El final de la escapada
Extraños tiempos: la inflación está ahí, la recesión preocupa y la covid amenaza de nuevo la cadena mundial de suministros. Pero parecería que, una vez aceptado el cambio de ciclo, estas preocupaciones han dejado paso a otras más mundanas y llevaderas, bien en el debate político, bien en el deporte, definiendo una situación que podríamos calificar de pesimismo calmoso.
Lamentablemente, tras ella se esconden realidades más severas y, en particular, cuál va a ser el curso futuro de la política monetaria del BCE. Aunque la subida de tipos es lo que más preocupa al común, más relevante será el final de las compras de deuda pública y el inicio de la reducción del stock ya adquirido, algo a lo que el BCE se ha comprometido a comenzar a discutir en diciembre.
Se trata del inicio del final de la escapada de la expansión monetaria (Quantitative Easing, QE), tanto en la eurozona como en EE.UU., Japón o el Reino Unido. Un experimento monetario insólito que, en EE.UU., ha elevado los 0,8 billones de dólares de deuda (pública y privada) que había en el balance de la Fed en el 2008, a cinco billones en el 2019 y hasta los 8,2 billones de hoy. Un gigantesco salto en ese stock, jamás visto en la historia monetaria de EE.UU., y que situará a la Fed en el ojo del huracán a poco que intente reducirlo, como señala Christopher Leonard en su más que interesante The Lords of Easy Money. How the Federal Reserve Broke the American Economy (2022). Mientras tanto, se acumulan los indicios de que esa política ha generado efectos secundarios perversos, entre los que el aumento de la desigualdad no es menor. De hecho, un relevante trabajo de abril del 2021 (Fabo et al, Fifty Shades of QE: Comparing Findings of Central Bankers and Academics, NBER, Working Paper 27849) muestra cómo los economistas de los bancos centrales (y, por tanto, empleados en ellos) consideran que la QE ha sido más que positiva, opinión que no suelen compartir los académicos.
En lo tocante a la eurozona, donde las compras de deuda aumentaron de los 30.000 millones del 2009 a los 1,6 billones del 2016 y a los 5,2 billones del 2022, conviene no perder de vista la experiencia de EE.UU.: en el 2014 y el 2019, la Fed intentó reducir su balance pero, al socaire de las caídas de los mercados, tuvo que desdecirse de sus intenciones; ahora que dice querer intentarlo de nuevo, es palpable la inquietud sobre sus posibles consecuencias.
Un colega, del que admiro su sagacidad, me viene advirtiendo que esos billones de deuda aparcados en el BCE, y que no circulan en los mercados (unos
Preocupan los tipos, pero será más relevante el fin de las compras de deuda pública
500.00 millones solo en deuda española), terminarán convirtiéndose en deuda perpetua. Ojala tenga razón, pero los signos de los tiempos no van por ahí. Por ello, estén atentos al debate que el BCE iniciará próximamente: por lejano que les parezca, nos afectará profundamente, sí o sí.
a biopsia es el método clave para confirmar si, a partir de la sospecha de pruebas diagnósticas previas, un hombre padece cáncer de próstata, el más frecuente entre la población masculina. Ahora, avances en técnicas de imagen y software médico permiten aplicar la biopsia por fusión de imagen de resonancia magnética (RM) y ecografía, un procedimiento que logra detectar más del 96% de casos y que, respecto a la biopsia convencional, aumenta hasta un 40% la precisión diagnóstica.
La biopsia transrectal clásica presenta diferentes limitaciones: es ciega -se extraen muestras de tejido de manera aleatoria–; es parcial – permite acceder solo a la mitad de la glándula–, y presenta un mayor riesgo de infecciones – debido a su abordaje por la cavidad rectal–. La evolución tecnológica que ha hecho posible la biopsia por fusión de imagen permite superar estas limitaciones y realizar la prueba de forma más segura, eliminando prácticamente el riesgo de infección grave o sepsis.
“La biopsia por fusión es la herramienta más avanzada para el diagnóstico del cáncer de próstata”, afirma el doctor Jorge Pastor, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de Clínicas Biomédicas Ascires. Este procedimiento presenta dos importantes ventajas: la fusión de dos técnicas de imagen diagnóstica a través de un software específico y la vía de acceso a la próstata, que se realiza por el periné, en vez de por el recto.
