Catalunya aprovecha menos del 25% de la superficie boscosa
La falta de rentabilidad de esta actividad obliga a comprar fuera el 80% de la madera
Solamente un 18% de la madera usada en Catalunya procede de los bosques del territorio. Podría ser mucho más teniendo en cuenta que cada año se ganan tres millones de toneladas anuales de masa forestal combustible de las que solo se aprovecha una, según señala Francesc Cano, director adjunto de Transferència del Centre de Ciència i Tecnologia. Hay más. Anualmente la masa boscosa en Catalunya crece en superficie como toda la comarca del Barcelonès y, según Cano, tras los países nórdicos y Austria, Catalunya es la zona con un mayor porcentaje de superficie arbolada boscosa. Son 1.332.000 hectáreas de bosque, lo que supone el 42% de todo territorio catalán.
A pesar de estos datos, el bosque está claramente desaprovechado. “No llega al 25% la superficie que se aprovecha”, afirma Cano. Se estima que de las 1.300.000 hectáreas arboladas, unas 850.000 serían aprovechables; el resto, ya sea porque están situadas en pendientes o son zonas protegidas, no. “Catalunya tiene mucho margen de mejora. La media europea de volumen aprovechado con respecto al crecimiento del bosque es del 65%, mientras que Catalunya está sobre el 25%”, dice Cano. Es la gran paradoja forestal. El bosque crece y crece, pero gran parte de su materia prima sigue ahí.
Hace unos días las empresas vendedoras de leña alertaban de que se están quedando sin stock para atender la gran demanda de ese combustible no fósil que este año se ha disparado con el elevado precio de la energía y la guerra en Ucrania. El pánico a pasar frío en invierno disparó ventas en plena canícula.
Las causas que explican esa gran paradoja forestal son muchas y variadas: la falta de personal, la dureza de un oficio poco remunerado, la escasa mecanización, el abandono durante años de la gestión silvícola por la escasa rentabilidad económica, la burocracia, el bajo precio que percibe el propietario forestal por la materia prima o lo que el sector tacha de “criminalización” por parte de algunos colectivos de todos aquellos que talan árboles…
El presidente del Consorci Forestal de Catalunya, Rosendo Castelló, sostiene que actualmente hay suficiente demanda como para aumentar entre un 20% y un 30% la mano de obra del primer
Cada año el bosque catalán crece en extensión como toda la comarca del Barcelonès
eslabón de la cadena forestal, los que extraen la materia prima. De los 31.000 trabajadores que en 2021 trabajaban en este sector, unos 2.000 están en primera línea. Configuran ese grupo las polivalentes cuadrillas de operarios que trabajan el bosque ya sea extrayendo leña, cortando árboles, descorchando alcornoques o realizando limpiezas forestales y los transportistas del sector forestal. Un oficio poco agradecido, físicamente muy duro y, en general, mal pagado. “El bosque tiene unos graves déficits de sueldos dignos”, explica Castelló, que pide “dignificar el trabajo forestal”. En algunos casos se pagan 7 u 8 euros por hora, en jornadas diarias que se alargan hasta las 10 horas. Se trata de un trabajo que requiere personal joven y en buenas condiciones