Teherán saca pecho
Irán se exhibe en un desfile militar como potencia regional tras el ataque a Israel
Ibrahim Raisi: “La operación fue limitada. Si hubiera sido a gran escala, no quedaría nada del régimen sionista”
No habían pasado 12 horas desde el ataque con el que Ir·n respondía a Israel el pasado domingo cuando en las calles de Teher·n ya se podían ver decenas de carteles que tenían como protagonistas los misiles enmarcados en un mismo eslogan: “No cederé la tierra de mi país”. Pero, con el pasar de los días, el mensaje no ha parado de reforzarse.
“Ir·n acaba de lanzar el ataque con drones m·s grande del mundo”, decía un cartel en inglés escrito en letras negras sobre un fondo blanco que apareció en grandes vallas con las que las autoridades buscan proyectar su fortaleza en uno de los momentos m·s coyunturales de la existencia de la República Isl·mica.
En el mensaje en persa quedaba claro que esta sentencia era un titular de la cadena de televisión qatarí Al Yazira horas después de que Ir·n enviara m·s de 170 drones Shahid y 140 misiles con dirección a Israel. La misma din·mica ocurría con otro titular del The Washington Post que recogía el temor en el país llamado por los seguidores del sistema iraní como “el pequeño Sat·n”. El “gran Sat·n” es Estados Unidos.
“Israel muestra preocupación y miedo tras la noche en que Ir·n interceptó un misil”, se leía en inglés y persa, en una demostración clara de que Ir·n busca utilizar este ataque para reforzar su imagen de superpoder regional frente a su población, pero también en la región.
“Est· claro que Ir·n es poderoso. Siempre lo ha sido y ahora lo demostró m·s”, decía ayer Maryam, de 33 años, que caminaba frente a otro de los carteles con misiles desplegados en una de las avenidas de Teher·n. La mujer explicaba que temía que este nuevo escenario en el que habían demostrado su avance militar les sirviera a las autoridades de excusa para reprimir a la sociedad, como lo hacen de nuevo con las mujeres que no se cubren la cabeza. “Posiblemente sienten que nadie los puede parar”, explicaba frente al cartel donde se veía un mapa de Ir·n del que despegaban misiles.
Husein, otro transeúnte de 26 años, aseguraba que se sentía or
gulloso. “Yo no pensé que fueran tan buenos”, decía. En estos carteles, los eslóganes est·n relacionados con las declaraciones hechas una y otra vez por las autoridades de que responder·n con una mayor fuerza si son atacados de nuevo. “Con el m·s pequeño ataque, contestaremos con severidad”,
advirtió ayer el presidente Ebrahim Raisi en la parada militar con la que se conmemora anualmente el día del Ejército, que este año coincidió con el país en m·xima alerta por la posibilidad de una respuesta de Israel. En las últimas dos noches, los rumores de un posible ataque han circulado con insistencia,
especialmente dentro del cuerpo diplom·tico.
“La operación fue limitada, no exhaustiva. Si hubiera sido a gran escala, habrían visto que no quedaría nada del régimen sionista”, dijo Raisi en presencia de la cúpula militar del país, que incluye tanto a los comandantes de las fuerzas del ejército nacional, o Artesh, y de la Guardia Revolucionaria, o Sepah Pasdaran.
Frente a ellos desfilaron las diferentes fuerzas militares, pero también la diversidad de drones y misiles que Ir·n ha desarrollado en estas últimas décadas, incluidos los seis tipos que fueron lanzados en la madrugada del domingo. En una de las fotos captadas por las agencias se puede ver a uno de los comandantes explic·ndole a Raisi cada uno de los prototipos que pasaban frente a ellos.
“Lo que mostramos hoy fue una pequeña parte de nuestras capacidades”, sentenció en su discurso el comandante del ejército, el mayor general Abdolrahim Musavi. En los últimos días, los militares han mandado el mensaje de que los misiles utilizados contra Israel no forman parte de los nuevos desarrollos del país; por el contrario, son modelos viejos. Analistas locales lo interpretan como un intento de Ir·n de no revelar su tecnología m·s avanzada en un ataque que, según las autoridades, buscaba ser preciso y no buscaba