“Hay que mentir y ser muy hipócrita en la vida”
Cesc Gay estrena ‘Historias para no contar’, una comedia coral que indaga en las relaciones de amistad y de pareja
D“Con tantos estrenos seguidos nos estorbamos. No vamos al ritmo adecuado para el espectador”
espués del enorme éxito de aquella surrealista reunión entre dos parejas de vecinos en Sentimental (2020), en la que Cesc Gay adaptaba al cine su obra teatral Los vecinos de arriba, el director catalán vuelve a ponerse detrás de la cámara para ofrecernos ahora un collage de historias sobre situaciones que reflejan la incapacidad del ser humano para controlar sus propias emociones. Y es que Historias para no contar está formada por cinco relatos independientes que narran momentos en los que todos nos podemos sentir identificados en cuanto a las relaciones de amistad o de pareja.
El origen del guion empezó a gestarse hace ya una década, cuando Gay rodaba Una pistola en cada mano, otra película de estructura episódica. “Me gustan mucho las historias cortas, aquella funcionó muy bien y me quedé con ganas de repetir. Con las plataformas, el espectador ha establecido un vínculo con las series a través del episodio corto. Y eso es algo que he querido hacer aquí en clave de humor”, explica el cineasta a La Vanguardia.
“Tenía varias historias acumuladas en este tono un poco lamentable de gente que hacemos lo que podemos con nuestras vidas cuando nos relacionamos con todo el tema emocional y sentimental. Y te preguntas: ¿por qué he hecho esto o no lo he hecho?, ¿por qué he dicho o no aquello?”. Gay ha contado con un elenco interpretativo que sería el sueño de todo director y que incluye desde Maribel Verdú y Anna Castillo a Antonio de la Torre, Chino Darín, Jose Coronado, María León y Nora Navas pasando por Quim Gutiérrez, Alexandra Jiménez, Àlex Brendemühl, Eva Reyes y Alejandra Onieva. “Fue un rodaje muy rápido”, recuerda sobre una película que ha querido indagar “en lo que hay detrás de cada persona, todo lo que escondemos”.
El cineasta, que lo que más valora
en una relación “es la honestidad, saber que cuentas con esa persona”, comenta que siempre que sale a cenar intenta intuir lo que se cuece a su alrededor. “A veces escuchas frases y observas cómo el otro la recibe; con las parejas pasa mucho, también con los amigos y la familia. Es muy interesante la mirada sobre esto porque es de esos momentos de los que estamos hechos, y no de lo que hacemos ver”.
Para el autor de En la ciudad, “todos salimos por la mañana con nuestra mejor cara para defender el día, es la que necesitamos para funcionar”. “Cuando me dicen que la gente es hipócrita y miente,
yo pienso: ¡por descontado! Solo faltaría... Es que se ha de mentir mucho y ser muy hipócrita en la vida porque, si no, la gente lo único que haría sería pelearse. Menos mal que mentimos. ¿Le dirás a la gente lo que realmente piensas? Mentir quiere decir respetar al otro. Todo el mundo hace lo que puede”.
Y remite inmediatamente al personaje de Alexandra Jiménez, una actriz que acude a un casting y allí se encuentra a dos compañeras (Verdú y Navas) con las que hace tiempo que no se ve. Todo lo que se dicen son mentiras. “O lo que ocurre con el personaje de Coronado, con esa cosa tan orgullosa y masculina”, esgrime sobre el papel del actor, un escritor maduro que se ha encaprichado de una exalumna con la que se quiere ir a vivir, hasta que descubre que ella no está por la labor.
¿Se siente Gay identificado con alguno de sus personajes? “No soy muy consciente cuando escribo, al menos en esta película, que es tan variada y coral. Pero sí es cierto que cuando escribes te nutres de ti mismo y de lo que tienes a tu alrededor”. Historias para no contar tuvo su estreno mundial en el Festival de Toronto, un certamen que junto con el de San Sebastián “es de los sitios donde he crecido como director”. El realizador de Truman comenta que tanto Sentimental
como esta Historias para no contar que estrena hoy han supuesto un paso en su carrera hacia la comedia, aunque ahora está escribiendo el guion de su nueva película, que será “más dramática”.
De la excelente cosecha de cine español de este 2022 opina que “con tantos estrenos seguidos estamos muy apretados. Lo hablaba hace poco con Isaki Lacuesta y Jaume Balagueró. Damos poco tiempo a la gente para que pueda ir a ver nuestro trabajo porque se acumula todo y, al final, nos estorbamos los unos a los otros. Creo que no vamos al ritmo adecuado para el espectador. Pero es lo que hay y es efecto de la pandemia”.c