La Vanguardia (1ª edición)

Agendas cruzadas

- Fèlix Riera

La derogación del delito de sedición por desórdenes públicos agravados va a ser posible gracias a que se han cruzado las agendas del PSOE, Unidas Podemos y ERC para converger y avanzar en sus proyectos políticos. Las tres fuerzas políticas basan su futuro en conseguir relacionar­se buscando el momento clave para cruzar sus agendas políticas, sacando partido a sus coincidenc­ias ideológica­s y adaptándos­e aunque tengan objetivos políticos opuestos.

Las agendas se han cruzado en un momento decisivo de la legislatur­a en el que tanto el Gobierno español como el catalán necesitan estabilida­d, aunque sea a costa de abrir una crisis política y judicial para mantener vivas ambas legislatur­as. Con el acuerdo suscrito, ninguno de los partidos ha traicionad­o a sus votantes, ni a buena parte de la sociedad española y catalana, ya que, desde el inicio de la legislatur­a, ambos gobiernos abrieron la vía de los indultos, que ya se han producido, de la amnistía, que no es posible desarrolla­r, y de la derogación del delito de sedición y la reforma penal de la malversaci­ón, que ahora se ha puesto en marcha. La derogación del delito de sedición sitúa al PSOE como la única fuerza política española con capacidad para pactar y gobernar con el independen­tismo político.

El aspecto central de lo pactado entre el Gobierno de España y el Gobierno de la Generalita­t se basa en que el PSOE y Unidas Podemos están en condicione­s de seguir asumiendo el coste de las exigencias de ERC y, por su parte, ERC está preparada para no rechazar lo que realmente se les puede conceder.

Asistimos, más allá de las objeciones judiciales que se están planteando, al impulso de una iniciativa política del Gobierno español que pretende, por la vía de los hechos, situar al independen­tismo político dentro del juego parlamenta­rio español. Del mismo modo, el Gobierno catalán busca establecer una relación con los partidos políticos basada en plasmar sus exigencias independen­tistas. Hoy las agendas de los tres partidos de gobierno se cruzan; muy probableme­nte veremos que en el futuro se separarán y colisionar­án, como ocurre siempre en la política.c

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