La prolongación de Ferrocarrils de Espanya a Gràcia llegará en el 2030
Las obras recién sacadas a licitación supondrán una inversión de 430 millones de euros
La conexión de las líneas del Llobregat y el Vallès de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) es una de esas obras que llevan proyectadas desde hace décadas. Ahora, tras unos años de redacción de proyectos y trabajos previos que parecía que nunca se iban a acabar, la prolongación de la línea 8 se sitúa en la rampa de lanzamiento.
La Generalitat sacó ayer a concurso público los trabajos de construcción de un nuevo túnel de algo más de cuatro kilómetros por un importe aproximado de 320 millones de euros. Si se le suman las estaciones y las instalaciones asociadas, el coste total asciende a 430 millones en una de las inversiones en materia de infraestructuras en Catalunya que se estima que tengan mayor retorno social. El primer paquete de obras está previsto
que se adjudique en primavera del año que viene y que los trabajos empiecen en verano, con una duración de casi seis años.
La entrada en servicio del nuevo tramo se plantea para un todavía lejano 2030. Los plazos se han alargado y el presupuesto se ha incrementado respecto a las previsiones iniciales debido a la complejidad técnica que supone horadar el Eixample. La tuneladora, de unos diez metros de diámetro, será más pequeña que la que atraviesa la parte alta de Barcelona para finalizar el tramo central de la línea 9, pero lo hará a una profundidad muy similar. Alcanzará los 52 metros en su punto más complejo bajo la calle Urgell, a la altura del hospital
Clínic. Hablamos del equivalente a un edificio de más de 15 plantas. Las vías del AVE, de Rodalies, de la línea 5 del metro y un depósito de aguas pluviales quedarán por encima del nuevo trazado. Los accesos a los andenes se realizarán en ascensores de gran capacidad para evitar viajes al centro de la tierra en escaleras mecánicas infinitas.
La línea del Llobregat y del Vallès quedarán unidas por un nuevo túnel bajo el Eixample en apenas diez minutos
La tuneladora tendrá que superar vías y un depósito pluvial hasta alcanzar los 52 metros de profundidad
La primera parte del trazado será también especialmente compleja, en la salida de plaza Espanya hacia la calle Urgell bajo la Gran Via. Este tramo se excavará en mina entre una amalgama de infraestructuras que convierten el paso del nuevo túnel en una cuestión de cirugía urbana bajo el asfalto.
Superado ese punto crítico, la tuneladora enfilará la calle Urgell, donde se construirán dos nuevas estaciones. La primera se encontrará a la altura del Clínic –entre Rosselló y Còrsega–, donde intercambiará con la L5 de metro, y la otra en Francesc Macià, donde ahora finaliza el Trambaix, aunque se espera que el tranvía ya discurra de punta a punta de la Diagonal cuando se abra la nueva parada de FGC.
Por su parte, el interior de la estación de plaza Espanya deberá reconfigurarse para prolongar dos de las cuatro vías actuales y la de Gràcia crecerá por debajo, con vestíbulos conectados que faciliten el transbordo de una línea a la otra. Los trabajos de instalaciones y arquitectura tanto de las nuevas como de las reformadas aún tardarán un tiempo en salir a licitación, aunque todas deberán estar en mar