La Vanguardia (1ª edición)

Buen día para revertir los complejos del Barça

- Santiago Segurola

EEs curioso cómo pendulea el fútbol: lo que el Barça observa con terror, la selección española lo interpreta con naturalida­d y confianza

spaña contra Alemania, el texto es rotundo, un partido con dos seleccione­s que han ganado dos de los tres últimos Mundiales (2010 y 2014). El subtexto apenas está oculto, aunque nada lo relacione con Qatar y sus consecuenc­ias. Es una derivada de carácter local que afecta a dos clubs, cabeceras también del fútbol. Uno es el Barça, que proporcion­a ocho jugadores a la selección española. El otro no puede ser otro que el Bayern, eterno surtidor de internacio­nales al equipo alemán. Aporta siete jugadores a la Mannschaft. Por las misteriosa­s razones que presiden el fútbol, pocas aproximaci­ones son más diferentes a un Barça-Bayern que el España-Alemania.

Hace un mes, el Bayern clavó la estaca definitiva al recorrido del Barça en la Copa de Europa. Venció 2-0 en Munich y redondeó la serie con el 0-3 en el Camp Nou. Se le declaró némesis aterradora del Barça, que asume estos choques como una peste inevitable. No sólo los pierde, sino que los sufre como un castigo bíblico.

Los resultados y las consecuenc­ias de los cinco últimos partidos son palmarios: 8-2, 3-0, 3-0, 2-0 y 3-0, todos favorables al Bayern. 19 goles a favor, dos en contra, margen escandalos­o que se ha establecid­o con el Barça de Messi, Luis Suárez y Griezmann y con el de Dembélé, Lewandowsk­i y Raphinha. Es más que una abismal diferencia estadístic­a en el rendimient­o de los dos equipos. Resume la quiebra psicológic­a del Barça ante un rival que se siente amo de cada partido que les enfrenta.

Esta noche, en Doha, el elenco principal de las dos seleccione­s estará integrado por futbolista­s del Bayern y el Barça. A un lado, Neuer, Kimmich, Müller, Musiala, Goretzka, Gnabry y quizás Leroy Sané, si se recupera de su lesión. Constituye­n el espinazo del temible Bayern que encoge al Barça, representa­do hoy por Busquets, Gavi, Pedri, Jordi Alba, Ferran Torres, presumible­s titulares, además de Eric García, Balde y Ansu Fati. Todos han figurado como actores, en algunos casos con letras de neón en la cartelera, de los sucesivos duelos que han mantenido los dos equipos.

La flaqueza del Barça en estos casos recuerda a los viejos complejos que padecía la selección española frente a Alemania, la visión más extrema de unos miedos insalvable­s. Hasta que dejaron de serlo. En la final de la Eurocopa 2008, España derrotó 1-0 a Alemania. Dos años después, en las semifinale­s del Mundial de Sudáfrica, se reeditó la victoria. Ya saben: córner, Xavi y Puyol en tromba. En la pasada Liga de las Naciones, España aplastó, un 6-0 marcado a fuego en el orgullo del fútbol alemán.

Es curioso cómo pendulea el fútbol. Lo que el Barça observa con terror, la selección lo interpreta con naturalida­d y confianza. Lo que el Bayern interpreta como una garantía de poder ilimitado, en la selección alemana se vive con alarma. Y, sin embargo, el núcleo futbolísti­co es el mismo en todos los casos, por cantidad (15 jugadores disponible­s para el partido de hoy) como por calidad. A España le define el juego de su línea de centrocamp­istas (Gavi-Busquets-Pedri) y lo mismo ocurre con Alemania (Kimmich-Goretzka-Musiala-Müller).

Se pueden considerar otros factores, como la importanci­a de las estrellas extranjera­s en los dos equipos, pero un repaso a la delantera del Barça señala que Dembélé es titular en Francia, Lewandowsk­i –ex del Bayern– es la estrella en Polonia y Raphinha es el extremo derecho en Brasil. Por importante que sea el resultado de hoy para el recorrido de España y Alemania en Qatar, el subtexto del encuentro merece una atención especial en el Barça, que tiene oportunida­d de quitarse el complejazo que le aturde ante el Bayern.

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