FP: los centros tractores en Catalunya
Con vocación de constante innovación, el Institut Pere Martell suma dos décadas como referencia en la formación de profesionales para el sector del automóvil (transporte y mantenimiento de vehículos) desde el sur de Catalunya. El reconocimiento del Gobierno es algo buscado y trabajado. “No es cosa de uno o dos años, llevamos mucho tiempo colaborando con las empresas, en contacto directo con el entorno”, destaca Josep Maria Pallarès, su director, con 21 años de experiencia en un instituto que forma a 1.400 alumnos (25 titulaciones).
La relación con la industria y el tejido empresarial se ha convertido en una razón de ser y les obliga a estar
La centenaria Escola de Treball de Barcelona, heredera de la escuela Arts i Oficis, es con 3.000 alumnos y 260 profesores el centro de formación profesional público más grande de España.
Trabaja en 10 familias profesionales, con 43 ciclos, 6 programas de formación e inserción y 3 másteres de FP. Su sector de referencia es el de la fabricación automatizada en las industria, que está en plena transformación, con la digitalización y la incorporación de tecnologías disruptivas: robótica colaborativa, impresión aditiva, big data, ciberseguridad industrial, internet de las cosas, realidad aumentada y realidad virtual y mixta, y a la última. “Hemos de enseñar lo que en realidad necesita el mercado, ser pioneros sale de esa necesidad”, insiste. Su predecesor, Àngel L. Miguel, es el actual director general de Formació Professional Inicial i Ensenyaments de Règim Especial de la Generalitat.
En el Pere Martell hace la inteligencia artificial.
Los docentes han impulsado 8 proyectos de innovación con el Ministerio de Educación y trabajan en red con otros institutos politécnicos y está vinculado a numerosas empresas.
Además, el centro destaca por sus programas de inclusión, por la promoción del talento femenino, muy tres años que trabajan en el plan estratégico que ahora podrán aplicar con la dotación de casi un millón de euros. La inversión servirá para reforzar la apuesta por el vehículo eléctrico y para actualizar el centro en nuevos procesos de reparación y mantenimiento de vehículos. En su hoja de ruta, trabajar con las empresas del sector las nuevas tecnologías emergentes. El dinero permitirá también incorporar la realidad virtual.
Una de las apuestas estratégicas, trabajar la perspectiva de género. Solo el 15% del alumnado son chicas. “Es un porcentaje muy bajo, hemos de trabajar en la concienciación y la difusión para lograr la igualdad”, apostilla.
“Hemos de enseñar lo que necesita el mercado”
escaso en sectores industriales, y por hacer accesibles los programas de movilidad internacional a todos los alumnos.
“Pertenecer a la red de centros de excelencia representa un reconocimiento al esfuerzo de toda la plantilla”, señala el director, José Luis Durán. “Pero, además, vamos a tener presupuesto para invertir en la mejora de las instalaciones, de equipos y maquinaria y en formación, de un coste muy elevado en nuestro sector”. Entre sus objetivos está abrir las puertas a los docentes del resto de España y reforzar los vínculos con otros centros de excelencia de su sector. Carina Farreras
Es un regalo, sí; y se ha recibido con mucha ilusión. “Aunque trabajo, a partir de ahora, no nos va a faltar”, augura Neus Caufapé, directora de la Escola de Treball de Lleida. Este centro, referente en Cataluya en estudios de formación profesional en energías renovables “se convierte, con este reconocimiento, en espejo de otros centros de España que imparten esa misma materia”. Una gran responsabilidad.
Con esa dotación asignada de un millón de euros, la Escola de Treball de Lleida “podra afrontar una necesaria y vital transformación digital”, anuncia su directora. Una de las primeras inversiones se destinará a “una aula de realidad virtual, con todas sus paredes táctiles”, revela Neus Caufapé. Va a ser un gran avance en formación para los alumnos que siguen los dos cursos de FP para obtener el título de técnicos superiores en energías renovables. “Crear esa aula de realidad virtual nos va a obligar a confeccionar
nuevos contenidos para adaptarlos a ese medio, así que vamos a tener también mucho trabajo en metodología”, añade la directora de esta escuela, creada en 1932 y convertida en centro de formación profesional en 1990.
Otro de los objetivos que se marca ahora esta escuela de trabajo es formar a técnicos con los perfiles en ese campo de las energías renovables más demandados en el mercado. Para eso van a contar con ayuda externa de colectivos implicados con este sector.
Esta Escola de Treball de Lleida ya era un referente. Ahora mucho más. Acoge a 740 alumnos, llegados desde diferentes puntos de España.
“Vamos a compartir las mejoras con más centros”
“Crearemos toda un aula de realidad virtual”