La Vanguardia (1ª edición)

Ewan McGregor, un aristócrat­a en Moscú

SkyShowtim­e estrena la adaptación televisiva de la novela de Amor Towles

- Gabriel Lerman Los Ángeles

Cuando en abril del 2018 se publicó que Kenneth Branagh sería el protagonis­ta de la adaptación televisiva de Un caballero en Moscú, la exitosa novela del escritor estadounid­ense Amor Towles, para muchos resultó una decisión natural, ya que uno podía visualizar f·cilmente a su Hércules Poirot trasplanta­do a la capital de la Unión Soviética en los años posteriore­s a la revolución de octubre.

Sin embargo, aquel proyecto se estancó, Branagh tuvo que completar su trilogía de Agatha Christie y recién en el 2022 la serie volvió a revivir, cuando se supo que Ewan McGregor había aceptado encarnar al conde Alexander Ilich Rostov, un noble ruso que tras la llegada de los bolcheviqu­es es perdonado por las nuevas autoridade­s que buscan ejecutarle por haber escrito antes del triunfo de Lenin un poema que muchos revolucion­arios han tomado como bandera. La miniserie se estrenó en Estados Unidos en marzo, convirtién­dose en un éxito instant·neo gracias a la soberbia interpreta­ción del actor escocés.

En la historia imaginada por Towles, y que SkyShowtim­e estrena mañana en España, Rostov es un bon vivant que nunca ha trabajado, pero posee un paladar exquisito y una cultura general desbordant­e. Cuando las autoridade­s le confinan a permanecer de por vida dentro del exquisito hotel Metropol, al que se había mudado después de perder su casa, con la consigna de que si sale de allí le fusilar·n de inmediato, el aristócrat­a no tiene problemas en ajustarse a la situación, aunque en lugar de su suite le dan un pequeño altillo construido para el personal del servicio.

El conde disfruta de las comidas que le ofrecen gratis en el restaurant­e de cinco estrellas, en donde mientras dure el almuerzo o la cena

ser· otra vez un privilegia­do. Una niña de nueve años, Nina (Alexa Goodall), que conoce todos los recovecos del lugar, le tomar· como un padre adoptivo, ya que el suyo trabaja a todas horas, y encontrar· a una amante en la actriz Anna Urbanova, interpreta­da por la esposa en la vida real de McGregor, Mary Elizabeth Winstead.

En el primer episodio, el conde aparecer· con un bigote muy llamativo, que Ewan dejó crecer durante la pandemia, pero tendr· que recortarlo cuando en la barbería del hotel un cliente ofuscado le dé un tijeretazo como forma de protesta. El cambio capilar en su rostro reflejar· también su transforma­ción social. Poco a poco, Rostov encontrar· amigos entre los que trabajan en el hotel y, aunque siempre defender· a los de su clase, se convertir· en una figura querida por todos.

Quienes vean la serie no deben buscar en ella un reflejo de cómo era Moscú en los años veinte. Si bien el hotel Metropol sigue siendo hoy uno de los mas lujosos del mundo, cuando transcurre esta historia había sido expropiado. Rostov nunca existió y ni el creador Ben Vanstone ni el director Sam Miller se preocuparo­n mucho por la fidelidad histórica.c

 ?? SKYSHOWTIM­E ?? McGregor, en la serie
SKYSHOWTIM­E McGregor, en la serie

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain