Feijóo eleva el tono contra Sánchez por pactar con Bildu
“Han conseguido más que en todos los años de violencia”
“Entre Sánchez y España, España”. Es la disyuntiva que ayer planteó el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y que levantó a los seguidores populares, en un acto más de la campaña “En defensa de un gran país”, en Madrid, junto a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. El líder del PP ha criticado muchas veces los acuerdos entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el grupo de Bildu en el Congreso, pero el pacto para que a cambio de su voto a favor en la negociación de los presupuestos del Estado se transfiera a Navarra la competencia de Tráfico –que implica que la Guardia Civil abandonara esas funciones en Navarra– es, para los populares, la gota que colma el vaso del oprobio. “Bildu-Batasuna ha conseguido más con Sánchez que en todos los años de violencia”, dijo Feijóo.
El líder del PP subrayó que no es un acuerdo aislado, porque, según dijo, Sánchez “ha pactado con Bildu presupuestos por presos” o “la ley de nuestra memoria democrática”, y ha pactado con ERC “una mesa de diálogo en la que se pone al mismo nivel a España y a una parte de España”. Y advirtió que así seguirá hasta el 2028 si vuelve a ser presidente.
Son muchos los reproches que Feijóo desgranó contra el Gobierno y que centran la campaña del PP. La sedición es el asunto principal, pero también las consecuencias de la ley del solo sí es sí ,y la negativa del Ejecutivo a reformarla. Ante esto, avisó el líder del PP, no se van a quedar callados, por mucho que el Gobierno, dijo, intente igualar a los populares con Vox tras los insultos de la diputada del partido de Abascal a la ministra Irene Montero. “No insultar no significa arrodillarnos ni callarnos, y cuando se tiene la razón, no se necesita insultar a nadie, ni siquiera a los que nos insultan”, dijo Feijóo. Unas palabras que parecieron también una respuesta a las acusaciones de Vox.
El PP busca separarse del partido de Santiago Abascal, por ejemplo, ignorando la manifestación convocada para hoy en Madrid contra la sedición. “Mi objetivo no es llenar las calles, sino las urnas”, un argumento que no contentó a todos. Desde las gradas del polideportivo Magariños de Madrid, se oyó gritar: “Hay que llenar las calles también”, pero nadie le siguió, y Feijóo obvió el comentario.
Para arengar a los simpatizantes, el líder del PP recurrió a plantear disyuntivas en las que todos elegían lo mismo: “Entre Podemos y la dignidad”, la dignidad”, coreaban. “Entre ERC y la Constitución, la Constitución”; entre Bildu y la Guardia Civil, la Guardia Civil; entre este PSOE y el interés general, el interés general, y entre Sánchez y España, España”.
Unos planteamientos contundentes que Isabel Díaz Ayuso no eclipsó, quizá por sus problemas en la voz, que le impidieron poner a su discurso el ímpetu habitual en ella, aunque eso no impidió que cargara las tintas contra Sánchez, a quien situó como el principal problema “porque quiere vender España”, y porque ha convertido a Madrid “en el elemento a batir, para acabar con España”.
Según Ayuso, el presidente del Gobierno también busca “acabar con el Rey, la Monarquía, la Guardia Civil, el idioma español, la Constitución, los católicos o la unión de la sociedad”. La líder del PP de Madrid dijo que se siente atacada por el Gobierno y en particular por el presidente, porque “somos el freno del proyecto totalitario de Sánchez”, a quien advirtió que “decir la verdad no es ser extremista”. Por eso le emplaza a que “si quiere cambiar España, que se presente a las elecciones con ese programa electoral, y que no nos señale a los demás como reaccionarios y radicales”.
Si en algo se esforzaron ayer Feijóo, Ayuso y el alcalde José Luis Martínez Almeida, que también intervino en el acto, es que la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo ha empezado, y ya no se verán rencillas entre ellos, ni discrepancias, ni intentos de sobresalir unos sobre otros. Ahora, el objetivo es común, y no acaba en mayo, sino en las elecciones generales.c
El líder del PP y Ayuso exhiben complicidad ante el objetivo de ganar a Sánchez en las generales del 2023