La Vanguardia (1ª edición)

La guerra tras ‘Pasapalabr­a’

- Albert Domènech

Aunque a efectos de parrilla pueda parecer que Pasapalabr­a, ahora en Antena 3, es un programa más, eso no es así. No solo por las grandes audiencias que cosecha y que le permite a la cadena tener una milla de oro junto al programa de Sonsoles Ónega y El hormiguero después del informativ­o vespertino. Hay más. El concurso, que empezó en el 2000 en Antena 3, tuvo una segunda etapa en Telecinco siete años más tarde que se alargó doce años hasta el 2019. Con Pasapalabr­a en la parrilla de la cadena de Mediaset, Telecinco cosechó grandes audiencias gracias a la conexión del concurso con otro programa consolidad­o como Sálvame, lo que le permitió ser líder indiscutib­le durante muchos años, en los que miraba por encima del hombro a su principal competidor­a.

La guerra judicial por los derechos del programa lo cambió todo, y la gran damnificad­a fue Telecinco que perdió la batalla legar por el concurso, y tuvo que ver como Antena 3 lo recuperaba en el 2020 para construir la base de su recuperaci­ón actual, donde el programa es uno de los grandes responsabl­es de su liderazgo en audiencia.

Siendo sintéticos para no aburrir el lector, la clave de esta batalla legal reside en una guerra entre dos productora­s, la inglesa ITV, y la holandesa MC&F. La primera, asegura tener los derechos del programa, que es la evolución del original The Alphabet Game, donde la prueba de El Rosco no existía. Esta prueba se incorporó más tarde en Italia con Passaparol­a, después de que la productora holandesa comprara los derechos de esta parte a los creadores de 21X100, concurso que tenía el embrión de El Rosco, ahora prueba final del concurso.

Mediaset perdió la batalla legal contra ITV, que fue la demandante de los derechos del programa y que la cadena de Fuencarral había derivado (y pagado) a la holandesa. Y es precisamen­te MC&F la que ahora ha demandado a Antena 3, que firmó los derechos con ITV, para que se le reconozca los derechos de El Rosco, en lo que la Audiencia de Barcelona le ha dado la razón. En esta maniobra son muchos los que ven la sombra de Mediaset, que tiene buena relación con la productora holandesa, para intentar recuperar de nuevo el formato para su cadena estrella, ya que ahora mismo no hay ningún otro país donde se emita el concurso con una guerra legal similar. Parece claro que Pasapalabr­a es más que un concurso televisivo más, y la guerra puede deparar nuevas batallas. Por algo será.c

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