Sánchez y Feijóo constatan su encono tras la ruptura del pacto judicial
Ambos líderes protagonizan un repetitivo enfrentamiento en el Senado
La primera sesión de control en el Senado en la que Sánchez y Feijóo se veían las caras tras la ruptura de las negociaciones para la renovación del Poder Judicial se saldó en un monólogo, con un presidente del Gobierno y un líder de la oposición instalados en una bronca que, visto lo visto ayer, no tienen ninguna intención de abandonar. Feijóo ya está en modo electoral, mientras Sánchez trata de evitar que el líder del PP le gane terreno.
El formato del cara a cara de ayer era distinto de los precedentes. En realidad, lo de ayer correspondía a una sesión de control en el Senado, y aquí las intervenciones son más breves y con el tiempo tasado por igual para ambos contendientes. Sánchez no contaba con más tiempo esta vez.
En cualquier caso, dio la impresión de que ambos se dijeron todo lo que tenían previsto decirse: Sánchez defendió su política en Catalunya, que él describe como una estrategia de apaciguamiento, y la trayectoria de su Gobierno contra la violencia de género, mientras describía a su adversario, Feijóo, como un títere al que le marcan el paso unos y otros.
Por su parte, el líder del PP reprochaba al líder socialista haber corroido el Estado con el único objeto de sobrevivir con el apoyo de los grupos independentistas. “¡Ojalá pudiésemos hacer una moción de censura!”, se lamentó. Para Feijóo, no hay nada bueno en el desempeño de Sánchez al frente del Gobierno. Solo pretende, según su parecer, seguir cuanto más tiempo sea en la Moncloa.
Así las cosas, la ruptura total entre las dos grandes formaciones, anunciada tras el fracaso de las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder
Judicial, sigue intacta.
Feijóo, que ya ve las municipales y autonómicas de mayo como el plebiscito sobre el Gobierno de Sánchez que debería significar el principio del fin “de la pesadilla más grave que ha vivido España”, le preguntó a bocajarro al presidente del Gobierno “si va a seguir reformando el Código Penal para favorecer a miembros de su partido”. Sánchez no fue taxativo en su respuesta, a pesar de que en el Gobierno ya han llegado a la conclusión que, por ahora, la reforma del delito de malversación no cuenta hoy por hoy con la mayoría para prosperar (ver página 15).
El líder del Partido Popular sabía que debía ser duro en su intervención en el Senado –aunque en
El presidente del Gobierno al líder del PP : ¿Dónde ha dejado su moderación, en objetos perdidos?”
El líder del PP al jefe del Gobierno: “¡Ojalá pudiésemos hacer una moción de censura!”
El dirigente popular censura a Sánchez su política de reformas del Código Penal “para favorecer a los amigos”
El líder socialista describe a Feijóo como un político que no es libre para diseñar su propia estrategia
un momento de su intervención pareció confundir esta Cámara con el Congreso de los Diputados–, para satisfacer a los que le piden una mayor agresividad verbal contra Sánchez e, implícitamente, les dirigió un mensaje: “No me interesa ser implacable, sino tener una alternativa imbatible”.
Sánchez, precisamente, reprochó a Feijóo que se doblegue ante quienes le dictan la estrategia a seguir, entre ellos, una de las principales cabeceras periodísticas madrileñas que el presidente exhibió en el hemiciclo. Y así concluyó que Feijóo no es libre para hacer lo que quiera, como sucedió, sostuvo, con las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. “¿Dónde ha dejado su moderación? ¿En objetos perdidos?”. “¿Es que es usted el presidente más moderado que ha tenido España?”, le replicó Feijóo en su turno. Y así fue todo.
Respecto a Catalunya, Sánchez volvió a confrontar lo ocurrido durante el mandato de Rajoy y lo que ocurre ahora. El balance, en su opinión, no tiene color. Las cosas, aseguró, están mucho mejor que entonces. Además, le recordó a Feijóo que él personalmente había apoyado la suspensión de la autonomía catalana en el 2017. Y censuró al PP por la falta de reciprocidad ahora que él gobierna.
Y respecto a la polémica sobre la ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual –conocida como la ley del solo sí es sí– Feijóo acusó al Gobierno de estar propiciando poco menos que la liberación de agresores sexuales. Y ahí Sánchez le recordó la trayectoria del PP respecto a los derechos de las mujeres, desde la ley del divorcio, la del aborto y hasta la misma ley del solo sí es sí. Las votó en contra y algunas las llevó al Constitucional. De ahí, aseguró, que le resultara sorprendente la preocupación que ahora invade a todos los líderes del PP.c