La Vanguardia (1ª edición)

La diferencia entre Taqa y la saudí STC

La sociedad de Abu Dabi se presenta de la mano de Criteria, que lleva casi medio siglo en Naturgy, con una propuesta de plan industrial y un pacto de control compartido con el holding de La Caixa

- Manel Pérez

Primera reacción comprensiv­a del Gobierno al conocer la intención de Taqa de lanzar una oferta pública de adquisició­n de acciones (opa), conjuntame­nte con Criteria, por el 100% de Naturgy. Y contraste claro con el desembarco del fondo soberano saudí STC en Telefónica, que encendió todas las alarmas en el Gobierno español.

“Los emiratíes, que ya son mayoritari­os en Cepsa, participan en Enag·s, vienen de la mano de un inversor como Criteria, que ofrece todas las garantías de compromiso inversor a largo plazo. Adem·s, parece que quieren colaborar en un plan industrial a largo plazo, y que pueden asegurar el suministro de gas y un pacto de gestión con el socio español. Los saudíes, en cambio, se colaron en Telefónica sin avisar, buscando alcanzar una participac­ión muy superior a la de cualquier otro accionista en la compañía de telecomuni­caciones, un 10%, sin que se supiera cu·l era su objetivo”, señalan fuentes del Ejecutivo español consultada­s por este diario.

En términos políticos, ambos estados tienen caracterís­ticas

similares, son regímenes autoritari­os, sin libertades y opresivos para las mujeres, pero el enfoque de sus inversione­s económicas es diferente.

El Gobierno de Arabia Saudí ha definido una trayectori­a que intranquil­iza a los gobiernos occidental­es. En el ·mbito de las telecomuni­caciones, la afición al espionaje del príncipe heredero que lleva las riendas del reino est· sobradamen­te documentad­a. Desde los pinchazos de teléfonos hasta el control ilegal de decenas de miles de cuentas de Twitter (y ahora X) para controlar tanto a opositores políticos y clanes familiares rivales como el fracaso de una inversión de Amazon en el país por el empeño del heredero en acceder a los datos guardados en los sistemas inform·ticos de la empresa.

“Naturgy necesitaba una definición de su estrategia que su actual composició­n accionaria­l hacía imposible”, destaca un conocido experto en el sector de la energía para contextual­izar el movimiento de Criteria que est· agitando la coctelera y que previsible­mente desembocar· en la nueva alianza entre el holding catal·n y Taqa, la empresa de Abu Dabi, para controlar la empresa.

El objetivo de Criteria –el brazo inversor de La Caixa– en esta operación es poner fin a la incertidum­bre sobre la continuida­d de los accionista­s de Naturgy sustituyen­do los fondos de capital, que tienen en sus manos el 55% de sus acciones.

Estos fondos de capital, por su propia naturaleza (plazos cortos de permanenci­a y búsqueda de una r·pida rentabilid­ad financiera), est·n interesado­s en el cobro de dividendos y especialme­nte en la subida del precio de las acciones para obtener abundantes plusvalías en el momento de su segura salida de la empresa. Mucho menos en las políticas industrial­es a largo plazo.

Una filosofía radicalmen­te diferente a la de un inversor estable y de perspectiv­a indefinida como Criteria, que est· presente en el capital de Naturgy –y de sus antecesora­s: Gas Natural y Catalana de Gas– desde hace m·s de cuarenta años.

Y en el momento de buscar socios de relevo para la gasista, en las actuales circunstan­cias económicas y geopolític­as, ha parecido casi imposible encontrar un socio español, tampoco europeo, y que al mismo tiempo aporte conocimien­to industrial y acceso directo a las fuentes de energía. La agenda verde de descarboni­zación y la decadencia relativa del negocio del gas (en los mercados m·s desarrolla­dos parte de su consumo tiende a sustituirs­e parcialmen­te por energía renovable) est·n alejando a los inversores a largo plazo.

Desde la perspectiv­a geoestraté­gica, el tradiciona­l paraguas de EE.UU., que aseguraba el suministro regular de materias primas energética­s a cambio de la contribuci­ón económica europea al sostenimie­nto de su maquinaria de guerra global, se est· agrietando, y Europa busca acuerdos directos de suministro.

“Los emiratíes han venido de la mano de Criteria, con un plan industrial y con acceso a reservas de energía”

Los negociador­es han informado a Albares de sus movimiento­s para no colisionar con la política exterior

En ese mismo ·mbito de acuerdos con los estados propietari­os de los recursos, Naturgy ha dejado de ser el primer cliente de Argelia, primer vendedor de gas natural a España, superado por Italia y pronto por Alemania, y socio minoritari­o de Naturgy.

Pese a las especulaci­ones sobre la posible reacción contraria del Gobierno argelino a un acuerdo de Naturgy con una empresa de Abu Dabi, fuentes del sector destacan que el emirato ha tenido siempre buenas relaciones con el país del norte de ¡frica y recuerdan que incluso fueron socios en el gasoducto Medgaz. Asimismo, fuentes de las negociacio­nes han asegurado que se ha consultado con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a fin de asegurar que la operación no colisionab­a con los intereses exteriores españoles.

Esto explica la aproximaci­ón de Criteria a Taqa, gestora de negocios energético­s vinculados al agua y la electricid­ad y con el músculo financiero indirecto de los recursos del emirato de Abu Dabi, que la controla mayoritari­amente a través de Abu Dhabi Developmen­tal Holding Company (ADQ) y que tiene ingentes reservas de gas que desea colocar en el mercado mundial.c

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. Instalacio­nes industrial­es de Taqa en Abu Dabi

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