talento y consolidar el actual ecosistema español”, declaró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de entrevistarse con el presidente y consejero delegado de Cisco Systems, Chuck Robbins.
Cisco ya tiene en Barcelona un centro de datos y la planta de diseño desembarcará inicialmente en las mismas instalaciones, aunque queda aún por concretar tanto el montante de la inversión, el número de personas empleadas y la cantidad de ayudas que recibirá. Son decisiones que se tienen que cerrar en las próximas semanas, y que permitirán avanzar en la línea marcada por la Unión Europea de llegar a fabricar uno de cada cinco chips que haya en el mercado en el 2030.
El anuncio realizado ayer es la culminación de una serie de reuniones que se iniciaron en el Foro Económico de Davos en mayo, cuando Sánchez se entrevistó con los gigantes de los semiconductores, en concreto con los consejeros delegados de Cisco, Intel, Micron y Qualcomm. En aquel momento, el presidente español se presentó con el aval del Perte que acababa de aprobar ese mismo día su Gobierno para intentar convencer a esas empresas de invertir en España.
“Nos ha costado sudor y lágrimas, ha sido como pasar una opo
sición”, indican fuentes de Moncloa, que añaden que desde el encuentro de Davos se han multiplicado las reuniones con las empresas. Ha habido negociaciones con otras empresas que no han funcionado, pero con Cisco ha habido más entendimiento.
Hace tres semanas, la empresa envió una misión de técnicos a España para explorar el terreno y verificar si las condiciones eran las óptimas para establecer aquí su centro de diseño. Se reunieron con media docena de ministerios, varias universidades y muchos especialistas, para determinar si era el lugar adecuado para aterrizar en Europa. La Generalitat también se incorporó en estos contactos y ayer celebró la decisión. “Se trata de una inversión altamente estratégica que tendrá un fuerte impacto par acelerar la actividad de I+D en Catalunya vinculada a los semiconductores, dinamizar la industria local y captar nuevos proyectos de inversión extranjera de este sector”, manifestó la Generalitat.
Tres fueron los frentes que más interesaron a Cisco. Por un lado, el talento que podían encontrar en España, con análisis del número de ingenieros disponibles actualmente, los que lo estarían en el futuro y los que saldrán de las universidades. Además, también han jugado a favor las facilidades que ofrece la ley de Startups, que da todo tipo de incentivos, especialmente fiscales, para la llegada de personal extranjero cualificado.
Otro elemento clave ha sido el Perte de microelectrónica y semiconductores que, con una dotación de 12.250 millones de euros, tiene el presupuesto más elevado de los once proyectos estratégicos aprobados por el Gobierno dentro del plan de recuperación. La existencia y dotación de este Perte muestra la voluntad política de crear un ecosistema favorable para el desarrollo de los chips y garantiza un apoyo económico importante.
Además, también ha sido determinante en la elección de la capital catalana la existencia del Barcelona Supercomputing Center, un centro de primera línea internacional en la supercomputación.
La potenciación del diseño de chips es uno de los tres elementos en que se basa el Perte. En total, el plan estratégico destinará 1.330 millones de euros a potenciar empresas que diseñan semiconductores. Otro puntal es el refuerzo de la capacidad científica, mientras que la parte del león se la lleva la construcción de plantas de fabricación, con 9.350 millones.
El objetivo del Perte chip es que Europa deje de ser totalmente dependiente de Asia en el suministro de semiconductores. Actualmente, Taiwán, Corea del Sur, Japón y China suman cerca de un 80% de la producción de chips, mientras que Estados Unidos se queda en un 12% y Europa, aún más rezagada, solo un 8%. Consciente del retraso, la UE se ha fijado el objetivo de llegar al 20% en el 2030. Dado que en ese plazo la demanda se va a duplicar, el esfuerzo que se requiere supondrá multiplicar por cuatro la capacidad de producción. Es por ello que todos los países europeos están buscando y ofreciendo incentivos para que se instalen plantas de fabricación en sus territorios.c
Las condiciones de la empresa eran disponer de ingenieros, universidades y un buen ecosistema
El Barcelona Supercomputing Center ha sido un aval añadido para la elección de la ciudad