España repatriará a cuatro yihadistas asentadas en Siria
El Gobierno también trasladará a los menores a su cargo
El Gobierno lleva años decidiendo si debe repatriar a las presuntas yihadistas que abandonaron España en el 2014 rumbo a Siria para enrolarse en el Estado Islámico. Desde el 2019 permanecen en un campo de prisioneros junto a los menores que tienen a su cargo. Ahora, tres años después –y un intenso debate entre ministerios–, Moncloa ha decidido activar la repatriación, que se llevará a cabo cuando “la estabilidad en la zona lo permita”, según confirman fuentes gubernamentales. El objetivo: completar la operación que pilotarán los ministerios de Exteriores y de Defensa antes de que acabe el año.
Según cifras del International Center for the Study of Radicalisation (ICSR), entre 1.000 y 1.200 mujeres europeas se unieron —entre el 2012
y el 2019— a las filas de grupos yihadistas activos en Siria e Irak, principalmente al Estado Islámico. Entre ellas, las tres españolas que el Gobierno pretende traer de vuelta a España: Yolanda Martínez, Luna Fernández, Lubna Miludi. A estas habría que sumar a Loubna Fares, de nacionalidad marroquí, pero casada con un combatiente español.
La decisión española se ha acelerado después de que países europeos como Alemania, Bélgica, Italia, Finlandia, los Países Bajos o Francia –entre otros– lo hayan hecho. El cambio de postura del Gobierno francés el pasado verano –que primero se negaba a las repatriaciones y luego las aceptó– incrementó la presión sobre España.
Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores se desplazó hasta los campamentos de prisioneros de Al Hol y Al Roj, en el noreste de Siria, para comprobar la voluntad de regresar expresada por las mujeres. Y verificar de primera mano las lamentables condiciones de vida que soportan las mujeres y sus hijos.
El representante de la diplomacia española estableció con ellas las bases de las condiciones de su posible vuelta a España. Parada obligatoria: la Audiencia Nacional. Sobre tres de las mujeres pesa una orden de detención internacional, acusadas de colaboración e integración en organización terrorista. Ellas mantienen que fueron engañadas por sus maridos. Según su versión, ni combatieron ni participaron en ninguna acción yihadista.
Tras pasar a disposición judicial, la Audiencia Nacional deberá decidir si decreta su inmediato ingreso en prisión provisional. También deberá decidir sobre la custodia de los hijos, que cuentan con abuelos en España.
El Real Instituto Elcano ya advirtió de que existen dificultades para el procesamiento judicial de las mujeres que acudieron a la llamada del Estado Islámico, ya que la obtención de evidencias incriminatorias sobre las actividades que hayan podido llevar a cabo en favor del yihadismo “resulta en no pocos casos limitada desde una perspectiva legal”.c
Están reclamadas por la Audiencia Nacional tras marcharse en el 2014 a enrolarse en el Estado Islámico