“Tenemos un proyecto para que esta sea la última sequía que afecte al consumo”
La gestión del agua en ciudades como Barcelona es compleja políticamente, la actitud de los ayuntamientos siempre es muy importante. Es un servicio básico, por lo tanto, que preocupa mucho al ciudadano. ¿Cómo definiría usted la relación de Agbar con el Ayuntamiento de Barcelona y los principales ayuntamientos?
La gestión del agua es técnicamente compleja, no políticamente. Y Barcelona es una de las ciudades más complejas del mundo. Nosotros siempre salimos como el primer operador mundial en eficiencia y en calidad de servicio. Barcelona, tanto en la captación de recursos, su tratamiento y su distribución, requiere una gestión compleja y por eso nuestra tecnología es de las más avanzadas del mundo. En cuanto a la regulación, eso compete al área metropolitana. A veces hemos tenido obviamente discrepancias con el regulador, algunas de ellas las hemos dirigido a los tribunales. Hemos ganado en todos estos casos. Con nuestros ayuntamientos tenemos una relación excelente con todos ellos.
Y en términos de inversiones, ¿cuál es la planificación de Agbar? ¿Hay un programa cuantificado?
Hemos estructurado proyectos en las 17 comunidades autónomas para acceder a los fondos Next Generation europeos, que suman 6.000 millones. Y además están basados en la línea de la UE de frenar el cambio climático. Y el que más ilusión me hace es el del área metropolitana de Barcelona.
Precisamente en esta área en la que vive la mayoría de la población catalana ya hay restricciones del uso del agua. Crece la preocupación, pero la consellera Teresa Jordà ha asegurado que “tenemos garantizada el agua de boca para más de un año”. ¿Cuál es su opinión?
Yo le diría, en primer lugar, que estoy muy satisfecho de que la consellera haya comentado que tenemos agua para un año, lo que no sé si es porque efectivamente se van a tomar las medidas adecuadas para que eso sea así. Por lo tanto, en este sentido muy contento. Y también decir que nosotros estamos trabajando de una manera efectiva y muy positiva con la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), para que sea así. Para ello habrá que tomar una serie de medidas. Y esto significa, entre otras cosas, un incremento de la oferta y del recurso de agua disponible para que esto suceda.
¿Como cuáles?
Bueno, a mí me hubiera gustado que la reutilización de agua para su uso potable que ahora se va a poner en marcha se hubiera hecho con antelación. Probablemente ahora tendríamos más reservas. Y también me gustaría que pudiéramos disponer de estos recursos de reutilización de agua lo antes posible. Para realmente poder llegar a este año que se está anunciando y sin dificultades. Necesitamos aumentar recursos que solamente vienen de la reutilización. Antes hablábamos de los Next Generation, en ese ámbito tenemos un proyecto en el área metropolitana de 1.300 millones que pueden hacer posible reutilizar el agua para uso doméstico. Eso significa incrementar el tratamiento en las depuradoras, devolverlo al río y luego volverla a usar. Es decir, darle una nueva vida a esta agua. Eso haría que ésta fuera la última sequía en términos de reservas y consumo de agua. Estaríamos desvinculando el consumo de la necesidad que hoy tenemos de que llueva o de tener que acordar restricciones con el mundo agrícola. Y ese proyecto ya está.
¿En qué estado se encuentra este proyecto?
Está planteado, acordado con la ACA. Por lo tanto, lo que hace falta es su tramitación y aprobación. Y yo espero que en ese
inicio de tramitación, que corresponde a la Conselleria de Economía de la Generalitat, vayamos avanzando.
Tiene que presentarlo al Gobierno central. ¿Cuál sería su calendario si todo funcionara como debe?
En el 2025 podríamos haber terminado las obras.
¿Qué tipo de infraestructuras, qué tipo de realidades materiales necesita?
