La poeta y artista Don Mee Choi reivindica la memoria anticolonial en su Corea natal
La polifacética creadora mezcla prosa, fotografía y dibujos en ‘Colonia DMZ’
Hoy tendemos a pensar en Corea del Sur como un paraíso tecnológico y democrático, el bien ante el mal que puede representar una Corea del Norte basada en la opresión. En Colonia DMZ (Rayo Verde/Raig Verd en catalán), Don Mee Choi (Seúl, 1962) ha querido volver atrás al momento en que se separó en dos estados y cualquiera podía ser un enemigo. Es un libro de poesía en sentido extenso, con una mezcla de verso, prosa, fotografía, dibujos aliñados con su caligrafía coreana, y sin ceñirse a la no ficción, sino que se permite recrear algunos de los episodios que trata. El libro mereció el National Book Award de EE.UU.
Hay muchas fotografías hechas por su padre, fotoperiodista: “Exploro su memoria con la mía, e incorporándolas incorporo su lenguaje al mío, una de las maneras de crear esta memoria hecha de superposiciones”.
Con respecto al verso, asegura que no es “buena en la poesía normal, no me parece interesante, intento explorar lo que puede hacer la poesía con varias formas de lenguaje y de expresión”. “Me interesa la innovación formal, pero solo si está conectada con lo que intento expresar, aquí la historia de Corea
y la memoria que ha sido borrada. También he intentado entender por qué la dictadura militar duró en Corea tantas décadas, y creo que la justificación es que con la división de Corea teníamos un enemigo”, dice. Y es que a pesar de la división, Choi no cree que sean dos países: “Somos la misma gente, ¿cómo creamos un enemigo con la misma lengua y cultura?”. “La división –añade– dio forma a cómo los coreanos nos veía
mos unos a otros y ya no estábamos divididos geográficamente, sino también ideológica y físicamente, y esta división fue lo que permitió que nos matáramos unos a otros”. La propaganda era muy intensa: “Cuando era pequeña, en el colegio nos decían que los comunistas eran terribles, que eran rojos. Y yo pensaba que realmente tenían la piel roja, y salía a la calle y buscaba si había alguien con piel roja, porque nos pedían que buscáramos
espías de Corea del Norte...”.
El papel de EE.UU. como apoyo de la dictadura está muy presente, en el libro y en su historia: “Creíamos que nos habían salvado del enemigo, y no sabíamos nada de los crímenes de guerra, que centenares de personas habían sido asesinadas acusadas de ser comunistas antes de la guerra de Corea”, explica. Con la historia se puso cuando empezaba a traducir a poetas coreanas contemporáneas, y entonces también se implicó en la Red Internacional de Mujeres Contra el Militarismo. Allí aprendió “nuestra historia compartida, la historia de EE.UU. también es la de Corea y la de Latinoamérica, Asia, Oriente Medio...”, y también por eso cree que su obra es sobre su país de origen, pero también de todo el mundo.
En su libro, traducido al castellano por Rubén Martín Giráldez y al catalán por Anton Pujol –que cuando lo leyó lo propuso a la editora Laura Huerga– y Joan-Elies Adell, hay también textos autobiográficos, de cuando viajó en el 2016 a Corea, donde se entrevistó
“De niña buscaba en la calle gente con la piel roja, pues nos pedían que buscáramos espías de Corea del Norte”
entre otros con un antiguo preso político, cuyas torturas transmite, o con una activista feminista que formó parte de investigaciones sobre abusos. De esta extrae Las huérfanas, los relatos aterradores de ocho niñas supervivientes de la masacre de Sancheong-Hamyang. O la mujer que antes de ser liberada fue al lavarse al río y se descubrió todo el cuerpo azul, de los golpes... como las trescientas mujeres que tenía alrededor.
Choi, actualmente ciudadana norteamericana, vive en Berlín. Sin embargo, ¿dónde está su casa? “La escritura para mí es recrear el sentimiento de casa, el espacio donde puedo ir y explorar el sentido de la añoranza”.c
ras desarrollar su trayectoria profesional en la Clínica Barraquer de Barcelona, el doctor Juan Álvarez de Toledo, oftalmólogo cirujano especialista en cirugía de la córnea, de cataratas y presbicia, refractiva y reconstructiva del segmento anterior, se ha incorporado recientemente al grupo Ofatlvist. En la nueva clínica que la compañía ha abierto en Barcelona, Álvarez de Toledo aporta su experiencia como director médico adjunto con el doctor Jeroni Nadal Reus, además de ejercer el mismo cargo en Oftalvist Tarragona. “Pasar al equipo médico de Oftalvist implica participar en un grupo que está en expansión y que nos dota de los mejores recursos tecnológicos para seguir desarrollando profesionalmente nuestra carrera”,
a rma el doctor.
