“EE.UU. es bueno matando gente, mi agresor es americano”
Hubo varios golpes de suerte. En primer lugar, los espectadores corrieron y contuvieron al agresor hasta que fue arrestado. El público me salvó la vida. Y en la audiencia había al menos un par de médicos que tomaron medidas de emergencia. Adem·s era un día soleado, un bonito día de verano, de cielo azul. Si hubiera habido mala meteorología, el helicóptero no habría podido volar y llevarme al quirófano.
Asegura que en ruta hacia su final no vio ninguna luz, ni un túnel...
No había cosas sobrenaturales, ninguna luz divina, tampoco el fuego del infierno, nada que hiciera reconsiderar mis creencias.
Su libro va de odio y amor.
Al plante·rmelo pensé que describir el ataque me llevaría solo unas p·ginas. Así que el libro, por un lado, es sobre lo que no me gusta, muerte, violencia, fanatismo, odio. Y, en el otro, cosas que me importan profundamente, el amor, el arte, la libertad. Es un encuentro entre todo lo que odio y lo que amo. Por suerte, como sobreviví, el ejército del amor salió victorioso. Algo que he aprendido es el increíble poder de resistencia del cuerpo humano. Poseemos un colosal mecanismo de supervivencia que trabaja horas extras.
Alude a “Gunter y Grass”, a “Borges y yo”, a “Salman y Rushdie”.
No me gustan todos los otros Rushdies. Esas otras versiones de mí se crearon para criticarme.
¿Ha hecho las paces?
Cuando pasas por una experiencia de supervivencia como esta, cuando casi mueres y te dan otra oportunidad para vivir, una de las cosas clarificadoras es que te vuelves menos interesado en las opiniones de otras personas. Ya no me preocupa lo que piensa la gente. Trato de ser un artista y vivir mi vida, esto es lo que me importa. Valoro m·s cada día. Piensas: un día m·s. Como un regalo, cada día es una bendición.
Pues esta es una era de censura.
Estoy muy contento de no ser un joven escritor que empieza. He escrito 22 libros, si tengo alguno m·s seré afortunado. He hecho mi labor.
¿Sin importarle la tan de moda cultura de la cancelación?
No me asusta. Pero veo a los escritores jóvenes que trabajan en su primer libro o el segundo y se plantean qué palabras se les permite usar, qué personajes pueden incluir en sus historias. ¿Cómo vas a escribir bien sin libertad? La buena literatura siempre ha significado que el escritor crea personajes que no son como él. Por mucho que Flaubert diga “yo soy Madame Bovary”, no lo es, ni Dostoyevski es Raskólnikov. La idea de que solo puedes escribir desde tu pequeña y estrecha experiencia personal es la muerte de la literatura.
Y la piel, cada vez más fina.
Existe la idea de que no puedes decir nada que pueda ofender a alguien. El problema es que siempre hay alguien
que se ofende por algo. Si nunca puedes ofender, nada se puede decir. Si te ofendes, lee otro libro. Los versos satánicos son 550 p·ginas. Si has de leer todo eso para ofenderte, has de hacer mucho trabajo. Siempre puedes cerrar el libro y decir no me gusta. De joven tenía esa visión puritana de que no podía dejar un libro a medio leer. Ya no. Si me molesta, no lo termino. Si no te gusta algo, no lo leas.
Tres cuartas partes de su producción
han llegado tras esa novela, y recalca que no quiso cambiar su estilo por culpa de la amenaza.
Traté de seguir adelante. Sabía el camino que tenía como artista y me mantuve. No traicioné mi propio arte. Continué con mi visión, y a la gente le puede gustar o no. Esta es otra cuestión, pero hice lo que quería hacer. Podría haberme asustado y escribir libros miedosos. Podría haberme enojado y haber escrito libros de venganza. Todo esto habría supuesto mi destrucción como artista. No lo hice y seguí mi camino.
La razón de su obra El lenguaje también es un cuchillo. El libro en sí mismo es un cuchillo para mi lucha personal”
¿Lamenta algo?
Ningún escritor est· nunca satisfecho con sus libros. Si cojo cualquiera de los míos, le puedo decir las partes que no me gustan... pero no se lo diré. Un famoso crítico literario dijo que una novela es un escrito largo que tiene algo mal. La idea de la perfección en una novela es un sueño, para quien sea, incluso para Cervantes. Don Quijote a veces es muy repetitivo... Hagas lo que hagas, nunca ser· perfecto. Tienes que saber llevar la imperfección. Aprendí esta lección hace mucho.c
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