Rafah a cambio de Teherán
EE.UU. acepta una incursión en el sur de Gaza si Israel se contiene en su ataque a Irán
Joe Biden no quiere llevar al máximo las sanciones a Irán ni un conflicto que suba el precio del petróleo
Irán asegura que si sus instalaciones nucleares son atacadas, hará lo mismo con las de Israel
Israel ha negociado con Estados Unidos, su principal financiero y protector, la entrada de tropas en Rafah, en el sur de la Franja, a cambio de contención en la respuesta militar al ataque de Ir·n del s·bado pasado, según publicaba ayer el portal estadounidense Axios. “Las dos partes acordaron el objetivo compartido de ver a Hamas derrotado en Rafah”, confirmó la Casa Blanca en un comunicado difundido anoche.
El presidente Joe Biden ha advertido en las últimas semanas
contra el deseo de Beniamin Netanyahu de entrar militarmente en Rafah para asestar lo que considera un golpe a los últimos reductos de Hamas en la franja. Estados Unidos considera que no hay posibilidad real de evacuar a la población de Rafah antes de una operación militar, con lo que la acción supondría incrementar de manera significativa la cifra cercana a 34.000 muertos palestinos desde que las Fuerzas de Defensa de Israel entraron en Gaza. Ahora, sin embargo, Washington habría cambiado de posición, dispuesto a negociar la operación con Netanyahu. Según el mismo portal Axios, en la reunión del
gabinete de guerra israelí del lunes por la noche se discutió seriamente sobre emitir la orden de ataque a Ir·n, pero la misma noche se comunicó a Washington la decisión de esperar.
Altos oficiales israelíes y estadounidenses mantuvieron ayer tarde una reunión por videoconferencia para tratar el intercambio de Rafah por Ir·n. La parte norteamericana estaba encabezada por el consejero de seguridad nacional, Jake Sullivan, y la israelí, por su homólogo Tzachi Hanegbi y el ministro para Asuntos Estratégicos, Ron Dermer. Brett McGurk, enviado presidencial para Oriente Medio, era el segundo m·s im
portante representante de Estados Unidos. El portavoz de seguridad nacional, Jack Kirby, confirmó ayer por la tarde a la prensa que la reunión se celebraba.
El origen del cambio de opinión de los estadounidenses sobre la incursión israelí en Rafah radica en su voluntad de evitar que la respuesta a Ir·n encienda la región y desencadene un conflicto incontrolable. La contención israelí sobre Teher·n sería la moneda de cambio de la entrada en Rafah.
Washington y sus aliados occidentales prefieren la vía de las sanciones contra Ir·n, pero lo cierto es que esta se ha revelado cada vez m·s difícil como fórmula de presión. El diario Financial Times publicaba ayer que las exportaciones de petróleo iraní se encuentran en su punto m·s alto en seis años gracias a las compras que efectúa China, pero según analistas de Washington, Joe Biden no quiere llevar las sanciones al m·ximo, a fin de evitar un “estrangulamiento inflacionario del suministro mundial de petróleo”. Biden no desea un conflicto que pueda llevar a Ir·n a cerrar el estrecho de Ormuz, por el que circula entre el 25% y el 30% del petróleo que se extrae en el mundo. Una acción de este tipo provocaría un alza significativa en los precios del crudo y m·s inflación, algo que podría perjudicar la candidatura de Biden el próximo 5 de noviembre.
Ir·n, por su parte, ha elevado el tono. Ahmad Haghtalab, jefe de división de Seguridad Nuclear de la Guardia Revolucionaria, advirtió a Israel de que cambiar· su “doctrina nuclear” si Tel Aviv acaba por atacar sus instalaciones nucleares. En ese caso, dijo, “las instalaciones nucleares del régimen [israelí] ser·n objetivo”.