¡Banzai! Japón fulmina a la tetracampeona
La selección nipona da la segunda campanada al levantar un 1-0 a la poderosa Alemania con dos goles en ocho minutos de locura
¡Banzai! Ya está aquí Japón para hacer saltar por los aires todos los pronósticos y dar la segunda campanada del Mundial al cargarse a Alemania, toda una tetracampeona mundial sonrojada. Fueron dos suplentes, dos nipones germanizados de los ocho que juegan en la Bundesliga, Takuma Asano y Ritsu Doan, quienes fulminaron a la Mannschaft en ocho minutos de vértigo, electrizantes. Después de Arabia Saudí, ejecutor de Argentina (2-1), Japón se suma a la lista de verdugos de campeones mundiales.
Llegaba el duelo inaugural del grupo E envuelto en la polémica por el brazalete del arco iris One love que al final no exhibió Neuer, así como el gesto inequívoco de los once titulares alemanes tapándose la boca. Superados los simbolismos iniciales en el estadio Jalifa, al echar a rodar el balón fue Japón quien silenció a Alemania, ya desde el principio, porque a los 8 minutos los nipones perforaron la portería de Neuer, aunque el gol a la carrera de Maeda, el delantero del Celtic, tras una pérdida de Gündogan, fue anulado por fuera de juego.
Era un primer aviso para Alemania, que ya debería estar escarmentada por su fiasco del 2018 en Rusia, donde fue eliminada en la primera fase con dos derrotas, ante México en el debut, y Corea del Sur. Pero de poco sirve la historia y la memoria cuando un equipo se siente superior y peca de altivez como Alemania ante Japón, la 24.ª se
lección del ranking FIFA.
A los germanos, a pesar de dominar el juego, les faltaba fluidez en la circulación del balón, demasiado horizontal. Las aproximaciones de peligro escasearon. Un remate de cabeza de Rüdiger, que se fue fuera por poco, en una jugada a balón parado (m. 16), y poco más antes de encontrarse con el 1-0, de penalti ingenuo cometido por el portero Shuichi Gonda sobre el lateral Raum. El meta zancadilleó y se cayó encima del lateral alemán cuando este retrocedía hacia su campo, es decir, sin peligro inminente de remate, y Gündogan anotó el 1-0 con un tiro ajustado al palo (m. 30).
Los ‘germanizados’ Doan y Asano, ambos en la Bundesliga, ejecutan a la segunda campeona
Antes del descanso, Alemania pudo sentenciar, primero en un tiro alto de Kimmich (m. 41) y un gol invalidado a Havertz por fuera de juego (m. 48+).
Las precauciones se cayeron tras el paso por vestuarios y con los cambios introducidos, sobre todo los japoneses. Moriyasu-san hizo adelantar la presión a la salida del balón de los centrales alemanes, y dio entrada a dos europeizados con mordiente como Mitoma (Brighton) de carrilero y Asano (Bochum) de nueve. Dos cambios que serían trascendentales.
Tras un intercambio de ocasiones – Gündogan al palo (m. 59) y Asano alto en una contra (m. 61)–, el partido enloqueció, se rompieron los corsés y las líneas, y los porteros se convirtieron en protagonistas. El nipón Gonda desbarató el 2-0 con cuatro paradas seguidas a lo Benji Price, a remates de Hofmann y Gnabry, y acto seguido era Neuer quien sacaba una mano prodigiosa a tiro de Sakai.
Sin levantar el pie del acelerador, Japón se animó en el asedio sobre la portería alemana y fulminó al gigante teutón con dos ataques eléctricos. El empate llegó en una cabalgada de Mitoma por la izquierda con pase a Minamino, que remató cruzado, interceptó Neuer pero dejó el balón muerto a pies de Ritsu Doan, que marcó a placer el 1-1 (m. 75). Y ocho minutos después, Asano, el chico teñido de plateado, se desmarcó por la banda derecha, ganó la espalda de Schlotterbeck, retratado en su solemne lentitud, y escorado y en carrera perforó a Neuer por el único agujero que dejaba junto al palo. Un tremendo zarpazo que fundió los plomos a la tetracampeona, revolcada y abochornada.c