“He pagado un 250% más por la factura de la luz”
El encarecimiento de la electricidad ahoga a comercio y productores
Con 67 años, Antoni Gálvez lleva varias décadas dedicado al negocio de los productos cárnicos y asegura no haber vivido un encarecimiento de costes y de materias primas como el actual. “Nunca he visto nada igual”, insiste este propietario de carnicerías de proximidad en el área de Barcelona.
El pequeño comercio, asegura, afronta la situación a base de incrementar la eficiencia y reducir márgenes, porque trasladar todo el incremento de costes al consumidor “es inasumible”. Para empezar, el precio de la factura eléctrica se les ha multiplicado por entre dos y tres. “En la mayor de las tiendas que tengo pagué 4.850 euros de luz en julio, cuando en el mismo mes del año pasado pagué 1.400 euros”, un 250% más, explica Gálvez, presidente a su vez del Gremi de Carnissers de Barcelona i Província. “No le puedo repercutir estos costes al cliente. Y en el sector estamos todos en la misma situación”, subraya.
Al contrario que los hogares o las industrias electrointensivas, las pequeñas empresas como las de este carnicero no se benefician de las medidas del Gobierno para abaratar la factura eléctrica. A ello se suma el encarecimiento
de los productos. “La ternera en canal –la pieza entera– ha subido a 6 euros el kilo; y hay que tener en cuenta que de una pieza no se puede aprovechar todo, como la grasa o el hueso”, señala.
Esto ha provocado que el solomillo alcance los 40 euros el kilo o el bistec los 15-20 euros el kilo estos días en cualquier tienda. “Nunca habíamos vendido a estos precios, y aún así estamos ganando menos”, señalan otras fuentes del sector consultadas. Los productores de la industria cárnica insisten asimismo en que ellos también sufren el incremento de costes –luz, piensos, agua...–.
Y si los precios están en estos niveles a finales de noviembre, el próximo mes pueden alcanzar cotas excepcionales en determinadas categorías. “A partir del 1 de diciembre los mayoristas siempre suben las tarifas; comprar con antelación puede ahorrar dinero”, avisa Gálvez.
Esta semana, continúa, se ha producido compra de aprovisionamiento para Navidad en productos estrella. Como el cabrito, que de costar unos 17 euros el kilo tiempo atrás, ha pasado a alrededor de 25 o 27 euros, o determinadas aves. En el caso de los productos ibéricos está sucediendo un fenómeno contrario, explica Antonio Prieto, presidente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici). La compra de piezas ibéricas que solía acelerarse a partir de octubre, este año va más lenta. “Estamos a la expectativa de cómo reaccionará el consumidor en la recta final del año”, resume.“La situación es complicada tanto para la cadena alimentaria como para el consumidor –continúa Prieto–, se va a trabajar con menos márgenes”.
En el caso del turrón, fuentes de la industria indican que la subida de precio está entre el 6% y el 10%. La organización COAG ha denunciado esta semana que mientras el turrón se vende en los lineales un “10% más caro”, según su análisis, a los productores españoles de almendra y miel se les está pagando un 7% menos. “Este año no he vendido las almendras porque no me salía a cuenta; la industria ha comprado mucha procedente de fuera de la UE a precios más bajos; y miel de China”, afirma Francisco Ponce, productor de almendra en Aragón y miembro de COAG. En su caso, los costes de producción también se han disparado.c
El sector alimentario está a la expectativa del consumo en la campaña de Navidad