Cuando el fútbol es arte
Cineastas, músicos, pintores, dramaturgos, escultores y escritores han encontrado inspiración en el deporte rey
El mundo de la creación se ha sentido atraído y repelido a partes iguales por ese deporte creado a mediados del siglo XIX en Inglaterra. Veintidós jugadores en pantalones cortos persiguiendo una pelota. ¿Eso es cultura? Al menos, sí lo son el ingente número de obras creadas por artistas que se han inspirado en él, desde poetas hasta cineastas pasando por músicos, pintores, arquitectos, novelistas o bailarines. Algunos de ellos incluso lo practicaron, como Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes, que fue el primer portero del Portsmouth, actualmente en la tercera división inglesa.
ENSAYO El l ll
“Tras muchos años en los que el mundo me ha ofrecido muchos espectáculos, lo que finalmente sé más seguro sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al Racing Universitaire d’Alger”,
escribió el pensador, novelista y premio Nobel de Literatura Albert Camus. Sus años como enfervorecido portero del equipo de su ciudad natal acabaron pronto, a los 17 años, por una tuberculosis, pero siempre aseguraría que su pensamiento había quedado marcado por el fútbol. Muchos otros pensadores han reflexionado sobre las derivadas de este deporte, como el metafísico Stephen Mumford, que ha estudiado la filosofía
tras este deporte en Football: the philosophy behing the game, preguntándose desde cómo el todo es mayor que los jugadores individuales hasta el papel de la suerte o por qué genera esa pasión en el público. Otro filósofo británico, Simon Critchley, ha publicado En qué pensamos cuando pensamos en fútbol (Sexto Piso), en el que aparecen tanto Heidegger como Zidane, y explora los equilibrios entre un deporte que tiene el
socialismo en su naturaleza colectiva al jugarlo y al presenciarlo y el dinero de un sistema capitalista mercantilizado. Galder Reguera reflexionó sobre la pasión hincha, la globalización del fútbol, sus valores y sus sombras en Hijos del fútbol (Seix Barral). Y Antonio Escohotado se marcó una biografía del Real Madrid en La forja de la gloria (Espasa). Entre las novedades recientes, Cuero contra plomo (Altamarea), de Alberto Ojeda,
que mezcla fútbol y terrorismo a partir del mundial del 82 en España –ETA mató a un guardia civil una hora después de inaugurado– y la victoria de una Italia asolada también por el terror.
OS N l l ! l A " #E $
¿Qué es la literatura, sino un juego que se toma muy en serio? Como el fútbol. Entre ambos la relación
sido fructífera, con títulos ya clásicos como El miedo del portero al penalti, de Peter Handke, o la Oda a Platko de Rafael Alberti. U otros como El delantero centro fue asesinado al atardecer, de Manuel Vázquez Montalbán, El intruso de Daniel Vázquez Sallés o Saber perder de David Trueba. En catalán están, por ejemplo, la primera novela de Sergi Pàmies, La primera pedra; Un dinar un dia qualsevol, de Ferran Torrent; Orsai ,de Jordi de Manuel, o L’últim defensa, de Jordi Agut. También hay novelas situadas en Mundiales, como Todas las miradas del mundo, de Miguel Mena, durante el de España en 1982, o La pena máxima, de Santiago Roncagliolo, en este caso el de Argentina en 1978. Existe toda una trilogía negra, la de Philip Kerr y su Scott Manson, consagrada al tema, con Mercado de invierno, La mano de Dios y Falso nueve, como Defensa cerrada de Petros Márkaris con su comisario Kostas Jaritos. Y hay cuentos de Mario Benedetti, Roberto Bolaño o Camilo José Cela, que le dedicó un libro entero. Y poemas de Miguel Hernández, Benedetti, Josep Maria de Sagarra, Pere Quart o Narcís Comadira. Muchos, recogidos en antologías como El gol nuestro de cada día de Francisco J. Uriz o Un balón envenenado ,de Luis García Montero y Jesús García Sánchez. Y, para niños, no se puede obviar la serie de Roberto Santiago Los futbolísimos, con millones de ejemplares vendidos.
C(M)C De las *i+etas de ,epe el Hinc-a a las de Oli*er . /en0i
Si el cómic es cultura popular a la enésima potencia, resulta inevitable que el deporte más popular entre de lleno y de forma continua en el mundo del tebeo. En el español y europeo, pero también, con fuerza inusitada, en el mundo del manga japonés. Un mundo que ha dado historietas tan futboleras como Capitán Tsubasa (Planeta Cómic), convertida en la popular serie de televisión Campeones: Oliver y Benji, que arrasó hace tres décadas y cuyos cómics se siguen vendiendo. Inazuma Eleven Go (Planeta Cómic) o Blue Lock (Planeta Cómic), ambientada tras la eliminación de la selección de Japón de la Copa Mundial de fútbol del 2018; o Farewell, my dear Cramer (Distrito Manga), con joven equipo femenino, son algunos de los populares títulos nipones. En el cómic europeo por supuesto está la referencia de Eric Castel,
creado por Reding y Hughes en 1974 con un futbolista francés que juega en Milán, París y Barcelona. En España, la pasión futbolera la representó la tira de Pepe el hincha, creada por Peñarroya para Bruguera en 1962, un oficinista gris que vive para los colores de su club, el Pedrusco FC. Y por supuesto a cada Mundial desde hace más de 40 años no le faltan unas aventuras de Mortadelo y Filemón
de Ibáñez. Para el de Qatar, el Súper llama a sus imposibles agentes para desarticular una banda de revolucionarios que pretende derrocar al emir y hacerse con el poder. Chloé Wary se ha inspirado en su juventud en un club de fútbol femenino de extrarradio para
Temporada de Rosas (Astiberri), en el que ante la falta de presupuesto el club discrimina al equipo de chicas y apuesta por el de chicos. Y Artur Laperla y Mario Torrecillas crearon Una pequeña mentira (Astiberri), con un niño talentoso para el fútbol, Enzo, que intenta salvar a su padre. Como siempre, hay cómics de muchas estrellas del momento, como Alexia superfutbolista (Alfaguara) y
Ansu Fati. Goleador (Beascoa).
M1')C& %a 2anda sonora glo2al de un planeta sin 3ronteras
Son innumerables las composiciones con el fútbol como eje troncal, ya sea a través de un futbolista, una entidad o un evento, ya sean canciones con letra o instrumentales. Que se puedan considerar planetarias hay unas cuantas, enha