Muchos países redujeron la inversión en defensa convencional y hoy lo pagan
en base a las imágenes recibidas, las evalúan muy altas.
La web Oryx, que contabiliza la destrucción de material de los dos contendientes, cree que Rusia ha perdido ya algo más de 1.500 tanques, entre los destruidos, los dañados, los abandonados y los capturados. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, afirmó anteayer que las carencias de Moscú en munición de artillería son “significativas”, de ahí que haya tenido que solicitar ayuda a Irán y Corea del Norte. El jefe del Pentágono hizo estas declaraciones en el vuelo de regreso a Washington después de una gira internacional que incluyó el sudeste asiático y durante la cual se entrevistó con su homólogo chino, Wei Fenghe. Austin, un general de cuatro estrellas retirado, subrayó que en el tipo de guerra que se libra en Ucrania se necesita mucha munición. “No estoy seguro de que tengan esas clases de munición para mantenerla y seguir adelante”, agregó, en alusión a Rusia.
El mismo día en que Austin hacía estas declaraciones, la Administración Biden anunciaba una ayuda adicional a Ucrania por valor de 400 millones de dólares. Este nuevo paquete incluye precisamente munición para los sistemas de defensa antiaérea, muy activos ante la lluvia de misiles rusos, y para los sistemas Himar, así como obuses convencionales. También se enviarán 200 generadores para aliviar la emergencia causada por los sistemáticos ataques rusos a las centrales de energía ucranianas.
El agotamiento de los arsenales no ha sorprendido a los expertos militares. Desde el final de la guerra fría, muchos países, sobre todo europeos, han invertido mucho menos en defensa convencional, dado que la principal amenaza parecía provenir de conflictos asimétricos como contra el terrorismo yihadista. Los conflictos habidos –en Irak, Afganistán o Libia– eran con ejércitos mucho menos dotados que el ruso. La guerra en Ucrania hace despertar del letargo y muestra que hay que estar mejor preparados para una contienda clásica de alta intensidad.c