‘La sagrada familia’, una historia shakespeariana del clan Pujol
David Trueba y Jordi Ferrerons codirigen esta docuserie de HBO Max que recorre sesenta años de la vida de Jordi Pujol y su círculo familiar
“Es un personaje en el que se juntan varias dimensiones y, además, contradictorias entre ellas”, dice el cineasta
“Como en las mejores novelas, la saga familiar de los Pujol está salpicada de anécdotas, incidentes y episodios memorables”, avanza el cineasta y escritor David Trueba, codirector junto al periodista y productor Jordi Ferrerons de la docuserie La sagrada familia, centrada sobre el clan Pujol-Ferrusola y que este jueves llega completa, con sus cuatro episodios, a HBO Max. Además, el canal Dmax estrena también hoy, a las 22.30 horas, el primer episodio en abierto.
Durante décadas, la familia Pujol fue un referente, especialmente su cabeza de familia, no solo a nivel político, sino también cívico y moral. Sin embargo, en los últimos años, tanto él como su esposa Marta Ferrusola y sus siete hijos han estado en el foco de diferentes escándalos de corrupción. La sagrada familia recorre más de sesenta años de la vida del político y su círculo familiar para averiguar cómo se ha llegado a esta situación.
La docuserie –que cuenta con los testimonios de más de medio centenar de personalidades del mundo de la política, el periodismo y la magistratura– muestra desde los inicios de Pujol como activista contra el régimen franquista, su paso por la cárcel, sus ideas catalanistas, su religiosidad, sus estudios de Medicina y su profesión de banquero. Fundador de Convergència Democràtica de Catalunya en 1974, encadenó tres mayorías absolutas (1980-2003). Pero su figura se hundió el 25 de julio del 2014 cuando confesó que poseía una fortuna no declarada en Andorra.
¿Es la historia de Jordi Pujol de aquellas en las que la realidad supera la ficción? “Pocas veces la ficción puede inventar un personaje así –responde Trueba a La Vanguardia–, que contenga tantos elementos en su trayectoria y que esté rodeado de una familia que aporta
una complejidad que le emparenta con el mundo shakespeariano, de un personaje que en vez de tener una sola dimensión, se juntan varias y, además, contradictorias entre ellas; cuanto más te acercas al personaje, más complejo se vuelve”.
Para comprender el mito de Pujol y cómo caló en la sociedad catalana “hay que entender la época y que estamos hablando de un político con una rareza inicial, que es venir de una empresa familiar con mucho poder económico”, explica Trueba. También está el antifranquismo y cómo el catalanismo necesita abrir su espacio. Cuando llega la transición, “es como una de esas carreras de caballos que el que no esté colocado en la primera línea de salida no va a poder ganarla; Pujol tenía una enorme capacidad de visión y de previsión y va apropiándose de territorios. Su mayor virtud es su capacidad de sumar”.
Ferrerons añade un componente más. “Pujol siempre ha sido un maestro en la gestión emocional y sentimental, y es un constructor de un relato y un imaginario para Catalunya que llega a confundir con su propia persona. Hay un momento fundamental en ese sentido que es la investigación sobre Banca Catalana. Pujol confunde a la sociedad diciendo que un ataque contra él es un ataque contra Catalunya”.
¿Y cuándo empiezan las corruptelas? “Hay un elemento principal que es la financiación del partido para sostener las campañas”, afirma Trueba mientras Ferrerons advierte sobre otro factor clave: “La confusión de roles, es decir, ¿dónde acaba la familia y donde empieza el país? ¿Dónde acaba la gestión pública y dónde empiezan los intereses de la familia?” Esa confusión, la familia Pujol la ha jugado bastante”.c