Cadena perpetua para dos rusos y un ucraniano por el derribo del MH17
Moscú cuestiona la imparcialidad del juicio y se niega a entregar a los acusados
Tres culpables, un sospechoso absuelto y cero detenidos. La justicia neerlandesa condenó ayer a cadena perpetua a dos ciudadanos rusos y a uno ucraniano por el derribo del vuelo comercial MH17 de Malaysia Airlines “con un misil Buk desde un campo agrícola” al este de Ucrania el 17 de julio del 2014, en plenos combates entre los rebeldes prorrusos y las fuerzas ucranianas. El juicio, que ha durado dos años y medio, se ha celebrado en rebeldía. A pesar de las múltiples órdenes de arresto emitidas, ninguno de los acusados está detenido.
El avión, que cubría la ruta de Amsterdam a Kuala Lumpur, se desplomó en pleno vuelo hecho pedazos, provocando la muerte de los 283 pasajeros y los 15 miembros de la tripulación que viajaban en él; la mayor parte de las víctimas eran de nacionalidad neerlandesa. Cientos de familiares permanecían ayer concentrados a las puertas del tribunal cuando su presidente, Hendrik Steenhuis, leyó la sentencia que declaró a los rusos Ígor Strelkov Guirkin y Serguéi Dubinski, y el ucraniano Leonid
Jarchenko, culpables del derribo del avión y del “asesinato” de las 298 personas. Un cuarto sospechoso, de nacionalidad rusa, que sí se presentó al juicio, ha resultado absuelto.
El tribunal sostiene que los tres
condenados estuvieron directamente implicados en el despliegue del lanzador de misiles Buk utilizado para el ataque. Guirkin y Dubinski tenían “roles de alto nivel y coordinación del operativo”, mientras Jarchenko estuvo “directamente
involucrado” en el derribo. Los fiscales se apoyaron en conversaciones telefónicas y vídeos para demostrar cómo el lanzador fue transportado de Rusia a Ucrania. El misil fue disparado desde Pervomaiski, una localidad ocupada por las fuerzas rusas en una zona donde los combates eran particularmente intensos.
Tras perder el contacto con la torre de control a pocos kilómetros de la frontera rusa, el Boeing 777 cayó en las inmediaciones de Hrabove, en el Donetsk. Sus restos aparecieron dispersados en un radio de más de 10 kilómetros, lo que indicaba que había estallado en pleno vuelo. Cuando se supo que un avión comercial había sido derribado por error, los condenados llevaron el lanzador de vuelta a Rusia “con la esperanza de evitar la protesta internacional”.
La investigación judicial no ha permitido establecer, sin embargo, quién dio la orden de disparar.
El juez afirma que el avión fue derribado por un misil ruso al este de Ucrania en un ataque que causó 298 muertos
Rusia ha evocado todo tipo de teorías, no sustanciadas, para negar su responsabilidad y ayer negó la imparcialidad del proceso.
“Este es un paso más en la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas y sus seres queridos”, dijo el primer ministro Mark Rutte de la sentencia, que aún no es definitiva. Una investigación internacional concluyó en el 2015 que la tragedia podía haberse evitado, pues había “razones de sobra para, por precaución, haber cerrado el espacio aéreo” en la región.c