Cada vez más mujeres, y más jóvenes, emprenden la maternidad en solitario
“Las mujeres han asumido que no dependen de otra persona para ser madres. Una vez tienen independencia económica y laboral, y una vida m·s o menos estable, son muchas las que abordan su maternidad sin esperar a tener pareja”. De esta manera resume el director de IVI Barcelona, Agustín Ballesteros, el cambio social y de mentalidad sobre la maternidad en solitario que observan en las clínicas de reproducción asistida españolas y del que dan testimonio las dos jóvenes que relatan su experiencia en este reportaje: Glòria Mitjans y Laia Ramón.
No es solo que el número de mujeres sin pareja que deciden ser madres no deje de crecer –en el caso de IVI, un 42% en los últimos cinco años–, sino que cada vez toman la decisión a edades m·s tempranas. “De media, estas pacientes tienen un par de años menos que las que acuden con pareja”, constata Ballesteros.
Y la experiencia es similar en otras clínicas consultadas. En Dexeus Mujer explican que m·s del 70% de las inseminaciones artificiales con semen de donante realizadas el año pasado se practicaron a mujeres solas (mientras que en el periodo 2010-2015 representaban el 50%), y la edad media de estas pacientes, que en el 2015 era de 38 años, ronda los 35.
“Hay una disminución clara de la edad a la que mujeres sin pareja consultan para ser madres; creo que la sociedad va tomando conciencia de que la edad es importante para tener hijos y lo vemos en la edad de las mujeres solas que vienen a inseminarse –cada vez m·s jóvenes–, pero también en la de las que vienen a congelar óvulos porque creen que no es el momento de buscar un embarazo, pero piensan que querr·n buscarlo m·s adelante”, explica el doctor Buenaventura Coroleu, consultor del servicio de reproducción asistida de Dexeus Mujer.
El hecho de que las mujeres que se animan a ser madres en solitario sean cada vez m·s jóvenes sorprende porque en España la edad a la que se tiene el primer hijo no deja de crecer (la media son 33 años, pero los nacimientos de madres de 40 o m·s años han crecido un 27,9% en la última década y ya representan el 11% del total), lo que parece indicar que es el emparejamiento lo que est· retrasando el momento de tener hijos.
“Sí, a menudo las personas esperan a tener pareja para plantearse tener hijos y, luego, cuando la
Estabilidad económica y red familiar pesan más que tener pareja entre quienes desean ser madres
tienen, no buscan el embarazo inmediatamente porque la pareja quiere tiempo para disfrutar ellos solos, y van posponiendo la maternidad; en nuestras clínicas, la edad media de las parejas que buscan tratamiento ronda los 40 años”, comenta el director de IVI Barcelona.
Coroleu, que lleva m·s de cuatro décadas trabajando en reproducción asistida, apunta que m·s all· de ser m·s jóvenes, también observa otros cambios sociodemogr·ficos en las mujeres que eligen ser madres en solitario que constatan que esta realidad hace tiempo que dejó de ser tabú o un modelo familiar transgresor para normalizarse. “Hace diez años, muchas de las pacientes sin pareja venían con sus padres, se constataba que hacía falta un vínculo familiar importante para darle seguridad en esa decisión de ser madres solas; ahora no, ahora la familia es secundaria, te explican que la voluntad y la responsabilidad de ser madres es solamente suya: que como quieren y pueden tener un hijo, pues inician esa aventura por su cuenta”, comenta el especialista de Dexeus.
“Son mujeres que lo tienen claro, muy claro; que tienen una independencia laboral y económica, que suelen contar con una red familiar que les apoya en el proyecto y a quienes el qué dir·n o la presión social de ser madres sin pareja les importa poco”, coincide el doctor Ballesteros, de IVI Barcelona.
Esa presión social, coinciden tanto los médicos como las mujeres que han decidido ser madres en solitario entrevistadas, ha bajado mucho porque hoy coexisten muchos modelos de familia en la sociedad española, ya nacen m·s hijos de madres solteras que de casadas, y las familias monoparentales son una realidad muy visible.
Según los últimos datos del INE, en España hay casi dos millones de hogares monoparentales integrados por personas separadas o divorciadas con hijos, viudas o solteras (sobre todo mujeres). Estos últimos, los hogares monoparentales integrados por una persona soltera con hijos han crecido m·s de un 31% desde el 2013. Y el fenómeno parece que ir· a m·s porque algunos sondeos de opinión, como el realizado para conocer los h·bitos de fertilidad de las mujeres por las clínicas Ginefiv, indican que pr·cticamente seis de cada diez mujeres que quieren ser madres est·n dispuestas a tener un hijo en solitario.
Ahora bien, que cada vez m·s mujeres se sientan suficientemente independientes y fuertes para formar una familia sin pareja no quiere decir que no encuentren barreras y hayan de superar algunos miedos. El m·s recurrente, según explican quienes las atienden en las clínicas de reproducción asistida y comentan las afectadas, es cómo explicar·n a sus hijos la falta de la figura paterna o el procedimiento elegido para traerlos al mundo. “Estas explicaciones siempre deben darse de manera natural y con ejemplos y realidades cercanas del día a día que les ayuden a ver que estas familias son igual de v·lidas que cualquier otra, independientemente de los miembros que las integran, y eso cada vez va a suponer menos problema porque esos hijos van a ver una amplia gama de modelos de familia en el colegio, van a vivir en un ambiente donde eso va a ser muy normal”, apunta Ballesteros.c