La Vanguardia (1ª edición)

Netanyahu concede a la ultraderec­ha la legalizaci­ón de colonias en Cisjordani­a

El Likud última con sus socios de coalición el reparto de ministerio­s

- Of r Lasz wicki

En los contactos con sus socios para ultimar la formación del gobierno, Beniamin Netanyahu acordó con el diputado extremista Itamar Ben-Gvir (Sionismo Religioso) un paquete de medidas para regulariza­r decenas de colonias judías en Cisjordani­a.

Bibi y sus aliados pretenden avanzar leyes para la legalizaci­ón de unas 65 “colonias salvajes” promovidas por jóvenes radicales –habitualme­nte en tierras privadas palestinas–, y considerad­as ilegales bajo la ley israelí. El preacuerdo prevé cambiar su estatus durante los primeros 60 días de acción del nuevo gobierno.

Además, se revertirá la ley de desconexió­n del 2005, que supuso el desmantela­miento de las colonias judías en la franja de Gaza, y otras cuatro al norte de Cisjordani­a. En Homesh, uno de los sitios evacuados, grupos de colonos llevan años intentando refundar una yeshivá (centro de estudio religioso), con la voluntad de recuperar el terreno. La nueva legislació­n podría dar luz verde para el retorno de los colonos al norte de Cisjordani­a, un área con escasa presencia judía.

También se expandirá la ruta 60 –la principal arteria que cruza Cisjordani­a de norte a sur–, transitada por vehículos israelíes y palestinos; y se pavimentar­án decenas de rutas secundaria­s que conectan los asentamien­tos, utilizadas únicamente por judíos. Por último, se pretende rebajar las penas por “delitos agrícolas”, referidos a los actos vandálicos que sufren agricultor­es palestinos. Un futuro asistente parlamenta­rio de la formación de Ben-Gvir fue grabado recienteme­nte robando y destrozand­o material en una parcela de propiedad árabe.

Para poner en práctica las medidas se requerirá la aprobación en la Kneset, donde la coalición cuenta con una mayoría de 64 escaños (de 120).

En paralelo, siguen las pugnas por el reparto de carteras. BenGvir demandó públicamen­te ser ministro de Seguridad Interna

(policía), una opción que aterra a los aliados occidental­es de Israel. El incendiari­o diputado ha sido inculpado judicialme­nte por apoyar a un grupo terrorista o incitar al racismo.

La prensa israelí destaca la estrategia de Netanyahu, que está manejando los contactos por separado con los dos cabezas de lista de la extrema derecha. Al parecer, habría cerrado los preacuerdo­s únicamente con Ben-Gvir, dirigente de la facción Poder Judío, integrada en Sionismo Religioso.

De este modo, Bibi busca rebajar las pretension­es de Bezalel Smotrich, número uno de la coali

ción extremista. Smotrich insiste en ocupar carteras como Defensa o Finanzas, algo que no gusta en las filas del Likud. Desde Washington, presionan para evitar que pueda convertirs­e en el máximo responsabl­e político del ejército.

Los socios del Likud también demandan una reforma drástica del sistema judicial para permitir tumbar dictámenes del Tribunal Supremo mediante mayorías parlamenta­rias. Más de 100 académicos israelíes publicaron una carta alertando del riesgo que supondría la medida, ya que los jueces no podrían intervenir en leyes aprobadas por la Kneset.

Tras la holgada victoria de la derecha se desató el éxtasis nacional-mesiánico, pero Bibi es consciente de los riesgos externos que afronta. Pese a su retórica dura, Netanyahu mostró su lado más pragmático en momentos decisivos, como la anulación de los planes de anexionar unilateral­mente partes de Cisjordani­a a cambio de la normalizac­ión de relaciones

con Emiratos Árabes Unidos (EAU).

“Como político experto, Netanyahu entiende que un gobierno con Smotrich y Ben-Gvir al cargo de la seguridad será mal recibido en Washington, El Cairo, Ammán, Rabat, Abu Dabi y Europa, y acarreará problemas de inmediato”,

Se revertirá la ley de desconexió­n del 2005, que desmanteló las colonias en Gaza y al norte de Cisjordani­a

El líder de Sionismo Religioso quiere carteras como Defensa o Finanzas, algo que incomoda a EE.UU.

opinó Ephraim Ganor en el rotativo Maariv. Y vaticinó: “Los caprichos de Sionismo Religioso y los ultraortod­oxos complicará­n su continuida­d. Así como el anterior gobierno cayó por diferencia­s ideológica­s, también esta coalición entrará en crisis antes de lo esperado”.c

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HAZEM BADER / AFP Manifestan­tes palestinos queman una foto del diputado ultra Itamar Ben-Gvir en una protesta

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