Un thriller de espías para Zhang Yimou
El cineasta chino se estrena en el género con ‘Cliff Walkers’, ambientada en los años 30
Asus 71 años recién cumplidos, Zhang Yimou está más activo que nunca. Además de dirigir cine, este febrero se puso al mando de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín. Si Un segundo fue la encargada de inaugurar el festival de San Sebastián en el 2021, Cliff Walkers –que estrena hoy en la cartelera española– participó en la sección oficial del Festival de Sitges. Este thriller de espías ambientado en los años 30 del pasado siglo en los nevados acantilados del estado títere de Manchukuo, representa su primera incursión en el género.
A través de una puesta en escena visual apabullante, el veterano autor de títulos como Sorgo rojo, La linterna roja o La casa de las dagas voladoras, pone imágenes al relato escrito por Yongxian Quan sobre un grupo de espías del Partido Comunista Chino (Zhang Yi, Qin Hailu, Zhu Yawen y la joven Liu Haocun) que, tras ser entrenados por la Unión Soviética, regresan a su país y se embarcan en una misión secreta. Pero son traicionados y se verán envueltos en una compleja trama de engaños de la que será difícil salir con vida. “Me encontré el guion de Yongxian Quan por casualidad y en aquel momento simplemente no tenía un material ideal a mano, por lo que decidí rodar esta historia. Soy un director profesional y normalmente quiero leer buenos guiones, pero las opciones son limitadas.
El filme narra un periodo de la historia y revisarlo nos ayudará a evitar que se repita en el futuro. Desearía que en adelante, los pueblos de China y Japón tengan una amistad que dure generaciones”, comenta el realizador sobre el origen de su nuevo trabajo.
“Desearía que, en adelante, los pueblos de China y Japón tengan una amistad que dure generaciones”
Para Zhang Yimou “la mayoría de las películas históricas hablan de acontecimientos poco conocidos. No obstante, si fueran inventadas o relataran hechos que no forman parte de la historia real, no supondría un impedimento para que los espectadores las disfrutaran. Con que estén bien he
chas ya es suficiente. La contribución que hace el cine para recordar la historia es muy importante”. La nieve es otra protagonista más del relato, bellamente filmada. “El entorno visual de esta película se centra en la crueldad y frialdad de los copos de nieve y del viento gélido entre los cuales tienen lugar duras pruebas para la humanidad”.
Cliff Walkers rinde su particular homenaje a Chaplin con la proyección de La quimera del oro en un cine que sirve de punto de reunión secreto para los espías. “¿Qué película irían a ver?, me preguntaba. ¡Está claro, la primera opción sería una de Chaplin! A mí, personalmente, me gusta mucho. Lo que resulta una enorme coincidencia es que en una ocasión, recibí el premio Asia Chaplin Award de la nieta del mismísimo Chaplin”. La película ha obtenido un gran éxito de público en China: “Todos los directores quieren hacer películas entretenidas, nadie quiere hacer algo aburrido. Pero querer rodar una película entretenida y lograr que lo sea son dos cosas distintas”. El mayor reto lo han presentado “el argumento y los giros de la trama para que los espectadores se sientan atrapados por el suspense y que los giros resulten inesperados. En la era de las redes sociales ya no existen secretos en la trama de una historia. Los espectadores son muy listos”, confiesa.
El autor de Hero manifiesta que es mucho más complicado dirigir la gala inaugural de los Juegos Olímpicos que una película: “El escenario de rodaje de una película es, en esencia, el mundo del director. Ahí puedes tomar cualquier decisión por tu cuenta. Pero en unos Juegos Olímpicos hay muchos aspectos involucrados y, como director, debes tener mucha paciencia, compromiso y perseverancia”.
Sobre el futuro de las salas de cine sostiene que le gustaría que tuvieran asegurado “un bello futuro, pero sé que las redes sociales y los medios de comunicación han dado un gran golpe a las salas y no cesan de robarles espectadores. No tengo forma de conocer el futuro, pero aunque no creo que las salas de cine desaparezcan, sí me temo que tendrán que cambiar de forma para sobrevivir”.
Tras cuatro décadas en un oficio que cuida de forma artesanal, confiesa que lo que le motiva para seguir narrando historias es “la pasión. Cuando algo te gusta, tienes energía infinita, no te importan ni los problemas ni el cansancio”. Y como muestra de ello, ya ha rodado este año dos nuevos largometrajes, y