Significa que las dos grandes depuradoras de aguas residuales que tenemos en el área metropolitana de Barcelona, una que está al lado del aeropuerto y la otra es la que está debajo del Fórum, incluyan tratamientos terciarios potentes. Luego instalar las tuberías y las plantas de bombeo para que esta agua vuelva al río y del río baje y la volvemos a captar en la instalación de agua potable
en el Besòs. Esa agua que sale de la planta depuradora de aguas del río Besòs, se llevaría aguas arriba y en la planta de tratamiento que tenemos ahí se volverla a tratar. Es una tecnología que ya tenemos disponible.
¿Cuánto tiempo puede necesitar su tramitación?
No le puedo decir. Yo espero que el grado de concienciación que el episodio de sequía nos ha dado hoy permita que este proyecto se tramite de forma eficaz y eficiente. Yo lamento que desde el 2008 prácticamente no ha habido nuevos recursos disponibles en el área metropolitana. Además, tenemos que cumplir los acuerdos de la Mesa del TER que se hicieron en su momento en el 2017. Por lo tanto, todo esto conlleva que este proyecto, que además implica también la ampliación de la planta desaladora de la Tordera. Es la única solución.
¿Cuándo se puede estar haciendo tarde para poner en marcha el proyecto?
La consellera ha dicho que queda un año de consumo, por lo tanto, yo solamente puedo remitirme a lo que ella dice y yo entiendo que se van a adoptar todas las medidas necesarias para que realmente podamos llegar al año si por el camino tenemos algunos accidentes, como por ejemplo que no llueva. O que la calidad del agua de los embalses, por sedimentos, por calor o por cualquier otro tema nos impidiera tratar el agua adecuadamente o tuviéramos algún problema de tubería importante. Pues quizá no llegamos a este año. Pero también lo que yo quiero comentar, porque este es un tema muy sensible a la población, es que Aguas de Barcelona está preparada, está trabajando, tiene todos sus equipos operativos a punto y dar la máxima tranquilidad posible al efecto.
¿Para que ese proyecto fuera una realidad en el 2025, cuando debería darse la luz verde?
Marzo del 2023.
O sea, quedan apenas cuatro meses. ¿Lo ve posible?.
Tenemos la capacidad, el conocimiento y la técnica para hacerlo. Solamente dependemos de la administración del trámite administrativo para hacerlo.
Inflación y subidas de precios, un contexto complicado ¿Qué pasará con las tarifas del servicio del agua?
Estos últimos siete años, los impuestos en el recibo del agua han crecido el 50%. El
Fondos europeos
“La ACA y Agbar proponemos invertir 1.300 millones para reutilizar el agua y no depender de la lluvia”
Consumo y restricciones “Me satisface que la consellera diga que tenemos agua para un año. Será porque se tomarán las medidas adecuadas”
recibo del agua se ha transformado en un vehículo de las administraciones, sobre tododel Ayuntamiento de Barcelona, haciendo recargos que, por otro lado, han sido declarados ilegales. En estos últimos siete años el IPC ha subido un 20% y la parte que se atribuye Aguas de Barcelona ha bajado un 3%. Significa que ya no podemos hacer más esfuerzos de competitividad. No podemos hacer más esfuerzos de eficiencia. El incremento del coste de energía, de materias primas, obviamente se verá reflejado en esa cuota que paga el consumidor, pero nunca de la dimensión que lo han hecho los impuestos. Y además, me gustaría hacer otra consideración. El coste en la canasta familiar que tiene el agua no supera el 1%.
En términos económicos, ¿Qué es Agbar en España?
Agbar abarca el ciclo integral del agua. Gestionamos en 1.300 municipios. Nuestra facturación suma unos 2.000 millones y somos 12.000 personas trabajando. Estas últimas son las que han permitido que durante la pandemia no hayamos tenido ni un solo episodio de corte de suministro en todo el país.
Agbar siempre ha tenido una relación especial con La Caixa-Criteria. ¿Puede haber más protagonismo de La Caixa en su capital?
Yo no puedo hacer especulaciones. La realidad de hoy es que efectivamente La Caixa es un gran grupo en España y nuestra relación tanto con Criteria como con la Fundación por su actividad social, diría que es importante y la seguimos manteniendo a nivel accionarial. Criteria sigue con el 15% en Aguas de Barcelona.c