“Detrás hay gente mala, con malas intenciones”
Durante años, Masih Alinejad tuvo que reprimir sus rizos.
Su melena, hoy liberada, semejante a una corona o un halo divino, es la imagen de un pronunciamiento político global y un grito de lucha.
Desde que en septiembre Mahsa Amini, de 22 años, detenida por llevar mal puesto el velo cuando visitaba Teherán y fallecida en custodia de la policía de la moral, las protestas no han cesado en Irán. Alinejad, desde el destierro, es el rostro y la voz internacional de las mujeres de su país que protestan en las calles y que son golpeadas y encarceladas, cuando no peor, por atreverse a quitarse los pañuelos obligatorios en su vestuario y mostrar su pelo, una verdadera arma revolucionaria.
Junto a otras tres activistas iraníes en el exilio, la pasada semana fue recibida por el presidente francés Emmanuel Macron. “En mi encuentro bilateral con el presidente francés, le he dicho que lo que está ocurriendo en Irán es una revolución y Francia puede ser el primer país que lo reconozca”, tuiteó tras la recepción.
Masih Alinejad, periodista y escritora de 46 años, se vio obligada a escapar de su tierra natal en el 2009, una vez que le revocaron su pase de prensa.
Se refugió en Nueva York. No era la meta de llegada, ni el fin del peligro. Se instaló en Brooklyn y ahí inició su denuncia exterior contra las leyes sobre el velo (hiyab) con el lanzamiento en el 2014 de su página en Facebook titulada My stealthy freedom (mi libertad sigilosa), en la que muestra imágenes de mujeres iraníes disfrutando de esos momentos en que puede descubrir su cabello.
A partir de esta iniciativa, su labor ha contribuido a la campaña de desobediencia que no pasó por alto a las autoridades de la república islámica. En
Irán, su madre, de 70 años, ha recibido “advertencias”, su hermano sufrió arrestó y su hermana tuvo que aparecer en televisión denunciado sus actividades en el extranjero.
Y en la Gran Manzana, un tribunal imputó hace poco más de un año a cuatro iraníes por urdir su secuestro. Los cuatro han evadido por ahora la acción de la justicia por encontrarse en su país. Entre estos figura Alireza Shavaroghi Farahani, uno de los responsables del servicio de inteligencia del régimen.
A un quinto acusado lo detuvieron en California. Si bien se consideró que apoyó el secuestro, se cree que no formaba parte de la operación.
El FBI desbarató la trama criminal antes de que se cumpliera su objetivo. Como se dice, sin comerlo ni beberlo, en la operación policial colaboró Michael McKeever, detective privado neoyorquino de 71 años y una larga carrera en su profesión.
“Me siento un poco héroe, solo tuve buenas intenciones”, bromea en una entrevista realizada dentro de su coche (Toyota), en un ambiente bajo su control, no sea que de nuevo sea víctima de un engaño.
McKeever, cuyo apellido daría mucho juego en una serie de televisión, no se sorprendió al recibir en julio del 2020 un email (el correo está en su web), en el que un tal Kiya Sadeghi le planteó un encargo.
“Contacto con usted en nombre de unos clientes de Dubai por una persona que ha huido para evitar el pago de una deuda”, apuntó en su texto. Un caso como tantos a la búsqueda de un moroso. Algo habitual, en línea con la tendencia actual de “los romances online”. Cuenta que hace un par de días recibió una petición de España de alguien que quería saber si una persona que había conocido por internet era tal como decía ser.
Lo que le solicitaron desde Dubai tampoco era una extravagancia o una rareza. Consistía en algo tan habitual en su oficio como hacer guardia frente a una vivienda de Brooklyn, que resultó ser la casa de Alinejad. Sacar fotos y vídeos, incluidas placas de matrículas, de los que entraran o salieran.
Le insistieron en que la persona no residía en esa dirección, pero que la frecuentaba porque eran sus amigos. Aunque envió
Detectives privados de EE.UU. afrontan el riesgo de que Irán o China les contraten para espiar a disidentes
Algunos, contratados con mentiras, aceptan cooperar con el FBI y son felicitados, pero otros son imputados
fotos y vídeos, le exigían más, que se vieran las caras, “queremos más de esto”. Así que planteó que aportaran otros datos, como el nombre, puesto que de esta manera podría saber si esa persona vivía en el vecindario y todo sería más fácil.
“No quiso. Y tampoco es inusual. En torno al 20% de clientes tiene esta conducta. Hay gente muy reservada”. Desconociendo de qué iba la historia, el detective envió fotografías en las que aparecían Alinejad, su marido, su hijo,...
“Por favor, sea discreto porque están al acecho”, le comentó Sadeghi en un correo.
