Siembra y rap contra narcos y paramilitares
Agroarte fusiona disciplinas en Colombia por la supervivencia de la memoria
“Luchamos por la supervivencia de la memoria de nuestra comunidad”, así lo cuenta el AKA a La Vanguardia. El rapero es miembro fundador de Agroarte, un proyecto nacido en la Comuna 13 de Medellín (Colombia). El objetivo es tejer una comunidad fuerte, ocupando “espacios de miedo”, mediante la siembra y el rap. Actualmente, la parte urbana de San Javier (barrio de la Comuna 13) ha mejorado notablemente su calidad de vida y su protección respecto a los cárteles de la droga gracias a Agroarte.
Todo empezó con la guerra urbana que devastó este distrito de Medellín entre el 2001 y el 2003.
Los paramilitares, la policía y el ejército se organizaron para “limpiar” el barrio de narcotraficantes, y las guerrillas urbanas no pudieron hacer frente a la ofensiva estatal. Durante dos años se ejecutaron homicidios y detenciones aleatorias, y se instaló en las afueras de la ciudad la gran sombra de la guerra: la Escombrera, la fosa común más grande de Antioquia.
Allí se enterraron clandestinamente a “personas detenidas, torturadas y ejecutadas” por el Estado, manifiesta Agroarte. En el 2002, los habitantes del campo se empezaron a organizar y “gracias a la siembra, empezamos a resistir a la Escombrera”, recuerda el AKA. Aunque las familias campesinas resistieron, las amenazas estatales empezaron a materializarse. “A muchos nos hicieron seguimientos,
ejercieron presiones sobre nuestras familias, llegaron a dispararnos en nuestras casas… Así que nos vimos obligados a abandonar nuestros hogares”, explica el rapero. Entonces se produjo el éxodo hacia la parte urbana de la Comuna 13.
Con las nuevas alianzas comunitarias, empezaron a ocupar los espacios que antes estaban dominados por los cárteles. Las armas de la gente: el huerto, el rap y la pintura mural. Así se gestó el proyecto
Hip Hop Agrario, gracias al cual más de trescientos jóvenes han podido componer sus primeros temas y han aprendido a articular sus propios discursos. Además, también se fomenta el proceso de renovación generacional y con el proyecto Semillas del Futuro se trabaja el compromiso con el barrio para que los más jóvenes vayan aprendiendo a liderar procesos comunitarios.
Además de su clara vocación local, Agroarte cruza fronteras. Así fue como el pasado 28 de octubre el AKA y la videoartista Katerin D Franco protagonizaron la presentación de la serie web Desde la otra orilla del recuerdo, en el Espai Associatiu Lola Anglada de Barcelona. “La memoria es un proceso orgánico por el que se justifica la organización comunitaria en los barrios”, explica la creadora de la serie, Katerin D Franco. Así concibió el proyecto documental, en el que personas desconocidas mantienen una correspondencia manuscrita de manera anónima en la que comparten recuerdos y vivencias. Hasta la tercera carta no desvelan su identidad y la sorpresa es que muchos de ellos nunca hubieran hablado ni compartido nada de haber sabido quién eran desde un principio.
Ni el AKA ni el proyecto de Agroarte pierden la esperanza y siguen luchando para visibilizar su historia y tejer una comunidad fuerte en el territorio. “Nosotros contamos nuestra historia y, paralelamente, nos enfrentamos al Estado. Por eso hacemos las canciones, por eso sembramos y por eso levantamos las historias, para que vuelva la memoria y ojalá no se borre nunca del territorio”, finaliza el rapero.c