Las dos pruebas de imagen que se combinan son la resonancia magnética multiparamétrica (RMm) y la ecografía. La primera se realiza de forma previa a la biopsia. “En Ascires la realizamos con una resonancia de 3 teslas, la de mayor calidad de imagen en la práctica médica, en la actualidad”, detalla el especialista. En el análisis de la RMm y en la planificación de la biopsia intervienen un radiólogo experto en próstata, un ingeniero
biomédico y un oncólogo radioterápico, con el objetivo de determinar con exactitud la localización del posible tumor.
En el momento de realizar la biopsia, el software permite fusionar la imagen de la resonancia –con las estructuras de interés delimitadas– con la de la ecografía, que se realiza en tiempo real. Con ello, el equipo médico es capaz de obtener con total precisión la muestra de tejido de la parte sospechosa, previamente delimitada en la RMm.
Además, teniendo en cuenta que hasta en el 70% de los casos el cáncer de próstata es multicéntrico –tiene diferentes focos o tumores–, en la biopsia también se toman otras muestras del conjunto de la glándula. “La gran ventaja es que
con la biopsia transperineal podemos acceder, además, a la parte anterior y el ápex de la próstata, con lo que obtenemos un estudio completo de la glándula. Este mapeo integral es complejo y, en ocasiones, imposible con la biopsia convencional, ya que con ella solo tenemos acceso a la parte posterior de la próstata”, aclara el doctor Pere Bassa, médico nuclear de Cetir Ascires y especialista en biopsia prostática ecodirigida.
El hecho de fusionar las dos técnicas de imagen y lograr un acceso completo a la zona permite un estudio más preciso tanto en el terreno anatómico –de todas las regiones donde puede haber tumor– como del grado del posible cáncer. “De esta manera, con la biopsia transperineal por fusión logramos diagnosticar hasta un 40% más de tumores agresivos que con la convencional”, apunta el Dr. Pere Bassa.
Este incremento en la precisión diagnóstica favorece una selección más adecuada del tratamiento para cada paciente. “Detectar el cáncer de forma más certera y temprana abre la puerta a una selección más adecuada de las opciones terapéuticas, lo que nos permite tener una mayor tasa de éxito en el tratamiento y un menor grado de secuelas”, subraya el médico nuclear.
La biopsia por fusión no solo es más precisa, sino también más segura. De hecho, la vía de punción para acceder a la próstata es otro de los valores diferenciales de la nueva técnica que ha implantado Clínicas Ascires. Con la biopsia transrectal, el acceso a la glándula se produce atravesando el recto, una cavidad contaminada. Eso provoca una tasa de infecciones del 20%, que van desde la infección urinaria hasta la prostatitis o incluso la sepsis. En cambio, con el abordaje transperineal, la aguja no atraviesa en ningún momento la cavidad rectal y se reducen las infecciones, mientras que la tasa de sepsis queda en cifras cercanas al 0.
Por todas estas razones, ante una sospecha de cáncer, las principales guías oncológicas europeas* y estadounidenses** ya recomiendan, como primera opción, una resonancia magnética multiparamétrica y una biopsia dirigida por ecografía, siempre que esté disponible.
En Clínicas Ascires, el procedimiento se lleva a cabo en la clínica de Cetir Ascires Viladomat (Barcelona) y en la de Ascires Campanar (Valencia), con una duración aproximada de una hora. Se realiza bajo sedación superficial y anestesia local, con lo que el paciente no percibe ninguna molestia y, tras la recuperación de la anestesia, recibe el alta ambulatoria en el mismo día.
El equipo médico catalán Cetir forma parte del grupo biomédico Ascires. De raíces mediterráneas, por tecnología, este grupo es pionero en España tanto en diagnóstico por imagen como en medicina nuclear y genética médica.
Con una trayectoria de más de 50 años, centra su actividad en el diagnóstico de precisión y el tratamiento, reinvirtiendo anualmente una media del 15% de los beneficios en I+D+i. Una reinversión que le permite la constante incorporación de lo último en tecnología y software médico.