No lo sabía, pero no estaba solo en ese espionaje. Al cabo de dos meses, un agente del FBI se dirigió a McKeever. “Me aseguró que mi cliente no era quien yo pensaba, que detrás había personas malas, con malas intenciones. Le creí”, confiesa.
Detrás se hallaba el servicio secreto de Irán a la captura de una disidente bulliciosa. A Sadeghi lo identificaron luego en el escrito de acusación como un agente de la inteligencia iraní
Según certificó The New York Times, lo que le ha ocurrido a McKeever no es algo aislado.
A lo largo de la geografía de EEUU., los detectives privados cada vez son más utilizados por un nuevo tipo de clientes, las autoridades de países como Irán o China en su intento de vigilar, acosar, amenazar e incluso repatriar a detractores para pasarles cuentas y silenciarlos.
En los últimos dos años se acumulan las imputaciones y denuncias federales de asuntos en los que investigadores privados resultaron arrastrados en este tipo de complot en Nueva York, California e Indiana. El FBI sostiene que hay otros más.
La mayoría fueron utilizados de manera inconsciente y después cooperaron con las fuerzas de seguridad. Hay unos pocos que han sido imputados.
“Los clientes te pueden mentir por su propio interés, incluso por la razón más mundana”, insiste McKeever. En su indagación hubo un elemento que le dio confianza: la forma de pago.
“Me enviaban el dinero y lo que me convenció es que me especificaban que tal ha puesto tanto, este otro tanto, toda esa pobre gente estafada hacía que fuera más convincente”, reitera.
Una vez que el FBI le abrió los ojos, hizo lo que le dijeron. Continuó con el encargo un par de meses más, periodo en el que los supuestos de Dubái le plantearon incluso que hiciera una retransmisión por streaming si conseguía acercarse a la casa.
Al cabo de un tiempo de desvelarse el intento de secuestro, McKeever recibió una carta del director del FBI, Christopher Wray, dándole las gracias.
Algo muy diferente a lo que le ocurrió a su colega Michael McMahon, de 55 años, convertido en detective privado tras retirarse del cuerpo de la policía de Nueva York. En el 2020 le arrestaron por actuar ilegalmente como agente del Gobierno de China, por los cargos de acoso y conspiración.
Los fiscales alegaron que formó parte del intento de coaccionar a un ciudadano chino, identificado solo en el sumario como John Doe 1, para que regresará a su país.
Los tentáculos chinos son muy largos. Wray avisó esta semana que TikTok plantea problemas de seguridad. Byte Dance, propietaria de la aplicación, está vinculada al ejecutivo del gigante asiático. “El Gobierno chino tiene una gran influencia sobre TikTok”, remarca Aynne Kokas, profesora de la Universidad de Virginia que ha publicado el libro Trafficking data: how China is winning the
entrada de visitantes a la exposición ‘Forjando una nueva era’, que exhibe los progresos de los últimos años en China battle for digital sovereignity.
“China está haciendo un esfuerzo por extender su soberanía digital e incrementar su influencia”, afirma por teléfono. “Hay tres elementos en juego, la desinformación sin mucho control, la posibilidad de modelar comunidades y la vigilancia de individuos”, añade Kokas.
Esa vigilancia facilita dar localizaciones como la que recibió McMahon. Una mujer le encargó desde China, mediante su web, espiar a una persona que había robado dinero a una compañía de construcción. Los fiscales relataron que el detective se implicó en una agresiva campaña de Pekín llamada “operación caza del zorro”. Él lo niega.
Un hombre fue arrestado el pasado julio cerca de la casa de Alinejad. Llevaba un rifle de asalto AK-47. La voz internacional de la disidencia iraní en Nueva York ha tenido que cambiar al menos media docena de veces de residencia.
McKeever nunca ha hablado con ella. Reconoce que le gustaría. “Hay colegas –sostiene– que me han criticado por cooperar con el FBI. A uno que me dijo que nunca lo habría hecho, le contesté: ‘¿Te pones del lado de los iraníes para tratar de reprimir que esta mujer hable? ¡Está en Estados Unidos!’”.c
egún el informe Los gases renovables. Un vector energético emergente, publicado por Fundación Naturgy, el potencial m·ximo de producción de gases renovables en España podría ser equivalente al 65% de la demanda total actual de gas natural, si se impulsara de forma decidida.
Los autores del estudio sostienen que, si España desarrollara todo su potencial de producción, podría llegar a reducir unos 35 millones de toneladas de CO2, es decir, m·s del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para 2030. Este valor equivale al CO2 que emite todo su parque de turismos en un año o el que absorbió toda la superficie forestal de España en 2017.
