Australia gana un partido en la Copa del Mundo doce años después
El combinado ‘socceroo’ supera a Túnez y sigue con vida
El Mundial depara siempre historias impredecibles protagonizadas en muchas ocasiones por héroes inesperados o desconocidos. Estos no solo aparecen en grandes escenarios, como los saudíes contra Argentina o los japoneses frente a Alemania. También en partidos con poco gancho como puede ser un Túnez-Australia jugado un sábado por la mañana, solo apto para el aficionado que quiere fútbol en vena.
En un país sin demasiada tradición al deporte rey, los más devotos que sacrificaron su sábado noche en la isla oceánica pueden dar por buena la decisión tomada. Mitchell Duke, un delantero que milita en la segunda división de Japón, dio el primer triunfo a su país en una Copa del Mundo doce años después gracias a un sofisticado cabezazo con la coronilla, de espaldas a la portería tunecina (23).
Las águilas de Cartago pagaron su exceso de revoluciones en un partido en que los australianos hicieron gala de un mayor control. Con un fútbol simple pero efectivo, el combinado de Graham Arnold se hizo con el balón –excepcional Aaron Mooy en la sala de máquinas– y basó su juego en los centros laterales. El plan se ejecutó a la perfección en el ecuador de la primera parte. Una jugada iniciada desde la defensa terminó en la portería contraria con el cabezazo inapelable de Duke, un futbolista que guardará en un lápiz de memoria su extraordinario partido en el estadio Al Janoub de Doha.
El equipo magrebí, que volvió a contar con el apoyo del público árabe, lo jugó todo a la carta de Youssef Msakni, pero el talentoso atacante desaprovechó las ocasiones más claras.
El triunfo sirve al combinado socceroo para reengancharse al Mundial con sus primeros tres puntos sumados y deja abierto un grupo en el que a priori Francia y Dinamarca no deberían dar lugar a la sorpresa. Como los tunecinos, al menos mantendrán con vida la esperanza hasta la tercera jornada.c