El refugio de Alejandra Onieva
La actriz estrena ‘Historias para no contar’ pero nos cuenta dos de las suyas
Alejandra ha experimentado una excitante ambivalencia: la joven actriz tenía ante sí a un tótem como Jose Coronado y su personaje, Bárbara, asistía al desmoronamiento de un maduro amante tratando de salvar el orgullo mediante una patraña. Ambos protagonizan uno de los relatos de Historias para no contar, comedia coral de Cesc Gay que cuenta también con Maribel Verdú, Anna Castillo, Javier Rey, Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, Nora Navas y Verónica Echegui, entre muchos otros.
“Como actriz, me lo estaba pasando muy bien porque Jose es maravilloso y fue un sueño trabajar con él. Y a mi personaje le costaba, se le hacía difícil dejar a alguien que en el fondo es un pobre hombre ilusionado”. Su historia es la de una alumna seducida por un profesor brillante cuyo romance lleva fecha de caducidad. Y no es un cliché, pues sigue ocurriendo con mucha más frecuencia que a la inversa. “Creo que a las mujeres, y hablo generalizando, nos interesa más el trabajo personal: tenemos conversaciones de mayor profundidad, nos cuestionamos todo más, abordamos nuestras inseguridades y las compartimos. A un chico de tu edad le inspiran menos esas conversaciones que a alguien más experimentado. Por eso nos atrae una persona que ha vivido más; nos resulta más equilibrada. Muchas veces he envidiado ser hombre por esa sencillez vuestra (risas). Nosotras le damos muchas vueltas a todo; nos hemos tenido que hacer más fuertes para lograr lo mismo y eso crea un patrón”.
En cualquier caso, ni se ha visto ni planea verse en la misma situación que su personaje cuando le espeta a su veterano amante un ominoso ‘tenemos que hablar’. “Creo que eso se dice cuando has aguantado mucho y un día pien sas ‘hoy me atrevo, voy a da el paso’. Yo prefiero ir dicién sobre la marcha. ‘Tenemo hablar’ también significa que en el fondo no has sido hone de hace tiempo porque te has ido guardando cosas hasta que explotas. Y entonces es tarde para retomar el asunto”.
En un
Alejandra rehúye responder a cómo viviero desde su lado la ruptura entre s hermano Íñigo y Tamara Falcó: preferido olvidar r gusta estar expuesta obre estos temas, no me siento n da cómoda y por eso he intent do refugiarme en lo que me gus a, que es la interpretación, asu yectos, seguir mi camin salpicada por esto no es algo agradable”. Naturalme familia se la apoya. Esto cute.
Afortunadamente, de refugiarse. Mient as en los cines se proyecta His orias para no contar, Alejandra sar del rodaje San Sebastián de Las pelota s, de Jesús Rodrigo, donde e enfrenta a un papel mujer ontra mujer con María
Que Dios nos perdone] como partenaire. Un romance homosexual que nos lleva preguntarle sobre desvelar la intimidad en la
La ruptura entre su hermano y Tamara Falcó la puso en una complicada tesitura ante los medios
pantalla. Entre una escena dramática con mucho llanto y mucha voz quebrada y otra mostrar la piel, el sexo le da más vergüenza. No le sube el rubor sino que le sorprende –llegará el tiempo en que le moleste– los bulos que se agarran a la prensa como seta a abedul. Es el caso de su supuesto affaire con Iker Casillas: “Coincidimos en un evento de Bvlgari, en el que había muchos más personajes conocidos. Se subió un carrusel de fotos a las redes y entre ellas, una en la que estaba yo pero recortaron al chico que estaba en el otro lado. Si me preguntan, respondo, pero cuando se inventan las cosas, acabas encerrándote en tu realidad porque te consume”.
Cuando Alejandra no rueda, cocina (su reto es reparar kokotxas) o medita. Ha encontrado casi una gurú en su amiga Mercedes, ‘the astral method’, experta también en cartas astrales: “A veces es solo cuestión de asomarse y comprobar qué hay”..c