Europa sufrirá carencias de gas de febrero a junio si el invierno es duro
La OCDE revisa a la baja el crecimiento de España en el 2023, hasta el 1,3%
La destino de la economía europea también está en manos de la meteorología. En caso de un invierno frío Europa se quedará sin gas suficiente en sus reservas a partir de febrero y hasta el mes de junio. Unas carencias que ponen en peligro el suministro, especialmente en las industrias.
Es un cuadro sombrío el que dibujó ayer la OCDE, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, durante su informe de previsiones. Incluso si se reduce un 10% el consumo, si bajan las temperaturas, las reservas de gas europeas bajarían del umbral crítico del 30% fijado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA) para garantizar un suministro energético estable.
En la actualidad, Europa y el Reino Unido tienen los almacenes llenos al 90% de su capacidad, lo que les daría cierto margen para superar la temporada de invierno. Pero en el caso de que las importaciones de gas natural licuado (GNL) procedentes del exterior (EE.UU., Qatar y otros) fueran inferiores a lo esperado, se llegaría a duras penas a primavera.
En palabras del economista jefe de este organismo, Álvaro Pereira, nos encontramos en la peor crisis energética de los últimos 50 años. El porcentaje del PIB global que ahora se dedica a gastos energéticos está en el 17,7%, un nivel que no se alcanzaba desde principios de los ochenta. Cuando se marcaron entonces esos niveles, hubo una recesión en las economías desarrolladas.
En este caso, la OCDE descarta una recesión global pero advierte sobre “un crecimiento débil persistente” hasta 2024. En efecto, según las previsiones de la organización, el PIB mundial pasa el año que viene de una previsión de repunte del 3,1% a uno más modesto del 2,2%, una desaceleración que será acompañada por “algún trimestre de caídas” en varias economías.
A la hora de abordar la situación de España, la OCDE considera que la riqueza de España cerrará este año con un crecimiento del 4,7%, tres décimas por encima del estimado en las previsiones anteriores, publicadas en septiembre.
El escenario macroeconómico que acompaña al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado prevé un crecimiento del PIB del 4,4% en 2022 y del 2,1% en 2023, con lo que este ejercicio, según la OCDE, apunta a que va a ser mejor de lo esperado. No obstante para el 2023 el crecimiento ha quedado fijado en el 1,3%, dos décimas menos y muy por debajo del 2,1% que espera el Gobierno de Pedro Sánchez. Bruselas ya rebajó hace unas semanas el crecimiento del 2023 a un raquítico 1%. Para 2024, la organización cree que la progresión del PIB se acelerará, pero a un ritmo moderado del 1,7%, y eso queda de nuevo muy por debajo del 2,4% que augura el Ejecutivo español.
La OCDE estima que la inflación, como tendencia general, irá disminuyendo en los próximos meses hasta llegar al 3,4% en la eurozona en 2023. Pero esto será posible gracias a la política monetaria más restrictiva que pondrán en marcha los bancos centrales.
El organismo ya trabaja en un horizonte en que los tipos de interés en las principales áreas económicas (eurozona y Estados Unidos) se situarán por encima del 4%. Para la OCDE, no estamos hablando de una subida excesiva. “Los riesgos de extralimitarse sin duda son menores que los riesgos de inacción”, dijo Álvaro Pereira.
Un último análisis se refiere a Rusia. Mathias Cormann, el secretario general de la OCDE, insiste en que gran parte de los males económicos actuales se deben a la guerra de Ucrania. El ex ministro de Finanzas australiano ha lanzado dos mensajes.
Uno, es que las sanciones económicas contra Moscú, están funcionando: el PIB de Rusia va camino de contraerse cerca de un 10% en dos años (hasta finales del 2023).Y dos: la mejor noticia para el conjunto de la economía mundial sería el fin del conflicto. Un cese de las hostilidades bélicas supondría aumentar tres décimas el crecimiento del PIB mundial y recortar cuatro décimas la subida de la inflación. Eso sí, con el permiso del general invierno.
La organización pronostica que los tipos de interés estarán por encima del 4% el año que viene