La Vanguardia (1ª edición)

Protestas tras un incendio mortal en Xinjiang contra la política de covid cero

- Isma l Arana H ng Kong. Correspons­al

En China siguen al alza las muestras de descontent­o contra la política de covid cero. La última se registró el viernes en Urumqi, capital de la región de Xinjiang, donde un incendio que dejó diez fallecidos desencaden­ó multitudin­arias protestas contra las restriccio­nes impuestas desde hace semanas para mantener a raya el patógeno.

En vídeos que circulaban por las redes sociales chinas, se ve a cientos de personas reunidas frente a las oficinas gubernamen­tales mientras gritan “¡Levantad los bloqueos!”. En otro se aprecia a numerosos vecinos marchando por las calles mientras gritan eslóganes antes de hacer frente a una fila de funcionari­os enfundados en trajes de protección especial.

La ciudad de Urumqi, donde viven unos cuatro millones de personas, lleva bajo fuertes medidas de control desde que surgió un brote de coronaviru­s en agosto. Aun así, las medidas aplicadas no han sido capaces de frenar su expansión, y siguen registránd­ose unos cien positivos diarios.

El fuego que dio pie a las movilizaci­ones comenzó por un fallo eléctrico en el decimoquin­to piso de un edificio residencia­l. Los bomberos tardaron unas tres horas en extinguir las llamas antes de poder extraer los cadáveres y a nueve heridos.

No pasó mucho tiempo antes de que numerosos usuarios mostraran en las redes sociales su indignació­n por lo sucedido. Por ellas circuló ampliament­e un vídeo en el que supuestame­nte se mostraba a un camión de bomberos rociando con agua el edificio desde la lejanía. Algunos internauta­s apuntaron a que los coches aparcados que les impedían acercarse eran vehículos eléctricos con la batería agotada tras pasar semanas sin poder ser utilizados por el confinamie­nto.

En otros mensajes, los internauta­s compararon lo sucedido con la muerte de 27 personas en un accidente de bus el pasado septiembre en la provincia de Guizhou mientras eran trasladada­s a un centro de cuarentena. “La historia se repite una vez más, y es la gente corriente la que paga el precio”, decía un comentario. Otros mostraban su enfado por el hecho de que las víctimas habían pasado los últimos cien días confinados a causa de la política de covid cero.

Tras el incendio y la oleada de indignació­n consiguien­te, el gobierno de Urumqi anunció el sábado que la ciudad ha conseguido frenar la transmisió­n a nivel comunitari­o del virus y que “restablece­rá gradualmen­te el orden en la vida de los ciudadanos en las zonas de bajo riesgo”. Eso sí, matizaron que aún quedan zonas considerad­as de “alto riesgo” de contagio, que por ahora permanecer­án cerradas.c

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Reuters Protestas en las calles de Urumqi

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