La Vanguardia (1ª edición)

La ilusión se viene abajo

Con todo de cara para pasar, un Barça diezmado muerde el polvo ante el PSG

- J n B ti t M tínez Barcelona

Desolación total en Montjuïc. Lo que tenía que ser una gran noche terminó en tragedia deportiva para el BarÁa. Cuando lo tenía todo de cara para estar en semifinale­s, el equipo de Xavi Hern·ndez se vino abajo. Raphinha abrió el marcador, pero la expulsión de Araújo con m·s de una hora por jugar fue una losa demasiado pesada para un Barcelona que tardó mucho en reactivars­e cuando se vio en inferiorid­ad. Dembélé, como en París, Vitinha y un doblete de Mbappé, uno de ellos de penalti, impulsaron al PSG. Al BarÁa solo le queda una Liga casi imposible para no terminar en blanco.

La desilusión es ahora tremenda para un equipo que luchó, pero al que le faltó sangre fría en el camasí.

po y el banquillo, con Xavi otra vez expulsado, para sobrevivir en el torneo.

El partido resultó un thriller desde el segundo uno. Tal y como había prometido Luis Enrique, el PSG salió dispuesto a buscar la yugular del BarÁa. Con la eliminator­ia en contra, el equipo francés no tenía tiempo que perder, y plantó la tienda de campaña en el campo barcelonis­ta. El asturiano había determinad­o tres variantes con respecto a la ida, en busca de mayor mordiente. Con Hakimi de la

teral profundo, Barcola de diablo por la izquierda y Zaïre-Emery en la medular, el PSG atrincheró al Barcelona. Mientras, el conjunto blaugrana, con Pedri como única novedad, se preparó para sacar el manual de resistenci­a. Koundé, Araújo y Cubarsí defendían como animales, los centrocamp­istas se hartaban a correr y Lamine Yamal y Raphinha buscaban contras.

Pese a la pasión del público, con Montjuïc repleto, y el esfuerzo de los blaugrana, parecía complicado que el Barcelona pudiera aguantar Pero ya se sabe que la Champions es una competició­n de fogonazos que provocan enormes giros de guion. El primero llegó cuando Lamine Yamal le hizo un roto a Mendes y centró al ·rea para que Raphinha consiguier­a su tercer gol de la eliminator­ia. Lo hizo con la rodilla izquierda.

El panorama se ponía que ni pintado para el BarÁa. Si el PSG quería forzar la prórroga, tenía que meter dos tantos. Los franceses acusaron el golpe, y el Barcelona subió líneas, ahora así aprovechan­do el toque de Pedri, Gündogan y De Jong. El neerlandés activó a Raphinha y se produjo un rebote que Lewandowsk­i casi convierte en el segundo. El remate del polaco se marchó arriba. Una pena para su equipo que después pasaría las de Caín.

Luis Enrique pedía calma y juego a su equipo. Buscaban a Mbap

Araújo resultó expulsado con una hora por jugar, y eso fue una losa demasiado pesada

Raphinha abrió el marcador con su tercer tanto en la eliminator­ia, pero no sirvió para nada

pé, que se topaba con el acierto de Ter Stegen, y a Dembélé, cuyas primeras intentonas err·ticas provocaron la mofa de la grada. El exbarcelon­ista, abucheado, se resarciría después.

El encuentro viraría de nuevo, y de forma sideral, al filo de la media hora cuando un Araújo sobrexcita­do cargó a un Barcola que se escapaba. El colegiado acertó al decretar falta fuera del ·rea, pero adem·s interpretó que debía expulsar al uruguayo. Entre protestas y llamadas a revisiones del VAR, no hubo marcha atr·s y el BarÁa se quedó con diez cuando quedaba una hora, mínimo, por jugar. Lo cierto es que a Araújo le sobró ímpetu y le faltó cabeza. Era

Dembélé, como en París, Vitinha y un doblete de Mbappé, uno de penalti, dieron el billete a los franceses

mejor un hipotético gol del PSG que quedarse tan pronto con diez.

Un tremendo mazazo. Xavi reaccionó sacrifican­do a Lamine Yamal y metiendo en liza a Iñigo Martínez para apuntalar su defensa. El Barcelona se quedó sin el talento de su perla, perdió totalmente el balón y se puso a tiritar. M·s lo haría cuando Dembélé, otra vez como en París, empató tras un centro de Barcola que no pudieron cortar ni Cubarsí ni un Cancelo que llegó un poco tarde.

Aunque el decorado se había complicado, el Barcelona seguía con la eliminator­ia a favor. Había que ver cómo intentaba reordenar Xavi a sus piezas. Pero a la vuelta de los vestuarios el BarÁa continuó grogui. El sufrimient­o blaugrana era total. Lo que se veía venir llegó enseguida. El segundo del PSG cayó en un córner en corto en el que Vitinha, totalmente solo por la desatenció­n de De Jong, remató desde fuera del ·rea.

Eliminator­ia nivelada y euforia ahora parisina. Pudo durar bien poco, puesto que Gündogan se quedó a centímetro­s de empatar en la jugada siguiente. Pero no se produjo, y todo se iría al traste. Xavi resultó expulsado por perder los nervios y protestar, una vez m·s, y Cancelo cometía un claro penalti sobre Dembélé. Mbappé lo transformó con temple, y el PSG mandaba por primera vez en el global. El BarÁa, que reclamó un posible penalti sobre Gündogan, estaba en la lona, pero un gol le permitía forzar el tiempo extra. Lo tuvieron Lewandowsk­i, pero Donnarumma abortó su disparo, y Raphinha, que cruzó su tiro en exceso. El PSG quería enfriar el partido, pero eso daba vida a los blaugrana. Había aparecido Ferran Torres y también lo hicieron Fermín y João Félix. Piernas y talento para intentar evitar la eliminació­n. No hubo forma, y Mbappé, tras una doble parada de Ter Stegen, sentenció en una contra. La aventura del BarÁa termina aquí.c

 ?? Àlex Gar ia ?? Los futbolista­s del PSG celebran la clasificac­ión mientras Lewandowsk­i abandona el campo cabizbajo
Àlex Gar ia Los futbolista­s del PSG celebran la clasificac­ión mientras Lewandowsk­i abandona el campo cabizbajo

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