Problemas de suministro dejan a las farmacias sin algunos medicamentos
La escasez se centra en la amoxicilina, los psicofármacos y los analgésicos
Estos últimos días muchos padres y madres han ido de una farmacia a otra buscando el jarabe de amoxicilina para la infección respiratoria de sus hijos. Han recibido explicaciones diversas sobre falta de existencias. No es un caso raro. Los problemas para comprar un medicamento son bastante frecuentes en España. Suelen resolverse con la sustitución por otro equivalente de otro fabricante. Pero, cuando hay un pico de demanda, como ahora ante las infecciones respiratorias, se reducen las existencias de todos los productos del mismo tipo. ¿Por qué hay estos problemas? Por un conjunto de razones que dificultan la solución.
En España hay 14.900 fármacos autorizados en más de 32.000 presentaciones (pastilla, jarabe, en polvo, inyectable), según datos de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad. En su informe del primer semestre del 2022, la agencia reconocía hasta junio 1.105 problemas de suministro, un 31% más que el semestre anterior (842). En todo el 2021 registró 1.643.
En la página de la Aemps de problemas de suministro constaban ayer 632 fármacos. Algunos vienen de años atrás y sin fecha final del problema. Unas decenas son escasos desde fechas más recientes y se prevé que lo sean hasta fines de año, hasta enero o marzo del 2023... En la lista hay 17 presentaciones de amoxicilina, pero también fármacos contra el asma o el colesterol, anticoagulantes, psicofármacos o tratamientos oftalmológicos, entre otros. Los medicamentos con más problemas son, según la Aemps, los del sistema nervioso (analgésicos, anestésicos, psicofármacos...).
Las tensiones, como las llama la agencia, afectan a un 3,4% del total de medicamentos, a un 0,2% de las presentaciones con más impacto sobre los pacientes, afirma la Aemps. Pero siempre hay pacientes que deben pedir un cambio de fármaco al farmacéutico, o al médico, si en la red de farmacias no se encuentran existencias. No hay que hacer acopio. “Pese a todo, nadie se queda nunca sin medicamento”, afirma Antoni Torres, farmacéutico de Barcelona y presidente de la patronal catalana, la Federació d’Associacions de Farmàcies de Catalunya (Fefac).
Sobre las causas de los problemas de este año, aparte de dificultades derivadas de la pandemia de la covid, la Aemps cita problemas de fabricación (25% de los casos); de capacidad de la planta (24,6%); de aumento de demanda (22%) y de suministro de principios activos (8%). En el caso del jarabe de amoxicilina, usualmente recetado a niños, por ejemplo, según la Aemps ha habido retrasos de los
dos grandes fabricantes en poner lotes en el mercado, pero ya se acelera la producción y esta semana debe resolverse la carestía.
Torres explica que la escasez de fármacos responde a algunas causas que se arrastran desde hace años. Por un lado, alude al marco mundial: la búsqueda de los gobiernos de reducir el coste de la factura farmacéutica y de los laboratorios de rebajar costes ha llevado a que, como en otros sectores, el 80% de los principios activos y presentaciones se fabriquen en China o India. Así, los problemas mundiales de materias primas o logísticos pueden causar reducciones de existencias o retrasos de suministro.
Por otro lado, están los marcos normativos europeo y español. Los medicamentos son en España más baratos que en otros países vecinos –hasta diez veces más, dice Torres–. Laboratorios y distribuidores obtienen mayor margen si los comercializan en otros países. Muchas compañías, afirma
Según la Aemps, la escasez solo afecta a un 3,4% de los fármacos, a un 0,2% de los de mayor impacto
Torres, ajustan las existencias a la demanda española para vender más envases fuera. ocurre sobre todo en los fármacos más caros y los más baratos en España, apunta Ángel Vives, tesorero de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe). Por lo que si hay un problema de suministro o crece la demanda, como ahora por las bronquitis infantiles, enseguida hay escasez.
Los farmacéuticos están autorizados por Sanidad a cambiar un medicamento, si no lo tienen, por uno equivalente de otra marca. Pero si el médico receta un jarabe, no pueden cambiarlo por sobres en polvo o pastillas, por ejemplo. Eso requiere una autorización excepcional como la que hizo el viernes la Aemps para aliviar la falta de jarabe de amoxicilina.
Igualmente, la agencia puede autorizar en casos de desabastecimiento importar un fármaco de otro país. En otros países hay sistemas más rápidos de compra por los mayoristas.
Torres reclama que las excepciones se conviertan en regulaciones no puntuales. Los farmacéuticos reivindican sus conocimientos y creen que si se les autorizara más cambios de fármacos, por ejemplo, resolverían muchas faltas puntuales de productos. “Además, se contribuiría al cumplimiento terapéutico, pues muchos pacientes crónicos incumplen la medicación, y se evitarían visitas al médico de primaria para cambiar el fármaco que no se halla”, dice Torres. “No es una cuestión de que queramos beneficiarnos, porque al final vendemos igual otro medicamento”, subraya.c
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