El nuevo responsable de FTX denuncia fallos internos sin precedentes

De una quiebra a otra: ¿la de FTX es peor que la de Enron?. “El fracaso total de los controles corporativos en la empresa no tiene precedentes”, según declaró ayer el nuevo máximo ejecutivo, John J. Ray III, que tiene una carrera de más de 40 años en reestructuraciones, incluyendo la supervisión de la liquidación de Enron.

El directivo citó los pobres controles internos y el mantenimiento de registros de la firma, que ha protagonizado el mayor colapso financiero en el mercado de gestión de criptoactivos.

“Desde la integridad de los sistemas comprometidos y la defectuosa supervisión reglamentaria en el extranjero hasta la concentración del control en manos de un grupo muy pequeño de individuos inexpertos, poco sofisticados y potencialmente comprometidos, esta situación no tiene precedentes”, añadió Ray.

Mientras tanto, ha empezado la búsqueda del dinero en efectivo y de las criptomonedas de la compañía para intentar localizar los recursos financieros. Pero está siendo una batalla difícil. Hasta ahora solo se han podido recuperar unos 740 millones de dólares, una mínima parte. Los abogados estadounidenses que asesoran a la plataforma dijeron ayer en una presentación judicial que el fundador de FTX y hasta ahora máximo ejecutivo, Sam Bankman-Fried, está socavando los esfuerzos con “tuits incesantes y perturbadores”.

FTX “no mantuvo un control centralizado de su efectivo” ni una lista precisa de las cuentas bancarias y los firmantes de las cuentas, ni prestó suficiente atención a la solvencia de los socios bancarios, según Ray.

Ayer se supo que el treinteañero Bankman-Fried y otros dos altos ejecutivos de FTX recibieron préstamos descomunales de su brazo comercial afiliado, Alameda Research, valorados en unos 4.100 millones de dólares, para llevar operaciones no siempre relacionadas con la gestión de activos.

Ray también señaló que es difícil encontrar registros duraderos de la toma de decisiones: Bankman-Fried se comunicaba a menudo a través de aplicaciones que se autoborraban en poco tiempo y pedía a los empleados que hicieran lo mismo.

Asimismo, los fondos corporativos de FTX Group se utilizaron para comprar casas y otros artículos personales para los empleados, dijo Ray. Algunos de los bienes inmuebles estaban registrados a nombre personal de los empleados y de los asesores de FTX. También hay una batalla de competencias: la empresa quiere estar sujeta a los tribunales de Bahamas, donde tiene la sede. Un paraíso fiscal.c

La plataforma de criptomonedas usó los fondos para comprar casas a empleados y directivos