Unos recursos tecnológicos que suponen una de las principales apuestas del grupo Oftalvist, que mira al futuro incorporando en sus centros los medios médico-quirúrgicos más avanzados para recuperar, mejorar, desarrollar y potenciar las habilidades visuales de sus pacientes. “Las nuevas tecnologías se aplican a todo tipo de intervenciones oculares”, aclara Álvarez de Toledo, “y en Oftalvist disponemos de los últimos avances tecnológicos en este campo”.
Entre las especialidades que se bene cian del uso de la innovación en oftalmología se encuentra la cirugía refractiva, destinada a corregir defectos visuales de miopía, hipermetropía y astigmatismo. “En función de cada defecto aplicamos un tipo u otro de cirugía. Básicamente, disponemos de la cirugía corneal, con láser, que nos permite corregir defectos refractivos que no tengan un grado muy elevado, y la cirugía con implante de lentes intraoculares, que se emplea para
corregir defectos más complejos”. Para ello, Oftalvist cuenta con la plataforma láser VISUMAX, “un láser de femtosegundo de última generación que ha salido este año y que permite realizar varios tipos de cirugía corneal y también corregir diversos grados de hipermetropía”, explica Álvarez de Toledo, así como con “un láser Excímer de última generación para corregir defectos refractivos de miopía e hipermetropía”. Lo importante, aclara el doctor, “es poder individualizar el tratamiento y ofrecer a cada paciente el más adecuado”. Para ello, Oftalvist cuenta también con los últimos métodos y tecnologías diagnósticas, que permiten aconsejar al paciente la solución más adecuada en su caso. Además, añade Álvarez de Toledo, el uso de recursos tecnológicos de última generación en las cirugías implica que “las intervenciones ganen en seguridad y rapidez. El paciente prácticamente ni se entera. Son cirugías de dos o tres minutos que antiguamente eran mucho más complejas”. Eso supone, además, “una mayor seguridad para el cirujano y también un beneficio para los pacientes, que, al n y al cabo, es lo que buscamos: que los pacientes puedan obtener los mejores resultados”.
La presbicia es otra de las anomalías visuales de las que se bene cia la apuesta por la innovación de Oftalvist, estrechamente relacionada con las cataratas. La presbicia está producida “por un endurecimiento del cristalino, la lente natural que tenemos dentro del ojo, que es plana pero que podemos deformar con los músculos para enfocar a todas las distancias. Cuando envejecemos, a partir de los 40–45 años, se produce una pérdida de elasticidad en esa lente, con el consecuente deterioro de la visión cercana y, en algunos casos, también de la lejana. Es lo que conocemos como vista cansada, que afecta al 100% de la población”, explica el doctor. Además, la presbicia se considera la fase inicial de las cataratas, que se produce también a causa del envejecimiento e implica una pérdida de transparencia del cristalino.
Álvarez de Toledo aclara que existen varias maneras de abordar la presbicia, pero que, generalmente, a partir de los 50 años, cuando esta se presenta de forma mani esta, se apuesta por una sustitución del cristalino por una lente intraocular que corrija los problemas de visión tanto de lejos como de cerca, del mismo modo que se indica en las cataratas. Oftalvist cuenta desde 2012 con una plataforma láser de femtosegundo (Catalys) para cirugías de presbicia y cataratas, siendo pioneros en España en implementarlo. “Disponemos de un láser femtosegundo de muy alta precisión que permite abrir el cristalino de una forma precisa, en el sitio exacto, para que la lente quede perfectamente centrada. También contamos con un sistema de medición intraoperatorio, un aberrómetro intraoperatorio –ORA– que nos permite seleccionar exactamente la lente más adecuada para intentar mejorar el resultado”, aclara Álvarez de Toledo, y, gracias a estos avances, “la mayoría de los pacientes se quedan con entre 0 y 0,50 dioptrías”.
La tecnología 3D también ha llegado a Oftalvist, que la ha incorporado a sus centros en los últimos años. Estos novedosos sistemas de visualización permiten al cirujano “obtener una visión más precisa, sobre todo cuando se trabaja con altos aumentos, magni cando mejor los detalles, especialmente en las cirugías complejas de córnea, de cristalino y de retina”, a rma el doctor. Además, añade, todo el personal de quirófano puede ver lo mismo que el cirujano, está sumergido en la intervención, con lo cual su atención e implicación es todavía mayor. La cirugía 3D también tiene un componente docente, “ya que permite que se realicen grabaciones que se pueden visualizar, analizar y servir como material didáctico”, además de abrir las puertas para poder llevar a cabo cirugía robótica y telecirugía en el futuro.