La Vanguardia (1ª edición)

EE.UU. y China despliegan su rivalidad en Asia

Biden asiste a la cumbre de la Asean antes de su cara a cara con Xi

- Ismael arana Hong Kong. Correspons­al

Cuando Joe Biden aterrice hoy en Camboya para asistir a la cumbre anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean, por sus siglas en inglés) se convertirá en el primer presidente estadounid­ense en realizar este viaje desde el 2017. En un momento de creciente tensiones con China, el americano aspira a ganar puntos e impulsar sus lazos con la región, que cae bajo el ámbito de influencia directa de Pekín. Tras este calentamie­nto, el plato fuerte llegará el próximo lunes, cuando Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, mantengan en Bali su primer cara a cara físico como presidente­s en los prolegómen­os de la cumbre del G-20.

Es la segunda vez este año que Biden viaja a la zona (en primavera visitó a sus aliados Corea del Sur y Japón) y el segundo encuentro con los líderes de la Asean, a los que en mayo prometió durante una reunión en Washington 150 millones en ayudas para infraestru­ctura, seguridad y otros campos. Una cifra importante pero que palidece al lado de los 1.500 millones de dólares prometidos el año pasado al bloque por China tan solo como ayuda contra la pandemia.

Históricam­ente, la Asean -integrada por Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Vietnam y Birmania- ha tratado de mantener el equilibrio entre ambas superpoten­cias, y sus miembros tienen a gala principios como la búsqueda del consenso, evitar las críticas entre sí y mantener su independen­cia para relacionar­se con diferentes actores en pos de sus intereses.

Sobre el papel, China parece gozar de una mayor influencia, sobre todo gracias a su poderío económico: es el mayor socio comercial desde hace 13 años del bloque, con un comercio bidireccio­nal que superó los 500.000 millones de dólares este año, según Bloomberg. Además, las economías de algunos países como Camboya o Laos están fuertement­e condiciona­nes das por los préstamos concedidos por Pekín en el marco de la Nueva Ruta de la Seda, que han servido para financiar megaproyec­tos de infraestru­cturas como puertos y líneas de tren de alta velocidad.

Aún así, la creciente asertivida­d de la política exterior china bajo Xi, con las maniobras en

torno a Taiwán, la creación de bases militares en aguas del mar de China Meridional o su negativa a aceptar un “código de conducta” en las áreas en disputa, ha generado gran malestar entre algunos de sus integrante­s. Esa beligeranc­ia es explotada por Washington, que se promociona como garantía de unas aguas libres y seguras. En los últimos tiempos, países como Indonesia o Filipinas se han mostrado favorables a incrementa­r la compra de armamento americano o realizar maniobras conjuntas, aunque siempre con cuidado para no irritar al gigante asiático.

En relación con estas presio

para tomar partido, el ministro de Exteriores singapuren­se, Vivian Balakrishn­an, defendió la semana pasada la neutralida­d del bloque. “Los miembros de la Asean, incluido obviamente Singapur, quieren mantener buenas relaciones con EE.UU. y Pekín (...) No estamos interesado­s en líneas divisivas en Asia. No nos hagan elegir. Rechazarem­os elegir”, indicó. Otros de los asuntos que se tratarán en la cumbre sobre los que difieren Pekín y Washington son la crisis en Birmania, con la junta militar golpista acantonada en el poder con la aquiescenc­ia de Moscú y Pekín, o la guerra en Ucrania.c

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático ha tratado de mantener siempre un equilibrio

 ?? Susan Walsh / AP ?? Joe Biden y Xi Jinping hablaron en un encuentro virtual en noviembre del año pasado
Susan Walsh / AP Joe Biden y Xi Jinping hablaron en un encuentro virtual en noviembre del año pasado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain