Pura defensa
Costa Rica llega al Mundial como un equipo “compacto, muy solidario y con la estrategia como principal arma ofensiva”, explican Agustín Lleida e Iñaki Alonso
Los últimos serán los primeros. Costa Rica abre el Evangelio de San Mateo y sonríe. Aunque en el desierto qatarí las Biblias no pueblan las librerías, el conjunto centroamericano quiere confirmar la profecía. De las 32 selecciones presentes en el Mundial, Costa Rica fue la última en clasificarse. Un gol de Joel Campbell ante Nueva Zelanda el pasado mes de junio certificaba su histórica tercera presencia seguida entre los mejores equipos del mundo. “Costa Rica hizo una primera vuelta de clasificación muy mala, apenas seis puntos de 21, y en el país ya se le daba por eliminada, solo un milagro podía llevarles al Mundial y lo lograron. El seleccionador, el colombiano Luis Fernando Suárez, mejoró mucho la parte defensiva y dejaron de encajar tantos goles, fue la clave”, apunta Agustín Lleida, actual director general del Oviedo y ex director deportivo durante cuatro años de la Liga Deportiva Alajuelense, el equipo más antiguo del país. “La clasificación provocó una locura en el país, se paralizó todo y la gente salió a la calle para celebrarlo”, añade Iñaki Alonso, exentrenador del Saprissa, otro de los grandes clubs del país.
El primer rival de España en el Mundial aterriza en Qatar con del depósito de confianza rebosante, de eso no hay duda. En el desierto se despide, además, la que seguramente ha sido la mejor generación de la historia del país de la pura vida. Futbolistas como Keylor Navas, Celso Borges, Bryan Ruiz o Joel Campbell (este último no descarta alargar hasta la cita del 2026) son leyendas en Costa Rica, verdaderos artífices de sus éxitos en la última década. “Son héroes nacionales, no hay una sola persona en Costa Rica que no les conozca. Es un país en el que se vive el fútbol con mucha pasión y esta generación ha conducido a la selección a tres mundiales seguidos, no hay mejor despedida”, conviene Lleida. “Tiene pinta que se cierra un ciclo de jugadores del máximo prestigio. Son referentes, personajes muy admirados. Hay que tener en cuenta que en Costa Rica cada tarde hay unas cuatro o cinco tertulias en televisión sobre fútbol, es algo que viven con pura pasión, es lo máximo para ellos”, conviene Alonso.
Para evitar relevos traumáticos, el técnico Suárez ha comenzado a dar protagonismo a futbolistas jóvenes para que convivan con las leyendas y vayan ganando importancia poco a poco. El próximo Mundial se celebrará cerca del país (en México, Estados Unidos y Canadá) y nadie quiere perdérselo. “Acompa
ñando a los más veteranos van saliendo jóvenes que se han colado en la convocatoria, incluso hay dos jugadores menores de 20 años como Aguilera y Bennette, que juegan en Inglaterra y lo están haciendo muy bien”, desvela Lleida, que tenía bajo control a todas las promesas costarricenses. “Si Costa Rica está en el Mundial es porque los veteranos supieron mezclar con los jóvenes y fueron capaces de darle la vuelta a la situación durante la fase de clasificación. Tienen una gran combinación”, agrega Alonso.
De lo que nadie duda es de lo que se va a encontrar España en su debut mundialista. Un rival rocoso, muy solidario y con la estrategia como principal arma ofensiva. “Se han convertido en un equipo tremendamente compacto, muy disciplinado a nivel defensivo. Y son muy peligrosos a balón parado con Waston y Vargas, que miden casi dos metros,
“Rara vez superan el 40% de posesión, juegan muy directo y les importa poco la vistosidad”
y Calvo; todos tienen un gran juego aéreo”, alerta Alonso. “No arriesgan nada y juegan muy directo desde el mismísimo Keylor Navas. No regalan nada y no les importa no tener la posesión del balón, es raro ver un partido en el que superen el 40%. Pero cuando tienen una ocasión no sabes cómo pero te la acaban metiendo. En la repesca tuvieron un 0,17 de probabilidad de meter gol y Nueva Zelanda superó con creces el 1 y ganaron 1-0. No les importa la vistosidad, van a por el resultado”, concluye Lleida.
La pura vida también es la pura defensa.c