El gas renovable est· llamado a ser un agente destacado en la descarbonización. Es una energía verde con balance nulo de emisiones, totalmente intercambiable por el gas natural, por lo que puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente y emplearse con las mismas aplicaciones energéticas en hogares, industrias, comercios y también para movilidad en el transporte, contribuyendo a la descarbonización. Adem·s, la producción de gases renovables est· alineada con el recientemente aprobado paquete REPowerEU, el plan europeo para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar en la transición verde. Dentro de este plan, el biometano desempeña una función clave para ir sustituyendo el uso del gas natural en los próximos años.
Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país con m·s potencial de desarrollo de biog·s en Europa, con capacidad para alcanzar un potencial de generación de 137 TWh anuales. Este dato, unido al resto de gases renovables, podría llegar a cubrir el 57% de la demanda total de gas en el medio plazo. Asimismo, con los incentivos adecuados, en 2030 el país podría estar produciendo 20 TWh de biometano, que supondrían el 8% de la demanda convencional (industrial y residencial) de gas natural.
En su apuesta por el desarrollo de nuevas energías que permitan al país aprovechar la calidad y las inversiones realizadas de las redes de suministro de gas actuales, Naturgy trabaja con una cartera de proyectos de conexión de plantas de biometano a sus redes que supondr· la inyección de cerca de 6 TWh/año, liderando el desarrollo en España del gas renovable como uno de los ejes de descarbonización a corto y medio plazo.
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Esto ser· posible, en parte, gracias a una nueva planta de biometano instalada en la explotación ganadera de Porgaporcs, en el municipio leridano de Vila-sana, que inyectar· gas renovable a la red de distribución del grupo en 2023. Allí Naturgy invertir· 1,5 millones de euros para avanzar en su objetivo de que en 2050 todo el gas que circule por sus redes de distribución sea de origen renovable.
Con esta planta de biometano, la segunda de la compañía ubicada en Catalunya, ya son tres las que Naturgy pondr· en operación comercial en España. A partir del próximo verano, la instalación de Vila-sana inyectar· 11,8 GWh/año de biometano a la red de distribución de gas, equivalente al consumo anual de 3.150 hogares. La generación y el consumo de este gas renovable evitar· la emisión a la atmósfera de m·s de 2.450 toneladas de CO2/año, lo que equivale a plantar m·s de 4.900 ·rboles.
La multinacional energética da, de esta manera, un paso m·s en su apuesta por la transición energética, la producción de energía en el ·mbito local y la economía circular, ya que aportar· un gas limpio al sistema energético y contribuir· a la gestión sostenible de los residuos agroganaderos de esta granja leridana.
La primera planta de biometano que la compañía puso en operación se sitúa en la estación depuradora de aguas residuales de Bens (La Coruña). El biometano se utiliza en un autobús de línea de La Coruña que ha recorrido m·s de 100.000 kilómetros y, desde mediados de 2021, se inyecta en la red de gas.
La segunda instalación, situada en el Parc de l’Alba de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), junto al vertedero de residuos Elena, fue la primera en inyectar a la red gas renovable procedente de vertedero. La planta tiene una producción de 12 GWh/año de biometano, lo que representa el consumo anual de 3.200 hogares, y evitar· la emisión a la atmósfera de 2.400 toneladas de CO2/año, una cantidad equivalente a plantar unos 5.000 ·rboles.
Parte del gas de Elena se utilizar· también para ser suministrado como combustible a vehículos en las estaciones del grupo Naturgy, una alternativa totalmente viable para la movilidad sostenible. El biometano producido permitir·, así, un aprovechamiento energético que contribuye a la economía circular.
Con sus proyectos de gas renovable, Naturgy se sitúa a la vanguardia en innovación en el desarrollo de un vector energético que contribuir· de forma significativa a la descarbonización de la economía española en los próximos años. Ese tipo de iniciativas son, adem·s, un claro reflejo del apoyo de la compañía a la producción local de energía, muy cerca de las principales ·reas potencialmente generadoras de biometano (vertederos, granjas de purines y estaciones depuradoras de aguas residuales).
La red de distribución de gas de Naturgy est· totalmente preparada para poder distribuir gases renovables, gracias a las inversiones realizadas en los últimos años. Un terreno en el que la compañía ha demostrado su gran capacidad para llevar a cabo este tipo de proyectos por su amplio conocimiento del sector del gas natural y por la fortaleza y capilaridad de sus redes, lo que ha convertido a la compañía en líder en el sector de la distribución de gas en España.
Casi 5,4 millones de puntos de suministro de gas natural en 1.150 municipios del país son los que aporta su filial Nedgia. Y es que su principal activo son los m·s de 55.500 kilómetros de redes que permiten hacer llegar hoy, de forma segura y eficiente, el suministro energético de gas natural y también la distribución de gas renovable, así como de hidrógeno en el futuro.