El duque a la sombra de Cayetana
Un libro descubre a Luis Martínez de Irujo, el modernizador de la casa de Alba
La duquesa de Alba y su primer marido tuvieron seis hijos y eran un matrimonio muy admirado
Hoy se cumplen 8 años del fallecimiento de Cayetana Fitz-James Stuart Silva, decimoctava duquesa de Alba además de ser la mujer con más títulos nobiliarios de todo el mundo. Durante toda su vida (murió con 88 años) fue una aristócrata muy popular a la vez que respetada. Su carácter extrovertido contribuyó a ello, pero también el trabajo de Luis Martínez de Irujo, su primer marido y padre de sus seis hijos, que modernizó la casa de Alba para así garantizar su continuidad.
Luis Martínez de Irujo falleció de leucemia el 6 de septiembre de 1972, a los 52 años. Coincidiendo con el medio siglo de su muerte se ha publicado Luis Martínez de Irujo. Duque de Alba. El peso del nombre (La Esfera de los Libros). Una biografía ligada a los acontecimientos políticos de España: República, Guerra Civil y franquismo. La ha escrito José Miguel Hernández Barral, profesor universitario y autor de obras sobre la nobleza española del siglo XX.
“Quería escribir sobre Jacobo Fitz-James Stuart, el padre de Cayetana, pero me enteré de que ya había en marcha un proyecto sobre él. Entonces, desde la Fundación Casa de Alba me propusieron la figura de Luis Martínez de Irujo –recuerda el autor en conversación telefónica con este diario–. Acepté solo si tenía libertad para consultar todo tipo de fuentes. Y ha sido un privilegio acceder a documentos, cartas y fotos, que son un auténtico tesoro”.
Fue en el 2018 cuando José Miguel Hernández Barral empezó a investigar sobre el madrileño Luis Martínez de Irujo, sexto hijo de los duques de Sotomayor y marqueses de casa Irujo, que luchó en el bando de los sublevados en la Guerra Civil, y fue abogado e ingeniero industrial. “A priori, las referencias que tenía de él eran las de un personaje secundario, que iba un paso por detrás de Cayetana, que era la importante. Pero al investigar he descubierto que, junto con su suegro Jacobo y su esposa, fue uno de los creadores de la casa de Alba como referente de la nobleza”, asegura el escritor.
La única hija del duque de Alba y Luis Martínez de Irujo se casaron el 12 octubre de 1947 en una multitudinaria y costosísima boda en Sevilla. La pareja se había conocido un año antes: “Jacobo, el padre de ella, aprobó la unión, pero Cayetana no hubiera aceptado si realmente no hubiera estado enamorada”. Y añade Hernández
Libro. El actual duque de Alba, con José Miguel Hernández Barral, autor de la biografía
Barral: “Eran muy diferentes de carácter, pero se equilibraban muy bien. Fue una pareja muy atractiva y admirada en España. Y no solo entre la alta sociedad, sino también entre la gente de a pie, que veía a los duques con sus hijos como una familia normal, aunque vivían en un palacio”.
Martínez de Irujo no se convirtió en duque de Alba consorte hasta 1953, 6 años después de su boda, cuando su esposa heredó el título tras la muerte de su padre. No obstante, ya desde que se casó trabajó con Jacobo, su suegro, para preservar el legado histórico y la continuidad de la casa de Alba. “Fue el gran proyecto vital de Luis –afirma el autor del libro–. Tomó iniciativas en la gestión económica, social, patrimonial y cultural. Introdujo importantes cambios, como por ejemplo en el desarrollo de las explotaciones agrarias. Pero estos cambios no los entendía como una ruptura con el pasado sino como una evolución natural. Así tras la muerte de su suegro, siguió con los mismos consejeros y acabó la reconstrucción del palacio de Liria, con sus mismos planos”.
Esa nueva forma de gestionar la casa de Alba también se trasladó a la vida social, y Cayetana y Luis alternaban no solo con la aristocracia
El aristócrata madrileño murió a consecuencia de una leucemia en 1972, con 52 años
–su mundo natural– sino también con estrellas de cine nacionales e internaciones a las que invitaban al palacio de Liria. En uno de sus salones, el pasado septiembre tuvo lugar la presentación oficial del libro de 454 páginas dividido en 5 capítulos cronológicos, desde 1919 (año de su nacimiento), hasta su muerte en 1972. Acudieron los seis hijos de Cayetana y Luis Martínez de Irujo: Carlos (1948), Alfonso (1950), Jacobo (1954), Fernando (1959), Cayetano (1963) y Eugenia (1968).
“Aunque no los conozco a fondo, por lo que he podido tratar a los hijos de Luis Martínez de Irujo durante todo este tiempo, creo que Alfonso, el segundo, es el más parecido a su padre, por la discreción”, opina José Miguel Hernández Barral. Y sobre si alguno de ellos ha comentado algo del libro, dice el autor: “El subtítulo, El peso del nombre, lo escogí de un papel en el que Jacobo escribió una serie consejos a Cayetana antes de casarse, para soportar mejor el peso del título. Cuando lo presenté a sus hijos, ellos sabían de lo que les estaba hablando, y no solo porque conocían ese papel sino porque ellos también sienten el peso que significa continuar con el legado. Y me pareció curioso ver esa conexión con el esfuerzo y objetivo que tuvo su padre”.c